APUNTES TRAS EL #VOTOXVOTO POBLANO Y ¿POR QUÉ NO INVITARON A BARBOSA A LA “BODA REAL”?

foto-recuento

La ruta ha sido larga, pero como nunca, se ha dado certeza y legitimidad a un resultado electoral en Puebla. La elección para gobernador (a) se ha contado ya cinco veces y los argumentos de MORENA y el porfiado Luis Miguel Barbosa contra el triunfo de la panista Martha Érika Alonso Hidalgo se han desvanecido por completo. En todo se ha complacido a los inconformes y en el proceso de conteo y auditoría a los resultados han participado el INE, el PREP -sistema certificado ajeno a las autoridades locales-, los ciudadanos, el IEE y el TEPJF. Ya es tiempo de que los barbosistas entiendan cuál fue la decisión de los poblanos.

Al concluir la madrugada del sábado el conteo voto por voto que ordenó la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) apenas hubo un desfase decimal respecto del resultado oficial que otorgó la constancia de mayoría a Martha Erika Alonso.

La diferencia a su favor fue de 3.94 por ciento.

Ese agotador procedimiento que duró cinco días lo realizaron magistrados de las Salas Regionales de la Ciudad de México y Toluca.

Los representantes de los partidos fueron observadores y participaron 180 funcionarios del TEPJF, quienes trabajaron simultáneamente en 60 equipos, para contabilizar los 7 mil 486 paquetes.

Y, no está de más decirlo, hicieron una gran labor.

Puebla es entidad pionera en este ejercicio de voto por voto, casilla por casilla, que por primera vez en la historia se realizó y que le fue negado en 2006 a Andrés Manuel López Obrador, en la elección presidencial que ha sostenido siempre que le fue “robada”.

En esos aciagos días de julio de hace 12 años, los entonces perredistas tomaron la Avenida Reforma en la Ciudad de México y acamparon por días, generando un caos monumental, para presionar al recuento minucioso que ahora sí se dio en el caso de Puebla. Ellos no lo lograron.

Esa exigencia fue la bandera del tabasqueño, la esencia de su lucha, y la negativa entonces del TEPJF, con una alineación muy distinta a la actual, se convirtió en su argumento más fuerte para alegar “fraude”.

Con mucha probabilidad, la historia hubiera sido completamente distinta con un voto por voto para el hoy presidente electo y para México.

En la actual encrucijada y en medio de acusaciones de que ha dado línea al Tribunal Federal, ahora como presidente electo y en 61 días más como mandatario constitucional, López Obrador tiene ante sí una decisión importante sobre el caso Puebla.

¿Qué va a elegir, presionar, que bien lo puede hacer, para que se anule el proceso, como el primer acto de un dictador, o respetar los resultados, como el primer acto de un demócrata?

Hay dudas.

Pero haciendo alusión a 2006 y la lucha lopezobradorista por el voto por voto, llama mucho la atención la incongruencia de los barbosistas de ahora descalificar este escrutinio.

No lo aceptan, porque ni así han logrado sustentar sus dichos.

Dicen que el recuento de cada una de las papeletas de la elección no la “califica” y que hay decenas de irregularidades.

Ya tendrá oportunidad Barbosa de seguir pataleando y presentar sus alegatos y pruebas, aunque sus tres ejes de impugnación: violencia, rebase de tope de gastos de campaña e intervención indebida del gobierno, se han caído estrepitosamente.

Cada uno de ellos se ha esfumado como argumentos válidos de impugnación, por resoluciones de las mismas autoridades, del Instituto Nacional Electoral (INE) y del propio TEPJF.

La contabilización ya en cinco ocasiones del proceso acorrala a los morenistas, quienes se han perdido en sus propios laberintos.

El triunfo de Martha Erika Alonso lo decretó, en primer lugar la noche del 1 de julio, el Conteo Rápido que realizó el INE.

El Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), en el que las autoridades locales, que tanto han descalificado Barbosa y su séquito, no tuvieron injerencia, confirmó la ventaja de la panista.

Luego vino el recuento y cómputo en los 26 distritos, con supervisión de los partidos y coaliciones, cuyos resultados recogió el Instituto Electoral del Estado (IEE)

Días después, por inconformidades de MORENA, se realizó un recuento, una revisión, en 30 por ciento de la elección.

Y así, hasta llegar entre el martes y la madrugada del sábado al recuento de cada voto por magistrados del TEPJF.

