YA CON EL PAN EN SOLITARIO, YA ES MÁS DIFÍCIL PARA LALO RIVERA: ENCUESTA

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Ya con el PAN caminando solo en la elección de la capital poblana, decisión tomada por su Comisión Permanente Estatal, el PAN y Lalo Rivera Pérez ya no la tienen tan fácil como anticipaban. Basta ver las últimas mediciones para confirmar la sospecha. Ahora, sin la compañía de PRI y PRD, el ex alcalde deberá andar por el camino más complicado, pues él y su partido sí enfrentarán una competencia real y cerrada, y no el día de campo que se habían pronosticado.

Sobre todo porque se trata de una elección atípica.

Con mucho abstencionismo por la COVID.

Y con un enunciado y generalizado hartazgo social.

Además, porque el escenario ahora es completamente distinto sin la alianza Va por México.

En todas las mediciones, la fuerza de Rivera Pérez con sus partidos aliados, que en algún momento se había pensado que serían hasta seis, era de más de dos a uno sobre los aspirantes de Morena.

Se planteaba su ventaja como irremontable para sus posibles adversarios.

Hoy, en solitario con su partido, Acción Nacional (PAN), o sólo con otros, pero sin el PRI, el cálculo es que Rivera no araña ni 20 por ciento de las potenciales preferencias.

Por ejemplo: en el careo con Gabriel Biestro, como candidato de Morena y el Partido del Trabajo (PT), la distancia es de apenas 3.6 puntos.

Mínima, si se toma en cuenta el margen de error.

Ínfima, si se considera que, con el PRI y PAN respaldando su candidatura, Lalo alcanzaba más del doble de ese potencial.

De acuerdo con datos de la empresa Mas Data, de Pepe Zenteno, la realidad de Eduardo Rivera y el PAN es muy distinta, específicamente, sin el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con el que, en cambio, sí será aliado en la elección legislativa en los 26 distritos.

En el caso hipotético de que el ex alcalde vaya con todos los partidos opositores (PAN, PRD, Panal, PSI y Compromiso por Puebla), pero sin el tricolor, su potencial en la foto del momento es de apenas 17.2 por ciento.

Basta imaginar las cifras si el PAN confirma su decisión de ir solo.

En la misma medición, el presidente del Congreso local, Gabriel Biestro Medinilla, con el respaldo del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y el PT, tiene 13.6 por ciento.

La diferencia con Lalo ya no es abismal.

Ya no se ve insuperable.

Además, por ahí hay un pequeño 0.9 por ciento del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que podría abonarle a Biestro, si ese instituto decide sumarse a la alianza morenista, formal o informalmente.

El hoy despreciado PRI -lo desdeñó el PAN- tiene en ese escenario, con Pepe Chedraui como abanderado, un escaso pero importante 5.8 por ciento.

Por ello ahora es más importante que nunca que Eduardo consiga un acuerdo con la dirigencia estatal del PAN.

Cerrar filas.

La tan ansiada unidad panista.

Porque tampoco está cerrada la posibilidad de que Acción Nacional se decida por otro abanderado.

Si no es Rivera Pérez, el PAN podría ir con un candidato ciudadano, como Alejandro Cañedo, Víctor Mata u otro que está ahí, a la espera de aprovechar la oportunidad.

Se considera que PRI y PRD, realmente, no le sumaban mucho a los albiazules.

Sin embargo, en una elección cerrada, como la que está enfrente, sus votos podrían haber marcado la diferencia.

¿Quién dijo día de campo?

Ahora ya nadie.

gar_pro@hotmail.com

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