ABORTO, POLARIZACIÓN Y LA MANO DE CLAUDIA RIVERA

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Junto con la protesta de las feministas que, con la toma de la sede del Congreso del estado, exigen que se aborde urgentemente el tema de la despenalización del aborto en Puebla, hay no solamente una genuina demanda, sino también una agenda política que tiene como inocultable patrocinadora, ideológica y de algo más, a la alcaldesa capitalina Claudia Rivera Vivanco, quien intuye que se le empieza a escapar la candidatura de Morena para su reelección.

Como se han venido presentando las cosas, se prevé que sea Gabriel Biestro Medilla el candidato del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la alcaldía de la capital poblana.

Él es el presidente del Poder Legislativo local.

Ella lo ve como su principal adversario -o enemigo- político.

Antiguos aliados (Biestro fue protector y promotor de Claudia), hoy caminan en las antípodas.

Indudablemente, las reformas sobre el aborto son un pendiente legislativo, no sólo de Puebla, sino de 30 de las 32 entidades del país.

El silogismo es sencillo y la conclusión está a la vista.

En esa agenda oculta, de paso, está la intención de polarizar a la sociedad, justo en el desarrollo de los procesos electorales federal y local.

En principio, los internos en los partidos.

Particularmente, el de Morena.

Podrán decir las feministas que “sólo así nos escuchan”.

Asegurarán que se trata de demandas justas y reiteradamente ignoradas por los legisladores.

Sin embargo, hay también una agenda política inocultable.

La presidente municipal Claudia Rivera Vivanco poco ha hecho por guardar una sana y prudente distancia en un tema en el que, a pesar de que con todo derecho tenga una postura firme, no le compete.

No se equivoca el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Poder Legislativo, Gabriel Biestro, cuando la llama a mejor atender los problemas de la ciudad.

Los baches, los ambulantes, la inseguridad y un larguísimo etcétera.

Además, Claudia Rivera sigue confundiendo su papel de activista y de gobernante.

Hay otras evidencias que estuvieron a la vista de Garganta Profunda.

Capturas de pantalla de chats de feministas que muestran cómo ella y algunas de sus colaboradoras muy cercanas se han metido en el conflicto y han tratado de sacar raja política.

No hay que ir muy lejos, porque también las cuentas de redes sociales de esas feministas-funcionarias están llenas de proclamas y descalificaciones a quienes no piensan como ellas.

Este martes, el gobernador Miguel Barbosa Huerta se refirió al tema del aborto y las reformas que deben realizarse para despenalizarlo.

En síntesis, desde su posición como jefe del Ejecutivo estatal, advirtió que el Congreso del estado de Puebla no puede legislar por presiones.

El trabajo legislativo tiene sus tiempos, sus procesos y sus formas.

También aseguró que no habrá nunca represión.

Que los derechos y las libertades de las protestantes están salvaguardadas.

El tema de por sí es complicado y una legislación al vapor es una pésima idea.

Esa ha sido siempre una queja cuando algunas iniciativas se aprueban fast-track.

El retraso legislativo en este asunto no es nuevo.

Hasta hoy, solamente dos entidades han despenalizado el aborto antes de las 12 semanas de gestación: la Ciudad de México en 2007 y Oaxaca apenas el año pasado.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha debido intervenir.

Hay resistencias, porque con esa minoría estridente que pide aprobar el aborto legal, hay también una mayoría que, sin pintas, marchas ni plantones, se opone.

En Puebla, con una sociedad muy tradicional y con matices de conservadurismo, es más evidente.

La división está incluso en las posiciones de las bancadas, en donde sus mismos legisladores no terminan de ponerse de acuerdo.

En las proyecciones que se han realizado, ni siquiera hay garantía de que esta LX Legislatura alcance los 21 votos necesarios para avalar alguna de las tres iniciativas que hay.

La discusión es un tema ineludible.

La reflexión profunda debe ser su fruto.

Pero no puede la agenda política de un movimiento, por más legítimo que se presente, o de una persona, los que marquen los tiempos.

Es inaceptable.

Puebla no se merece ese peligroso clima de polarización.

gar_pro@hotmail.com

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