Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla, expresó su orgullo y agradecimiento a Sor Florinda Ruiz Carapia, conocida como la Hermana Flor, por mostrar su testimonio de alegría durante su estadía en Master Chef México, que terminó el pasado domingo por la noche

Reconoció que de no llevarse el millón de pesos tendría que ponerse a hacer una colecta para cubrir las deudas de su congregación

La hermana Flor es puro carisma y sazón, dos ingredientes que le han servido para encandilar a los jueces y a la audiencia de MasterChef México, al que se presentó para sufragar las deudas de su austera hermandad.

Este pasado domingo, en la semifinal del reality show, Flor seleccionó para su menú barracuda con una salsa de tomate verde. El chef Benito elogió el platillo al destacar la cocción y técnica de todos los ingredientes, destacando que "menos es mas" ante la sencillez pero contundencia del platillo y emplatado. Este logro le dio el pase directo a la final a Flor.

“Decidí entrar en MasterChef junto con un padre, que me inscribió. Lo hice para ayudar a mi congregación en su misión y en otros (asuntos) pendientes”, como el adeudo acumulado en la construcción de una escuela, explicó la monja Florinda Ruiz, de 68 años, al iniciar su participación en el programa desde el Seminario Palafoxiano de Puebla.

Sin experiencia ante las cámaras, la sencillez de esta monja originaria del Estado de Mexico ha cautivado a la audiencia.

Sor Flor tiene 67 años, es originaria del Estado de México y ha viajado por varios países del mundo