GARMENDIA Y EVANGELISTA, SU VORACIDAD Y SU FRACASO

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Un mal cálculo aritmético, una desmedida voracidad y, sobre todo, soberbia en exceso, se combinaron en las decisiones que tomaron el secretario en funciones de presidente de Morena en Puebla y el delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Édgar Garmendia de los Santos y Carlos Evangelista Aniceto, respectivamente, y que hoy los podrían dejar fuera de la próxima LXI Legislatura local. Su avaricia terminó por hundirlos.

Cuando hace un par de meses, estos y otros políticos del nuevo morenismo poblano decidieron repartirse las primeras posiciones de la lista plurinominal de candidatos a diputados locales, omitieron revisar bien sus posibilidades.

Ansiosos de llegar al próximo ejercicio legislativo a mandar, comerse su pedazo de pastel de poder y cobrar su jugosa dieta, olvidaron checar a conciencia las nuevas reglas electorales.

Con la idea de que todo funcionaría como antes, se autoasignaron los primeros cuatro lugares, que se suponían seguros.

El uno, para Daniela Mier Bañuelos.

El dos, para Carlos Alberto Evangelista Aniceto, enviado directo del tan impugnado y reprochado dirigente nacional Mario Delgado.

En el tercero, como debía ir una mujer, pusieron a la ahora armentista Tonantzin Fernández Díaz, quien fracasó en su intento de ser candidata en San Pedro Cholula.

Y el cuarto, que se suponía un sitio seguro y sin complicaciones ni electorales ni jurídicas, para el también armentista Edgar Garmendia.

Las notas sobre esa alineación de cuatro describían que “tienen garantizado su acceso al Poder Legislativo”.

Más de uno festejó que le habían ganado las posiciones al mismísimo gobernador, quien por jerarquía política debiera designarlas.

En los grupos de Whatsapp de Morena felicitaron a Garmendia y a Evangelista.

“Nuestros próximos diputados”, les decían.

Por cierto, desde el principio esa distribución de los lugares de privilegio de la lista plurinominal fue impugnada y hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) debió ordenarle a Morena que repitiera ese proceso.

Y volvieron a quedar los mismos.

La impugnación no se ha resuelto de fondo.

Pero posiblemente ya ni falta hace.

De acuerdo con los más recientes cómputos en el Instituto Electoral del Estado (IEE), respecto de la elección de diputados locales, Morena por sí solo -no confundir con la alianza con PT y, en algunos distritos, con los partidos locales PSI y Compromiso por Puebla- obtuvo 14 diputaciones de mayoría relativa.

La votación para Morena en solitario fue de alrededor de 30 por ciento.

Luego, entonces, con esos números, Morena alcanzará, cuando más, dos diputaciones locales plurinominales.

Serían Daniela Mier, hija del coordinador de los diputados federales, Ignacio Mier, y la otra para Carlos Evangelista.

Números uno y dos de la lista.

Adiós Tonantzin.

Pero, sobre todo, por el duro golpe que representa para su grupo, adiós Garmendia.

Esto se da, por la restricción -una nueva regla- a la sobrerrepresentación de 8 por ciento, que establece el Artículo 318 del Código Electoral.

Esta reforma se introdujo, por cierto, con el disgusto y berrinche de Morena, para establecer un límite a la representación de un partido político en el Congreso local y también está para la Cámara de Diputados.

Se establece que, un mismo partido, no podrá tener un número de diputados, por ambos principios, que supere en ocho puntos el porcentaje de su votación emitida.

O en términos llanos: que mientras más posiciones gane en las urnas un partido, menos plurinominales tendrá.

La norma busca equilibrar el Congreso.

Evita que una misma bancada se convierta per se en la mayoritaria, de manera abrumadora.

Pues toda esa explicación técnica no se la dieron a Garmendia y a Evangelista.

O se las dieron y no la entendieron.

O la entendieron, pero eso no limitó su voracidad.

Hay un punto adicional, que mantiene la curul plurinominal que es para Evangelista en el limbo, con posible boleto al infierno.

Se está disputando en el conteo y seguramente terminará en tribunales el resultado del Distrito 9 Local, en donde podría rescatar su curul de mayoría la morenista Melissa Jauli.

Lo que son las cosas: si ella entra, adiós Evangelista.

La razón es la misma por la que ya Garmendia no llegará a la LXI Legislatura.

¡Qué vueltas da la vida!

gar_pro@hotmail.com

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