Archive for July, 2010

PAN: enroques y especulaciones

Tuesday, July 20th, 2010

Arturo Luna Silva

Un inesperado movimiento en la cúpula del poder nacional podría generar un efecto carambola en la política poblana en los nuevos tiempos que corren.

Hace tan sólo unas horas que se conoció de la renuncia de Maximiliano Cortázar como portavoz de la Presidencia de la República y de su no menos sorpresivo nombramiento como secretario de Comunicación y vocero del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, y ya se especula sobre el futuro de Abel Hernández López.

Hernández López venía fungiendo como director general de Comunicación Social del CEN panista, con el control absoluto sobre el tema, incluyendo las relaciones con los medios del país y el diseño de estrategias, pero ahora esas funciones serán asumidas plenamente por Maximiliano (“Max”) Cortázar, hombre -por lo demás- cercanísimo al presidente Felipe Calderón.

De hecho, en el organigrama del CEN del PAN no aparecía hasta ayer la citada “Secretaría de Comunicación”; el área operaba -y muy bien, por cierto- al nivel de dirección, pero un acuerdo entre Calderón y el dirigente del blanquiazul, César Nava, logró que el amigo del primer panista del país asumiera la nueva responsabilidad como secretario y como vocero al mismo tiempo. Para despejar cualquier duda sobre el rango de autoridad y margen de maniobra que tendrá el nuevo funcionario partidista.

¿Qué pasará con Abel?, se preguntaron ayer muchos en Acción Nacional.

Tanto por trayectoria como por experiencia, es difícil que acepte ser relegado a una posición secundaria dentro del staff de César Nava o quedarse a laborar con un equipo que obviamente, por ser nuevo, llega a disponer de un modo diferente.

Por eso, como afirman varios, tal vez el futuro de Hernández López esté en Puebla, entidad que no le es de ninguna manera ajena, pues desde su origen perteneció al equipo de jóvenes panistas que se forjó al lado del hoy presidente municipal electo, Eduardo Rivera Pérez, y que se propuso alcanzar el poder precisamente en esta década.

Egresado de la Escuela de Comunicación de la UPAEP, donde fue compañero de banca del hoy delegado del PAN en Puebla capital, Miguel Méndez, Abel Hernández fungió como jefe de prensa y posteriormente como secretario general del Comité Directivo Estatal del blanquiazul, esto último durante la dirigencia del actual diputado estatal electo, Juan Carlos Espina.

Durante el foxismo, su carrera despegó y trabajó durante un tiempo tanto para Notimex, la agencia de noticias del Estado mexicano –al lado de José Antonio “El Mosco” García-, como para la Presidencia de la República, en el equipo de relaciones públicas de la entonces primera dama, Martha Sahagún. Tiempo después se incorporó al CEN del PAN, donde con éxito escaló hasta convertirse en director de Comunicación Social, posición que hace unas horas se le entregó en bandeja de plata al citado Max Cortázar.

Por si faltara algo, Abel Hernández es amigo personal de Eduardo Rivera. Y no sólo eso: también uno de los denominados “cachorros” de El Yunque, pues es hijo de Abel Hernández Rosete, quien fungió como jefe de la organización de ultraderecha en Jalisco en los años ochenta.

Él, por tanto, puede ser una de las apuestas importantes de Lalo Rivera para integrar su equipo de colaboradores de primer nivel, y no precisamente para el área de comunicación o para el trato con los medios.

De darse, su reincorporación al grupo donde empezó a aprender de política y a dar los primeros pasos en los asuntos del poder deberá verse, en todo caso, con naturalidad y, sobre todo, como un punto a favor de quien en febrero tomará las riendas de la compleja y complicada ciudad de Puebla. Y es que si algo va a necesitar el por momentos ingenuo Rivera Pérez para salir adelante en el ejercicio del gobierno, es gente capaz y experimentada como el multicitado Abel Hernández López.

gar_pro@hotmail.com

Todos los hombres del presidente (electo)

Monday, July 19th, 2010

Arturo Luna Silva

En el círculo cercano a Eduardo Rivera Pérez ya vislumbran el futuro que les podría deparar al lado del presidente municipal electo de Puebla una vez que éste asuma el cargo en febrero próximo, en sustitución de la priísta Blanca Alcalá Ruiz.

Si bien ni siquiera ha arrancado formalmente el proceso de transición, los momios ya hacen cuentas y no sólo eso: señalan que hay un selecto e inamovible grupo de hombres de confianza, del cual saldrán algunos secretarios.

Hasta el momento sólo se da a dos como “muy firmes”: Enrique “El Huevo” Guevara, a la Secretaría General, y Adán Domínguez, a la Secretaría Particular.

El resto es especulación –bonito deporte que obviamente estará de moda de aquí al cambio de poderes-, pero por su desempeño en la campaña y/o cercanía con Rivera Pérez, los siguientes personajes alcanzarán sin duda alguna posición de relevancia dentro del gabinete municipal:

Bernardo Arrubarrena, Ignacio Dávila, Eduardo Morales, Matías Rivero y Luis Armando Olmos, así como Rosa María Carmona –hermana del “Chango” Carmona y quien estuvo a cargo de la Red de Mujeres-, Oswaldo Jiménez, hijo de Miguel Jiménez; y José Manuel Martínez, a quien se ubica como subsecretario de Gobernación dada su cercanía con Jaime Zurita García, regidor electo.

Por cierto: en los últimos días se han barajado muchos nombres para una encomienda delicada: la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito.

