LAS MALETAS Y LA DESAZÓN EN LAS DELEGACIONES FEDERALES EN PUEBLA

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A la par de que alistan el equipaje para el relevo en diciembre, en la mayoría de las 52 delegaciones federales en Puebla se deshacen de documentos, destruyen unos, alteran otros e intentan limpiar los cochineros, para que a los funcionarios de primer nivel no los persiga la “purificadora” mano impoluta de la Cuarta Transformación, por los cadáveres en el clóset.

Actualmente, no existe una sola dependencia en la que no haya, al menos, anomalías administrativas, según nos confía gente que trabaja en el Gobierno Federal.

Las que manejaron recursos millonarios, como Sagarpa, Sedatu o Sedesol, son las que más responsabilidades podrían enfrentar, ya que además tuvieron más de un titular en los últimos dos años y los oscuros manejos vienen de inquilinos anteriores y también involucra a los subdelegados.

En la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación(Sagarpa) son bien conocidas por todos los supuestos cobros de 30 por ciento que, a nombre del ex delegado Alberto Jiménez Merino -ahora en Conagua-, hacía el subdelegado de Planeación, Miguel Alcántara Silva, quien también cobraba un diezmo de sus sueldos a sus subordinados.

Desde el 11 de junio en esa dependencia el titular es el dogerista Germán Barnard Alcaraz, quien prácticamente ya nada más llegó a levantar escombros y a lidiar con problemas.

A él le tocará la entrega-recepción y limpiar o denunciar el abundante y añejo desorden que le están dejando, y en el que también estaría muy involucrado el subdelegado Agropecuario, Héctor Ochoa González, y los anteriores delegados, Jiménez Merino e Hilario Valenzuela Corrales.

Barnard es quien dará la cara a los morenistas en el relevo y, sin deberla del todo, tendrá que dar las explicaciones.

En la Delegación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), también hay cadáveres del pasado, que dejó Lorenzo Rivera Sosa, quien salió de ahí para convertirse en diputado federal, bajo señalamientos de cobrar debajo del agua también la tercera parte de los recursos que entregaba para obras.

Así, llegó Román Lazcano Fernández y luego el lastirista Juan Manuel López Arroyo, quien ahora deberá entregar cuentas por las suyas y por las anteriores.

Especialmente en esa dependencia, la versión es que a todos “se les ha pasado la mano con los business”.

En Desarrollo Social (Sedesol) el tema es muy similar, pues se han denunciado cientos de anomalías con los programas de combate a la pobreza.

En esas dependencias, como en otras, hay verdaderos galimatías administrativos y montañas de irregularidades.

En estos días de inquietud por los pecados y el relevo que viene, la mayoría de los funcionarios sabe que se le murió la gallina de los huevos de oro, aunque unos pocos se aferran y han estado buscando a Rodrigo Abdala, próximo coordinador estatal del Gobierno Federal, para intentar la sobrevivencia laboral y política.

En su indecorosa intención, incluso quienes fueron priístas de cepa ofrecen ahora lealtad al “señor presidente” Andrés Manuel López Obrador, a Abdala y al Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).

Además de las represalias y procedimientos administrativos y hasta penales que podrían enfrentar algunos funcionarios de la agonizante administración peñista, está todavía pendiente la revisión que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hará todavía a la cuenta pública 2018.

Se irán, pero como reza el lugar común, “con las reservas de ley”.

En paralelo y aparte de la burocracia dorada, hay incertidumbre entre las alrededor de 500 personas que conforman el personal de las delegaciones en Puebla, por la duda de si, con el plan de austeridad y la nueva organización, perderán sus empleos o de plano se irán con la desaparición de éstas.

Si López Obrador de verdad quiere anular o modificar esta estructura desde los cimientos, deberá presentar al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma a la Ley de la Administración Pública Federal, apenas comience su gobierno.

De todos modos lo hará para la creación de la Secretaría de Seguridad Pública, que está en la agenda legislativa que anunció.

Las delegaciones son un tema que poco se ha explorado, pero que será un conflicto importante en la próxima administración federal.

Las maletas ya están listas.

Y los problemas –y las sorpresas debajo de las mesas- también.

gar_pro@hotmail.com

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