LOS TERRITORIOS MINADOS PARA ENRIQUE DOGER

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A los obstáculos naturales que de por sí enfrenta el candidato del PRI a la gubernatura de Puebla, Enrique Doger Guerrero, como abanderado opositor, hay que sumar la debilidad de su partido en zonas importantes del estado, en donde la división, las escisiones, las deserciones y las traiciones han venido configurando verdaderos campos minados para el ex alcalde capitalino.

En algunos casos, la incapacidad de acuerdos y falta de oficio de la dirigencia para amortizar descontentos han generado la segura fuga de votos. En otras, por complacer a los caciques, apadrinados y berrinchudos, se ha dejado ir a políticos con oficio y arrastre con las bases. En uno y otro escenarios, será el doctor quien termine por pagar, en las urnas, por los platos y los corazones rotos de la militancia que antes fue fiel.

Ajalpan, Tepeaca, San Martín Texmelucan, Huejotzingo y Tecali de Herrera, con claridad hasta ahora, son territorios en los que, innecesariamente, se dejaron crecer conflictos y, de ser tricolores, hoy se pintan de amarillo, azul y/o naranja.

En Ajalpan, región de incipiente –pues no tienen todas consigo– dominio antorchista, el diputado local con licencia Rosalío Zanatta Vidaurri renunció al Revolucionario Institucional (PRI) para aceptar la postulación a una diputación federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la alianza que encabeza Acción Nacional (PAN).

Los líderes de Antorcha Campesina se habían comprometido con él desde 2015 a que lo apoyarían en este 2018.

Sin embargo, terminaron inclinándose por conveniencia a favor del lastirista Néstor Camarillo Medina, alcalde de Quecholac con licencia, en cuya comunidad Palmarito Tochapan ocurrió el pasado 3 de mayo la más cruenta batalla entre huachicoleros y el Ejército, con un saldo fatal.

Zanatta con todo y sus canicas, que nos dicen no son pocas ni despreciables, pues lleva muchos años trabajando esa región, alinea ahora para el morenovallismo, a través del PRD, y le resta de manera importante a Doger y al tricolor.

Luego está el importante municipio de Tepeaca, en donde también desertó del priísmo Sergio Salomón Céspedes Peregrina, tras los terribles desencuentros con el actual alcalde David Huerta.

Al también diputado local con licencia le fallaron en las promesas de que sería el candidato que buscaría suceder a Huerta y optó por la migración a la alianza que encabeza AN para ir por la alcaldía, vía Movimiento Ciudadano (MC) y reclutado por Fernando Morales, también ex priísta e hijo del ex gobernador Melquiades Morales.

En San Martín Texmelucan, los grupos simplemente no llegan a acuerdos y el elemento de disputa lo aporta el mismísimo presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, Jorge Estefan Chidiac.

El “jefe” del priísmo estatal se empeña en imponer a su compadre –y socio- en la curul local, el ex diputado federal y empresario gasolinero de dudosa reputación, Carlos Sánchez Romero, a pesar de que ni siquiera realizó el pre-registro, lo que hace ilegal su posible postulación.

En su intención, Estefan está soslayando abusivamente a quienes compitieron con respeto a todas las reglas y requisitos.

Sigue en la lista de campos minados Huejotzingo, en donde el alcalde Carlos Morales ha armado una intensa guerra de desprestigio y denuncia de las imposiciones contra su ex partido, el PRI, por no haberlo postulado candidato a diputado federal.

Ahora podría ir por la coalición que encabeza el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), opción a la que llevaría los sufragios que antes eran seguros para los priístas.

Para acabar con los ejemplos más claros, está el caso de Tecali de Herrera, en donde el actual alcalde Onésimo Téllez de los Santos, quien ha conseguido una contundente impopularidad entre sus paisanos, sigue empeñado en imponer a su cercano Óscar Gutiérrez Romero, con quien tiene familiares en común.

Para ello, Téllez se ha negado a que el proceso de definición del candidato se realice por consulta a la base, ante la evidencia de que su delfín perdería, por el rechazo de los priístas de las 16 comunidades de ese municipio.

El presidente municipal se refugia en su cercanía con el candidato al Senado, Juan Carlos Lastiri, y ha exigido a la dirigencia estatal que “respete su derecho” a dejar sucesor.

La “democracia pura” (es ironía) que se pretende ejercer en Tecali, es un lastre que podría costarle caro a Doger, pues con otros aspirantes ya coquetean Morena y el PAN.

Estos conflictos evidencian que la dirigencia estatal ha sido incapaz de concretar las respectivas “operaciones cicatriz”, que permitan a su candidato a la gubernatura navegar en aguas interiores mansas.

Y eso que apenas se han dejado ver lloviznas.

Pero como a esto le falta mucho, podrían tornarse en tormentas conforme se acerque el 1 de julio.

gar_pro@hotmail.com

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