LÓPEZ OBRADOR Y TONY GALI, EL DIÁLOGO ENTRE CABALLEROS EN TIEMPOS POBLANOS DE RECIAS TORMENTAS

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A pesar de lo complicado de estos tiempos poblanos, en medio de controversias intensas que parecen insalvables, como el conflicto postelectoral, agravios dolorosos contra personajes del primer círculo morenista y el clima adverso por la polémica boda, de suntuosidad extrema, de César Yáñez, su hombre fuerte, Andrés Manuel López Obrador tiene muy claro que con el gobernador Tony Gali Fayad no hay ningún problema. Es más, precisamente en esa fiesta por el enlace matrimonial el pasado 29 de septiembre, el tabasqueño incluso dio varias muestras de que tiene simpatía personal por el mandatario estatal.

En el área más grande del Centro de Convenciones, convertida con decoración en un bosque de fantasía, aquel sábado Tony Gali fue uno de los invitados principales y, al lado del presidente electo, fue testigo de la unión por el civil.

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Dos veces, durante esa noche que ha sido intensamente criticada por la onerosa fiesta que costó más de 10 millones de pesos -contrario a la austeridad republicana que pregona la Cuarta Transformación-, Tony Gali y López Obrador dialogaron e intercambiaron impresiones, relajados y sin necesidad de esconderse de las miradas de los más de 600 invitados.

De paso, hay que decirlo, la pareja formada por César Yáñez Centeno y Dulce Silva Hernández está muy agradecida con el gobernador de Puebla, quien desoyendo voces del morenovallismo, influyó para que se hiciera justicia a la empresaria tlaxcalteca y pudiera salir del Cereso de San Miguel, luego de más de un año presa por la presunta operación con recursos de procedencia ilícita.

Ese proceso se le construyó desde la Fiscalía que encabezó Víctor Carrancá Bourget, cuya cabeza fue la ofrenda desde Puebla al morenismo, como señal de buena voluntad y reparación a los agravios contra Dulce, César e, indirectamente, el lopezobradorismo entero.

La fiesta, en la que abundaron platillos preparados con base en langosta, fue el escenario en el que de manera natural se dio el encuentro entre quien el 1 de diciembre recibirá la investidura constitucional como Presidente de la República y quien el 15 de diciembre entregará las riendas del estado.

Una fotografía de los dos juntos es elocuente y refleja la relación personal y política del morenista y el político independiente, que llegó a Casa Puebla por una alianza de varios partidos.

En esa imagen, López Obrador luce sereno, a gusto, al lado de un sonriente Tony Gali.

No es ningún secreto que el presidente electo sí tiene problemas y arrastra agravios del senador y ex gobernador Rafael Moreno Valle, problemas y agravios que finalmente le afectan a la gobernadora electa, Martha Érika Alonso Hidalgo.

Es innegable que hay mucho, pero mucho rencor por el caso Dulce Silva y los imperdonables maltratos que sufrió la hoy esposa del hombre fuerte de López Obrador en la cárcel poblana.

Si bien ya se ofrendó la cabeza de Carrancá, esto no ha sido suficiente, pues se ve a su sucesor, Gilberto Higuera Bernal, como su caprichosa herencia, como aquí lo comentamos hace unas semanas.

Sin embargo, López Obrador sabe diferenciar a las personas y sus acciones y reconocer en Tony Gali a un hombre de instituciones y trato franco, sin simulaciones, ni dobles intenciones.

Su relación cordial, sin llegar a la amistad entrañable, tiene otros antecedentes.

Hay que recordar que Tony Gali junior fue diputado local del Partido de la Revolución Democrática (PRD), por acuerdos que se dieron cuando AMLO todavía mandaba en el partido del sol azteca.

El gobernador de Puebla nunca fue agente de disputa en la pasada contienda electoral. El presidente López Obrador, como candidato, nunca lo aludió y menos aún tuvo descalificaciones directas para él o su administración.

Con Gali y su gente, pues, no hay problema.

En tiempos de tormentas tan recias, en las que además llueve sobre mojado, es sobresaliente el nivel que los dos ponen a sus encuentros.

Hay que recordar que ya antes coincidieron institucionalmente en la reunión de gobernadores con Andrés Manuel, tras las elecciones, el pasado 12 de julio.

La política no tiene por qué estar peleada con la cortesía.

No se claudica a una posición ideológica, por la caballerosidad.

Ese es el mensaje.

Y que lo lea quien sepa leer.

gar_pro@hotmail.com

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