ABREN FUEGO EN SAN LÁZARO

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A ocho días de su arranque formal, el próximo 1 de septiembre, la LXV Legislatura de la Cámara de Diputados (2021-2024) ya dio visos de que será un ejercicio de constante disputa y roces entre los grupos parlamentarios que conformaron la alianza electoral Va por México (PRI, PAN y PRD) y el bloque lopezobradorista de Morena, PT y PVEM. Habrá pleito en serio.

Sin embargo, la sobrevivencia de la oposición dependerá de su firmeza y unidad.

De que sus integrantes no sean seducidos por el régimen.

De otro modo, su destino es el fracaso, ante la aplanadora del Presidente de la República.

Las bancadas lopezobradoristas, de Morena y los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM), tienen juntas la mayoría simple, la mitad más uno de los 500 legisladores.

Por ello, se bastan para aprobar leyes secundarias y el Presupuesto de Egresos, pero no reformas constitucionales.

Esas requieren de la mayoría calificada, las dos terceras partes, por lo que indispensablemente deberán negociar con la oposición.

Juntos, PRI, PAN y PRD, suman 199 curules.

Mientras que el Movimiento Regeneración Nacional (con 198 diputados y diputadas), el PT (37) y el Verde (43) reúnen 278.

Por su número, de solamente 23 curules, Movimiento Ciudadano (MC) no representa realmente esa bisagra definitoria que en ocasiones resultan las minorías.

En esta configuración, los 22 poblanos que irán a representar a nuestra entidad a la LXV Legislatura, muy lamentablemente tendrán un rol meramente testimonial.

La excepción es, por ahora, Ignacio Mier, quien es el coordinador de los morenistas y posiblemente el presidente de la Junta de Coordinación Policita (Jucopo).

También Blanca Alcalá Ruiz, quien en el Grupo Parlamentario PRI pudiera tener alguna comisión o papel relevante.

Pero eso habrá todavía que verlo, en los dos casos.

El cargo no da, per se, la brillantez.

Aunque el lopezobradorismo es mayoría en el Palacio Legislativo de San Lázaro, la oposición podría dar batalla.

Sin embargo, deberán entender sus líderes que el pasado 6 de junio no ganaron nada, sino que apenas consiguieron la sobrevivencia en bloque.

Lograron eso sí, la capacidad de bloquear las reformas constitucionales que le interesen al Presidente.

Pero eso les concede un papel pasivo, antes que activo.

Podrán ser obstáculo.

Pero no llevar la conducción de la Cámara.

A unos días de comenzar formalmente los trabajos de la Legislatura que acompañará el último tramo del sexenio, las disputas han aparecido.

Con su 40 por ciento de representatividad, el bloque PRIANPRD ha reclamado la presidencia o de la Jucopo o de la Mesa Directiva.

Buscan evitar que los morenistas se queden con los dos órganos de dirección.

Pero los lopezobradoristas tienen un voto ponderado (su peso específico) de 55.6 por ciento.

Será difícil que tengan una graciosa concesión democrática con sus adversarios.

Luego, vendrá la disputa por la reforma electoral, que lleva implícitas varias reformas constitucionales.

Y así, seguirá la próxima legislatura.

Siempre que alguno de los grupos opositores no prefiera la “concertacesión” con el lopezobradorismo.

Esa tan recurrente actividad que inauguró el salinato.

Las apuestas están en la mesa.

gar_pro@hotmail.com

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