Pero todo parece indicar que esta posición está destinada para el regreso de un viejo conocido: Raúl “El Huracán” Arandia Jiménez, quien ya desempeñó esa misma función –y con escaso éxito, por cierto- en tiempos de Luis Paredes Moctezuma.

¿Será?

***

A propósito de Luis Paredes.

El que ya se relame los bigotes con el festín que se va a dar durante el trienio de Eduardo Rivera Pérez, es el líder vitalicio del sindicato de trabajadores del ayuntamiento de Puebla, Israel Pacheco.

De entrada, cuentan, ya le mandó a decir al presidente electo tres cosas:

La primera: que la factura por el apoyo electoral a su campaña le será cobraba en tiempo y forma.

La segunda: que, en ese sentido, no sólo espera mantener las posiciones y privilegios que hoy tiene, sino ampliarlos, y desde la primera revisión salarial.

Y la tercera: que evite poner a trabajar en los asuntos de la transición a tres personas que de forma especial le resultan más que incómodas: Jaime Zurita, Guillermo Velázquez y Luis Olmos.

Es decir: el secretario de Gobernación, el secretario de Administración y el síndico, respectivamente, del paredismo, quienes mediante la creación de un sindicato alterno lograron acotar, en lo posible y en su momento, el incontrolado poder de Israel Pacheco.

El mismo que hoy veta y que mañana querrá cogobernar al lado de Eduardo Rivera, a quien –lo repito- no le saldrá cara, sino carísima la alianza que logró con este líder charro, auténtico renglón torcido del marinismo.

Al tiempo.

gar_pro@hotmail.com

¿Los damnificados del morenovallismo?

Sunday, July 18th, 2010

Arturo Luna Silva

Que enorme inquietud y nerviosismo –por decir lo menos- generó la difusión de una primera lista de posibles funcionarios de la próxima administración estatal.

“¿Y yo en qué libro voy a leer?”, se preguntaron, hasta indignados, algunos de los operadores cercanos, aunque ya se vio que no tanto, del gobernador electo, Rafael Moreno Valle Rosas.

Y es que hasta el momento, del búnker morenovallista han salido pocas señales respecto al futuro no de los integrantes de su burbuja (Antonio Gali, Eukid Castañón, Patricia Leal, Luis Banck, Marcelo García o Jorge Aguilar), o de la gente del SNTE (Eric Lara, Leticia Jasso o Guillermo Aréchiga), o de los melquiadistas (Carlos Alberto Julián y Nácer, René Meza Cabrera, David Villanueva o Mario Riestra) que se la jugaron contra viento y marea, que ellos algo van a alcanzar sin duda alguna, sino de aquéllos que apoyaron a Rafael desde el principio, cuando hubo que romper inercias y construir desde abajo al interior de un PAN que veía con recelo y dudas, muchas dudas al que por entonces tachaban de arribista y oportunista por, entre otras cosas, venir del PRI.

Fue el martes de la pasada semana cuando el periodista Rodolfo Ruiz, en su influyente columna “La Corte de los Milagros” de e-consulta, citó una serie de nombres de hombres y mujeres que, dada su cercanía con Moreno Valle y su trabajo en la campaña, tendrán posiciones de importancia.

Empero, la lista causó urticaria y algo más a un grupo que, a tan pocos días del triunfo, empieza a ser relegado o al menos a pensar que los compromisos con ellos no serán cumplidos, pues el mensaje para la repartición del pastel ha sido hasta hoy:

Primero, los de la burbuja o Grupo Finanzas;

Después, la gente del magisterio y de Nueva Alianza, pues la madrina Elba Esther va a co-gobernar;

Tercero, los escasos panistas que gozan de confianza (como Pablo Rodríguez Regordosa).

Y al último, de relleno, los que se la partieron desde el inicio y que incluso se pelearon con gente como Ana Teresa Aranda, Jorge Ocejo, Ángel Alonso Díaz Caneja o el mismísimo Francisco Fraile con tal de apoyar a Moreno Valle.

¿Nombres?

Pedro Plaza, Violeta Lagunes, Cecilia Espino, José Miguel Castillo, Eduardo Louvier, Enrique Cruz Pardo, José Gómez Carranco, Guillermo Velázquez, Eduardo Covián y, especialmente, Rafael Micalco Méndez, el ex dirigente estatal del PAN que le apostó todo, sin remilgos, a su tocayo, soportando acusaciones gravísimas por parte de sus compañeros panistas y hasta sacrificando sus propios proyectos personales en aras del objetivo común (Micalco tuvo que ceder su lugar en la lista de diputados por la vía plurinominal para dar cabida a las posiciones que se negociaron para construir la coalición “Compromiso por Puebla”).

Son personas y operadores políticos que quizá no se vieron tanto durante la campaña constitucional, pero que desde la interna panista han mostrado fidelidad y lealtad, y que desempeñaron con buenos resultados las tareas específicas que les encomendaron para contribuir a la victoria del pasado 4 de julio, y que hoy –es natural- quieren su recompensa.

La lista es, por supuesto, más larga, pero todos temen que en los hechos se cumpla con aquello que tanto se dijo, en el sentido de que si Moreno Valle ganaba los comicios, sólo gobernaría con sus amigos, olvidando a quienes creyeron en él cuando nadie lo hacía, al menos al interior de Acción Nacional.

Falta, desde luego, mucho para la toma de decisiones y las percepciones y las cosas pueden cambiar radicalmente, pero de verdad que no cayó nada, pero nada bien la citada primera aproximación al gabinetazo, pues ya hay quien se ve como damnificado de la guerra sin cuartel que forzosamente se dará por las posiciones de privilegio del próximo gobierno del estado.

gar_pro@hotmail.com