Adán Xicale Huitle, el ex súper asesor de la presidenta municipal de San Andrés Cholula, Puebla, Karina Pérez Popoca, mostró tal cual su desorbitada concepción de sí mismo, sus faltas -que pudieran ser incluso delitos- y también reclamó su papel de meta-alcalde de esa demarcación de la zona conurbada, por encima de su otrora ahijada.
En un mensaje en redes sociales, en el que acusa a la alcaldesa de traidora a la Cuarta Transformación (4T), negrera y pésima gobernante, también hace una amplia confesión de que él ejerció el verdadero poder en ese municipio.
Evidenció que se ve, se siente y se percibe por encima de las autoridades formales del ayuntamiento.
En el menor de los casos, eso debería constituir graves anomalías administrativas.
Si no es que más.
Quedó al desnudo que él ponía y quitaba funcionarios.
Hay que recordar también que, desde el arranque de la administración, Xicale metió al menos a 10 familiares en la nómina.
Eso, más los 200 mil pesos al mes que cobraba como “asesor honorario”.
Todo ha sido documentado por los medios de comunicación.
El súper asesor terminó por darnos la razón.
A todos y en cada dato.
Sus reclamaciones a su otrora ahijada Karina no tienen desperdicio por su nivel de descaro.
En un pleito con tintes personales, la acusó de imponer al panista Édgar Hernández en la Secretaría de Bienestar.
Y para ello, despedir de ahí a su esposa, Sonia Juárez.
Dice que “cinco asesores honoríficos estuvimos en contra y Karina con su investidura tomó la decisión de nombrarlo”.
¿De cuándo acá en la Ley Orgánica Municipal los “asesores honoríficos” deben ser consultados para esas definiciones?
Eso constituye la anulación del Cabildo.
El establecimiento de un órgano municipal superior al constitucionalmente elegido.
¿Un meta-ayuntamiento?
Suena a violación de la ley.
Ya después, el ex padrino la acusa de más asuntos.
La exhibe como traidora los ideales del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
También por explotar a los trabajadores del ayuntamiento.
En su febril mensaje, Xicale se hace acompañar de la fotografía del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cual estadista.
Como si se tratara de un “mensaje oficial al pueblo sanandreseño”.
Desquiciamiento total.
Ahora entendemos por qué San Andrés está así.
Entre el padrino y la ahijada…
Entre el abismo y el infierno.