Cinco veces se ha contado, como nunca, pero siempre con los mismos resultados: Martha Erika ganó.

El recuento que se realizó en la Ciudad de México generará actas circunstanciadas y sus respectivas actas de cómputo, que llegarán a la Sala Superior del TEPJF, la que enviará una copia al Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEE), en donde una vez más los barbosistas podrán alegar lo que ven como anomalías.

Sí, una vez más. No pueden quejarse de todas las posibilidades de inconformidad que les garantizan las leyes y las instituciones, a las que en los hechos mandan al diablo.

Pero además, si no les satisfacen las resoluciones que sobre sus recursos resuelva el TEE, podrán recurrir nuevamente al TEPJF.

Afortunadamente, ya es el tramo final, además con el agotamiento de todas las instancias y todos los recursos.

Sin desearlo, los barbosistas han construido una legitimidad a toda prueba para Martha Erika Alonso, a quien la dirigencia de su partido, además de panistas y ex panistas de estatura histórica y nacional, han felicitado tras estos cinco conteos y la larga ruta hacia la certeza.

La ex candidata presidencial Margarita Zavala, quien fue un ícono del Partido Acción Nacional (PAN), al que renunció, fue de las primeras en celebrar el recuento que ratificó el triunfo alonsista.

“Felicidades a @MarthaErikaA por la ratificación del resultado en el recuento de votos de Puebla. Ella será la primera gobernadora de @AccionNacional”, escribió en Twitter la esposa del ex presidente Felipe Calderón.

imagen-margarita

Y la gobernadora electa contestó: “Valoro mucho tu mensaje @Mzavalagc. Es tiempo de la unidad y de sumar esfuerzos por el bien de Puebla, de sentirnos profundamente orgullosos, de vivir en un Estado lleno de oportunidades. ¡Gracias!”

Aunque hay todavía recursos posibles en el proceso impugnatorio, también hay que apuntar que nada le sale bien a los barbosistas.

Los argumentos aritmético y jurídico han reiterado la victoria panista.

En los poblanos, hay hartazgo.

Ha sido una ruta desgastante.

Va siendo ya tiempo de darle vuelta a la página.

***

¿Y POR QUÉ NO INVITARON A BARBOSA?

foto-boda

El gran ausente a la #BodaReal de Dulce Silva y César Yáñez en Puebla fue, sin duda, Luis Miguel Barbosa Huerta.

Llegaron el presidente electo Andrés Manuel López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez, el gobernador Tony Gali y su esposa Dinorah López, los senadores Ricardo Monreal, Alejandro Armenta y Nancy de la Sierra, el ex gobernador Manuel Bartlett, los gobernadores electos Adán Augusto López Hernández (Tabasco) y Cuitláhuac García (Veracruz), el rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, y un largo etcétera en el que cupieron desde el diputado local José Juan Espinosa hasta la alcaldesa electa de Puebla, Claudia Rivera.

Pero no el ex candidato de Juntos Haremos Historia a Casa Puebla.

¿Por qué no fue invitado a tan trascendental evento social y político, lleno de señales y mensajes en el actual contexto poblano?

Hay, desde luego, varias versiones, pero en una coinciden casi todas las fuentes: Barbosa Huerta no goza de las simpatías de Dulce Silva ni de su ahora esposo, el ex vocero de López Obrador y coordinador general de Política y Gobierno del próximo gobierno federal.

Y es que cómo incluir entre los invitados a quien durante la pasada campaña por la gubernatura de Puebla, en el cuarto de guerra de Juntos Haremos Historia, se refirió reiteradamente en forma grosera y despectiva a quien fue injustamente encarcelada durante el sexenio morenovallista y liberada por el gobierno de Tony Gali.

“¿Qué quiere esa ex convicta?” o “¡Ni modo que le hagamos caso a la ex convicta!”, decía Miguel Barbosa, muy en su estilo, cada que alguien le recordaba que una generosa y dispuesta Dulce Silva intentaba acercarse a la campaña para ayudar a ganar al ex perredista.

Tales expresiones, obviamente, llegaron a oídos de la empresaria y por supuesto de César Yáñez –y muy probablemente a los del propio López Obrador por conducto de éste, uno de sus hombres más cercanos-.

No fue, pues, por falta de ganas –más bien por falta de invitación- que Barbosa Huerta se perdió la gran fiesta (langosta incluida) de este sábado en el Centro de Convenciones de Puebla.

gar_pro@hotmail.com

Leave a Reply

You must be logged in to post a comment.