EL DOBLE JUEGO, POR LA IZQUIERDA Y LA DERECHA, DE MARIO “EL PRECIOSO” MARÍN

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No tiene recato. Vive despreocupado de que se note su doble juego, la forma descarada en que mete las dos manos, la derecha y la izquierda, en el proceso electoral, y de que lo ha hecho por igual en la selección de candidatos en el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) y en el PRI. Mario Marín Torres incluso lo presume fanfarronamente con sus cercanos, durante sus partidas de póker: jura que Miguel Barbosa y Alejandro Armenta ganarán la gubernatura y la senaduría, respectivamente. Con esos naipes marcados, más los que impulsa en el tricolor para diputados federales, locales y alcaldías, el ex gobernador ve la anhelada resurrección del marinismo.

Para nadie es un secreto que el oscuramente célebre góber precioso tiene a sus operadores trabajando desde hace varios meses, y con mayor intensidad desde que comenzaron las campañas, lo mismo en el lopezobradorismo que con los priístas.

Más de medio centenar de sus fieles, entre ellos familiares, amigos, compadres, ahijados y protegidos, están abierta o soterradamente impulsando a candidatos de la alianza Juntos Haremos Historia (MORENA-PT-PES) por todo el estado y para todas las posiciones.

Las cuentas de algunos de esos operadores dan como resultado certero que Marín impuso en total a 52 candidatos u operadores en MORENA.

Aseguran desde el cuartel general de Alejandro Armenta que el repudiado político paga las nóminas de los equipos de su pupilo y también algo le da a la compañera de fórmula al Senado, Nancy de la Sierra, quien es su ahijada de boda.

Hay incluso regiones en donde el doble juego marinista está desvergonzadamente a la vista.

En el Distrito Federal número 7, con cabecera en Tepeaca, el candidato es el operador marinista, lacayo en su tiempo del ex mandatario quien lo elevó a los cielos al convertirlo, sin merecimientos, en presidente del Congreso, Humberto Aguilar Viveros.

Aguilar Viveros, quien por cierto hace poco levantó la voz contra su partido al quejarse de “traiciones”, es a su vez gente fiel a Armenta.

El neomorenista también, como su maestro, juega doble: dice en público que va con todo con MORENA pero -otro ejemplo- en el municipio Acatzingo, de donde fue hace más de dos décadas presidente municipal, apoya al candidato del Revolucionario Institucional (PRI), Francisco Ramírez, porque no lo dejaron imponer al candidato lopezobradorista.

Como el caso anterior, en el PRI -¡faltaba más!-, Marín también tiene, de manera directa o a través de sus operadores, una cantidad relevante, cercana a los cien de los suyos, ya anotado en las boletas.

Sin embargo, hay quienes en el tricolor también lo ven, precisamente por ese juego perverso, como un lastre y le huyen.

Este fin de semana, por ejemplo, el precioso reapareció en el acto de arranque de campaña del candidato priísta a la presidencia municipal de Huixcolotla, Jordán Martínez Rosales.

En el principal centro de venta de huachicol del Triángulo Rojo, dos “pavorreales” priístas le hicieron el feo al ex mandatario, quien antes les daba de comer en su mano.

El abanderado al Senado en primera fórmula, Juan Carlos Lastiri, prefirió quedarse en su camioneta, en la puerta del acto político, antes que dejarse ver al lado de Marín.

Algo todavía más grotesco hizo la candidata en segunda fórmula, Xitlalic Ceja, quien ya estaba saludando lugar por lugar a los acarreados, cuando advirtió que el góber estaba en el templete, por lo que literalmente huyó del lugar.

El doble juego que tanto le conviene al precioso, da comezón a otros, lo mismo en el PRI que en el impoluto morenismo, pero igual avanza su influencia en los dos bandos.

Como viejo lobo de mar y apostador marrullero, Mario Marín Torres va, vía PRI y MORENA, por el intento de la resurrección del marinismo.

Eso tendría saldos muy negativos, de retroceso, para Puebla, que había ya superado ese oscuro pasaje de su historia política.

gar_pro@hotmail.com

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