PAN, RETROCESO DE 30 AÑOS

TOMA PROTESTA CANDIDATOS PAN

El Partido Acción Nacional (PAN), en el país, pareciera haber retrasado el reloj 30 años, a la época en que se conformaba con ser un partido testimonial, que no aspiraba realmente a alcanzar el poder. En Puebla, eso tiene su reflejo, en un panismo que se ha convertido en una oposición dócil, extraviada y descafeinada.

El reconocimiento del presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) panista, Marko Cortés Mendoza, de que AN se ha convertido en un partido sin posibilidades reales de triunfos en las urnas, pinta de cuerpo entero ese conformismo.

“De verdad se los digo. No basta un triunfo interno -dijo sobre su permanencia al frente del CEN-. Se los digo en casa: la única gubernatura que tenemos posibilidades reales de ganar, reales, auténticas, y bien ganadas, es esta (Aguascalientes), no hay más.

“Está muy complicado Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo… y, Oaxaca, ¡qué les cuento!

“La única que tenemos posibilidades, muy buenas y contundentes de ganar, es Aguascalientes, y ahí tenemos la responsabilidad de hacerlo bien”, se escucha en una grabación que fue filtrada a los medios.

Se refiere Marko a las seis gubernaturas que estarán en disputa en 2022.

Por adelantado, muy lejos del tradicionalmente combativo espíritu albiazul de otros tiempos, él ya tiró la toalla.

Le han llovido críticas al recién refrendado dirigente panista nacional.

Personajes de peso en su partido lo han acusado, con toda razón, de derrotista.

Porque faltan al menos siete meses para esas elecciones.

Sin embargo, una cosa hay que reconocer en Cortés Mendoza: es completamente realista en su diagnóstico.

Efectivamente, el PAN, de acuerdo con las mediciones, nada tiene que hacer en los otros cinco estados, incluso, si consigue reeditar su alianza con el PRI y el PRD.

La verdad es que esa coalición “Va por México”, que aterrizó aquí en “Va por Puebla”, no consiguió su principal meta: generar un equilibrio de poder con el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Quedó muy lejos de ello.

La muestra está clara en Puebla.

La ideología panista, el ánimo aguerrido, está -en el mejor de los casos- agazapado esperando no sabemos qué.

En su proceso interno de elección de la dirigencia estatal, no se debate qué partido quieren los panistas.

No se discute qué tipo de oposición aspiran a ser.

Se dan hasta con la cubeta, en algo que es muy parecido a un sketch humorístico.

Tampoco le dan los números en la arena legislativa.

Con nueve curules locales, el PAN no puede frenar a la aplanadora morenista.

Ni siquiera en el terreno de la mayoría calificada que requiere de las dos terceras partes, para la aprobación de reformas constitucionales.

Con su “mejor aliado”, el PRI, de plano ya no pueden contar ni en el Congreso poblano ni en el Congreso de la Unión, porque los priístas tren su propia agenda.

Están más ceca de Andrés Manuel López Obrador que de Marko y los panistas.

Este PAN, en Puebla y en el país, se parece al de 30 años atrás.

El de antes de ganar la Presidencia de la República por primera vez.

Se parece, pero sin la combatividad de antaño.

gar_pro@hotmail.com

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