La insufrible desidia del regidor panista Pedro Gutiérrez Varela, presidente de la Comisión de Industria y Comercio, está causando que el trabajo de varias comisiones del Cabildo de Puebla se retrase sin que el aludido se inmute, ya que anda más ocupado en la grilla de autonombrarse operador “de lujo” de Fernando Manzanilla y palero de Blanca Jiménez Castillo para hacerse de la presidencia estatal del PAN.
Hay tal desinterés de Pedro Gutiérrez por hacer la chamba por la que la ciudad le paga, que dos de sus compañeros, los también regidores Jaime Zurita y Arturo Loyola, le han exigido abiertamente –y por escrito- que ya se ponga a trabajar, pues al menos dos temas importantes de su incumbencia han quedado suspendidos por su culpa.
Como se puede leer en los oficios que aquí se publican, en el primer caso reclamado por Arturo Loyola, Pedro Gutiérrez Varela dejó en suspenso la conclusión de una mesa de trabajo para resolver los conflictos presentados en el Mercado Unión, asunto que por mandato de Cabildo fue abordado el 31 de julio en comisiones unidas de Industria y Comercio y Servicios Públicos, sin que se llegara a conclusiones por culpa del regidor, que no ha citado para concluir esa mesa.
En el segundo caso, el reclamado por Jaime Zurita, se indica que desde junio (lapso en que Gutiérrez anduvo en campaña con Javier Lozano) no han sesionado las comisiones unidas de Gobernación, Juventud e Industria y Comercio, respecto al tan manido tema del horario de antros y centros nocturnos incluido en el capítulo 14 del Código Reglamentario Municipal, con el que Gutiérrez se quiso adornar al inicio de la discusión, ya que cacareó que iba a traer a especialistas en adicciones, rectores de universidades, dueños de antros, jóvenes asistentes a los mismos, etcétera, etcétera, y todo quedó en puro rollo.
Pero eso sí, con el ánimo de impresionar a algún incauto, Pedro Gutiérrez tuvo el detallazo de pagar la contraportada de la revista “Única” de Silvia de Julián y de su hija Silvia Argüello, donde presume ser un “regidor único comprometido con la sociedad” y donde, de paso, se destapa para ser diputado local.
En el texto de la revista, el regidor aborda el tema que le reclama Jaime Zurita, ya que dice que antes de ser diputado local, su meta es “desde el Cabildo, regular los horarios de bares, restaurantes y antros para seguridad de los jóvenes” (sic), algo que evidentemente –y ahí están los oficios que lo prueban- no le interesa en lo más mínimo.
De hecho, en el mismo texto se avienta la puntada de responder: “Creo (que) la mirada…bueno, al menos eso me han dicho ellas” (sic) cuando le preguntan sobre su “técnica de conquista”.
Hay que decir que cuando circularon las revistas “Única” en la sala de regidores, fue el hazmerreír de más de dos de sus homólogos, ya que empezaron a decir que efectivamente Pedro Gutiérrez Varela, que compró un espacio en una revista para mujeres, es un regidor único:
El único que nunca está en su oficina desde hace meses.
El único que se la pasa creyendo que arregla todo por Twitter sin cumplir en comisiones.
El único que se vende al mejor postor con tal de conseguir un hueso al final del trienio.
El único que se cree un galán rompe corazones.
El único que cambia de grupo político conforme le ponen enfrente más lana.
El único que no trabaja.
Sí, el único.
¿O me equivoco?
