CAMBIO DE ESTRATEGIA NACIONAL: EN EL PAN Y PRI HAY QUIENES VEN YA UNA ELECCIÓN DE PRIORIDAD LEGISLATIVA

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Adelantándose a lo que se prevé un resultado adverso en la elección presidencial, sectores y grupos en el PAN y PRI empujan respectivos cambios de estrategias para asumir este proceso como de prioridad legislativa, buscar bancadas lo más numerosas posibles en las dos Cámaras del Congreso de la Unión y así estar en posibilidad de ser interlocutores y, en futuras negociaciones, factor decisivo e indispensable socio-opositor del Ejecutivo. En el caso de Puebla, este análisis nacional solamente se anida en el tricolor, mientras que en las alianzas que encabezan el panismo y MORENA la meta es la ganar gubernatura y con ella la mayoría en el Congreso local.

Las cifras que se publican y a las que se les pueden atribuir seriedad, como la encuesta del diario Reforma, que comentamos en la entrega pasada, y este jueves la de Parametría, ponen a Andrés Manuel López Obrador con más del 50 por ciento de las preferencias.

En ese supuesto, el tabasqueño es inalcanzable incluso en el hipotético caso de que los otros tres candidatos pudieran sumar sus respectivos capitales electorales.

De ahí las voces en el albiazul y el tricolor que ven la necesidad de concentrar, ahora y únicamente, los esfuerzos en la elección de diputados federales y senadores.

Es en ese ámbito en donde PAN y PRI se juegan la posibilidad, si nada dramático cambia y quedan fuera del Gobierno de la República, de convertirse en segunda fuerza y cohabitar en el poder.

Sin embargo, el planteamiento de convertir, desde sus trincheras, el actual proceso en uno de énfasis legislativo, tampoco es sencillo.

La llamada “locomotora lopezobradorista”, a pesar de su aún imprevisible efecto final en algunas regiones, incluso varias del estado de Puebla, sin embargo, apunta también una ventaja para la alianza Juntos Haremos Historia (MORENA-PT-PES).

En su más reciente análisis “La Otra Contienda: Preferencias para Diputados y Senadores”, Consulta Mitofsky prevé una mayoría simple natural de hasta 298 curules en el Palacio Legislativo de San Lázaro para el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) y sus dos partidos aliados, del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES).

De concretarse este pronóstico, volveríamos a los tiempos en los que una sola bancada podía definir cualquier votación, a excepción de las reformas constitucionales que demandan la mayoría calificada, las dos terceras partes.

Desde la primera mitad del sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) no se da una situación así, cuando en aquel entonces se le llamaba la “aplanadora priísta”.

En zonas específicas del país, y en especial para Puebla, habría que tomar esta previsión con mucha prudencia, pues hay regiones, como la Mixteca, en donde el tricolor todavía tiene fuerza, o distritos de la capital, como el 9, en donde históricamente los triunfos son del PAN.

Otras demarcaciones federales, de las 15 que tiene la entidad, son un verdadero misterio.

Pasa así en el Distrito 13, con cabecera en Atlixco, y el 15 con asiento en Tehuacán, en donde el Movimiento Antorchista está metiendo todos sus recursos y mañas.

Y así en otros del norte del estado, en donde esa “locomotora” de MORENA podría ser descarrilada, por las estructuras, si es que están bien aceitadas, del PAN y PRI.

Encima, hay muchos candidatos y candidatas a una curul federal de Juntos Haremos Historia que se han tirado literalmente a la hamaca, a espera de que el efecto AMLO los arrastre.

Pueden recibir sorpresas.

La previsión del análisis de la empresa de Roy Campos, Consulta Mitofsky, tiene en su más reciente fotografía del momento a los morenistas y sus aliados a la cabeza de una hipotética configuración del Senado de la República.

Serían, en ese supuesto, hasta 73 de 128 escaños, los lopezobradoristas.

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Las elecciones locales para alcaldes, diputados y gobernador o gobernadora en Puebla se cocinan en un fuego distinto.

Aquí las estrategias no son, en automático, réplica de las nacionales.

En el único partido en donde se ha mencionado la posibilidad de tirar la toalla en la lucha por Casa Puebla y concentrarse en alcaldías y curules locales, es en el PRI.

Han sido además pocas esas voces, pues hay que reconocer que a pesar de la marea turbia en contra, su candidato Enrique Doger Guerrero aún inyecta ánimos a muchos priístas.

Sin embargo, reconociendo la tendencia y los llamados al voto útil de uno y otro bando, las alianzas panista y morenista quieren ir por todo: gubernatura y mayoría en el Poder Legislativo poblano.

Cualquiera que sea el resultado, como hemos apuntado, la configuración del poder en el país y en la entidad cambiarán.

Políticamente Puebla será otra con el amanecer del 2 de julio.

gar_pro@hotmail.com

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