La reedición, en este 2021, del enfrentamiento electoral que en 2018 protagonizaron Edmundo Tlatehui Percino y Karina Pérez Popoca por la alcaldía de San Andrés Cholula, Puebla, comienza favorable en las mediciones para el panista, quien perdió en aquella elección por 3.3 mil votos frente a la morenista, en la que seguramente fue su larga noche negra del 1 de julio, de hace tres años.
En el más reciente estudio de la firma Indicadores S.C, Tlatehui consiguió 38.8 puntos en las potenciales preferencias electorales hacia el 6 de junio.
En tanto, Pérez Popoca tuvo 28.4 por ciento.
El muestreo de la empresa de Elías Aguilar fue telefónico y se levantó entre los días 2 y 3 de abril.
Aunque en la pregunta de por quién votaría, el panista le saca más de 10 puntos a la morenista, no se podría suponer que la elección está ya perfilada.
Ni cerca.
Las variables son todavía muchas y en los careos incluso se están considerando todavía a otros personajes que con toda seguridad no llegarán a la boleta.
Un dato muy importante e interesante es el potencial de las marcas partidistas.
En ese rubro, hay un empate en términos absolutos.
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) tiene 30 puntos, en la encuesta de Indicadores.
La marca pesa, como en el resto del estado y en el resto del país.
Mientras, el Partido Acción Nacional (PAN) logra 29 puntos.
Aun sin contar el margen de error, es un empate puro.
Hay otras cifras que vale la pena mencionar.
Por ejemplo, en conocimiento, la alcaldesa con licencia que busca la reelección supera a Edmundo en más de 12 puntos.
Sin embargo, la imagen del panista es mucho más positiva que la de la morenista, con una diferencia a favor del panista de más de 7 puntos.
El próximo 4 de mayo comenzarán las campañas locales.
El triunfo contundente que Karina Pérez Popoca logró en 2018, cuando acabó con la hegemoníapanista de más de 23 años en el municipio de San Andrés Cholula, podría no repetirse.
Aquel 1 de julio de 2018, la morenista consiguió 21 mil 904 votos, contra 18 mil 591 del panista Edmundo.
La diferencia fue de 3.3 mil sufragios.
No abismal.
Pero sí contundente.
El escenario se presenta, a un mes de que arranquen formalmente las campañas del proceso local, apretado.
La tarde del 6 de junio pesará un todo: marca partidista, aceptación del candidato o candidata y, sin duda, la ola lopezobradorista, para bien o para mal.
La revancha tampoco se puede dar, a priori, por consumada.