El gobierno del presidente Barack Obama alivió significativamente el embargo estadunidense sobre Cuba, al anunciar que a partir del viernes se flexibilizarán las restricciones sobre el comercio, las inversiones y los viajes a la isla.
Con las nuevas normas, los estadunidenses podrán usar sus tarjetas de crédito en Cuba y traer de regreso pequeñas cantidades de puros habanos después de una prohibición de medio siglo.
El nuevo marco normativo reduce los requisitos para viajar a Cuba, y los turistas estadunidenses podrán usar a partir de ahora sus tarjetas de débito o crédito en la isla.
A partir del viernes, las compañías estadounidenses podrán exportar teléfonos celulares, televisores, memorias, grabadoras, computadoras y software a un país notoriamente pobre en infraestructura para internet y telecomunicaciones.
Los estadounidenses que pueden viajar a Cuba por razones familiares, asuntos oficiales, periodismo, investigación, educación, actividades religiosas u otros motivos tendrán un permiso general y no necesitarán pedir una licencia especial. El límite sobre las remesas a familiares en Cuba se elevará de 2 mil dólares anuales en la actualidad a 8 mil dólares. Los estadunidenses podrán traer de Cuba productos alcohólicos y de tabaco por valor de 100 dólares y de otros bienes por 400 dólares en total.
Otros cambios:
—Se eliminan los límites sobre el dinero que los estadunidenses pueden gastar diariamente en Cuba y en qué lo gastan.
—Se pueden usar tarjetas de crédito y débito.
—Los agentes de viaje y aerolíneas pueden volar a Cuba sin licencia especial.
—Las compañías de seguros pueden vender seguros de salud, vida y viaje a individuos que residen en Cuba o viajan allá.
—Las instituciones financieras podrán abrir cuentas en bancos cubanos para facilitar las transacciones autorizadas.
—Se podrá invertir en empresas pequeñas y operaciones agrícolas.
—Las compañías pueden enviar materiales de construcción y máquinas a compañías privadas cubanas para renovar edificios privados.