Lesly Mellado May

En los últimos días se han reproducido en redes sociales  fotografías del diseño de la boleta electoral que se habrá de usar el 1 de julio de 2012 para elegir presidente de México. El empeño tiene que ver con evitar que se anulen los votos para el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

Y es que en el equipo de AMLO cometieron el error de usar varias marcas: arrancó con Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), es candidato del PRD, PT y Movimiento Ciudadano (que en la elección pasada se llamaba Convergencia), la coalición es conocida como Movimiento Progresista y otros le llaman el candidato de las izquierdas o de la izquierda.

Para la gente que no usa redes sociales hay poca claridad sobre cómo será la boleta y cómo deberán emitir el voto para que sea válido y no vaya a engrosar el número de nulos.  La duda es un problema, pues no hay certeza si se debe marcar sólo un partido o dos o los tres, y qué sucede en cada caso.

Esto dice el Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales:

Son votos nulos:

a)            Aquel expresado por un elector en una boleta que depositó en la urna, sin haber marcado ningún cuadro que contenga el emblema de un partido político; y

b)           Cuando el elector marque dos o más cuadros sin existir coalición entre los partidos cuyos emblemas hayan sido marcados;

3.            Cuando el elector marque en la boleta dos o más cuadros y exista coalición entre los partidos cuyos emblemas hayan sido marcados, el voto contará para el candidato de la coalición y se registrará por separado en el espacio correspondiente del acta de escrutinio y cómputo de casilla.

4.            Se entiende por boletas sobrantes aquellas que habiendo sido entregadas a la mesa directiva de casilla no fueron utilizadas por los electores.

De acuerdo a lo establecido en el COFIPE, si un elector marca uno, dos o los tres partidos por los que va AMLO, el voto contará para él, pero “se registrará por separado en el acta de escrutinio y cómputo”.

Ese “por separado” mueve a suspicacia o ¿no?

Lesly Mellado May

En La Ceiba (Villa Ávila Camacho, Puebla) se hacen vallas en los mejores eventos.

Cuando Benedicto XVI llegó a México se apostaron a la orilla de la carretera México-Tuxpan con sus espejos.

Cuando se incendió el mercado, también corrieron a la orilla de la carretera llevando a cuestas sus tanques de gas.

Este domingo 13 de mayo, permanecieron por varias horas haciendo valla para ver pasar a Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial que iba de Poza Rica a Huauchinango.

Gente de todos los estratos sociales y corrientes de esa comunidad, que pertenece a Xicotepec, estuvieron por más de dos horas al pie de la carretera tan sólo para ver pasar al abanderado de las izquierdas, que decidió parar a saludarlos y con esto terminó de ganarse el apoyo de los serranos.

Las encuestas dicen que la simpatía de los mexicanos está con el priísta Enrique Peña Nieto:

El Universal

“Preferencias efectivas: 49.6% de los votos a Enrique Peña Nieto (+0.5), 24.8% a Andrés Manuel López Obrador (+2.9), 23.1% a Josefina Vázquez Mota (-4.5) y 2.5% a Gabriel Quadri (+1.1).

En cuanto a la seguridad del voto, 70% del electorado dice ya estar convencido por quién votar, mientras que 25% está aún dudoso. Al observar la preferencia electoral entre las personas que están convencidas, Peña Nieto obtiene 49%, López Obrador 24%, Vázquez Mota 21% y Gabriel Quadri 2%”.

Consulta Mitofsky

“En la preferencia “bruta” la ventaja la mantiene EPN con 38.5% seguido de JVM de 21% y AMLO con 19%, observando que por primera vez Quadri alcanza el 2% dejando en 20.5% el porcentaje de ciudadanos que no respondieron la pregunta electoral; cuando se dejan de un lado a los que no responde la preferencia y se calcula la distribución “efectiva” de las intenciones de voto se obtiene 48% para EPN; 27% para JVM; 23% para AMLO y 2% para Quadri (en realidad 2.4 tomando los decimales), porcentaje que le aseguraría el registro al partido que lo postula”.

Pero a ras de suelo las cosas se aprecian distintas. Por supuesto, que ninguna elección es igual, pero los encuestadores aseguraban en 2010 que el ganador de la contienda sería el priísta Javier López Zavala y sucedió que hoy el que habita Casa Puebla es Rafael Moreno Valle.

Y es que entre las “preferencias efectivas” y las “preferencias brutas” uno no alcanza a comprender si la encuesta es efectiva o bruta, si están encuestando a los ciudadanos efectivos o a los brutos que podrían recibir un golpe del México real, el que va a mirar a quien cree puede cambiar el destino de este país, no sabemos si para bien o para mal, pero los de La Ceiba son claros: “ya probamos PRI, ya probamos PAN…”