QUIÉN, DESDE EL PAN, LE PONE EL CASCABEL A LA 4T EN PUEBLA

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Sin importar qué grupo y quién gane la contienda interna por la dirigencia estatal del PAN, este fin de semana, los retos serán igual de mayúsculos, los problemas abundantes y sus soluciones complejas, además de que se ve casi imposible mantener la unidad para enfrentar a su principal adversario en las urnas, Morena y sus aliados, en 2024.

Luego de 15 años en los que se definió a los integrantes del Comité Directivo Estatal (CDE) por dedazo y candidaturas de unidad, los panistas vuelven este domingo 14 de noviembre a las urnas.

Pareciera una novedad que, desde el equipo de la presidenta con licencia del CDE, Genoveva Huerta Villegas, y de la aspirante Augusta Díaz de Rivera, haya encontronazos.

Así era el Partido Acción Nacional (PAN) antes del morenovallismo, que lo sometió.

Hace tres lustros, las guerras internas eran, metafóricamente, a muerte.

La naturaleza combativa de los panistas poblanos los llevaba a contiendas fuertes.

Muy fuertes.

La novedad ahora ha sido el tono trágico-cómico que le han impreso los contendientes.

El tema de fondo, sin embargo, es otro.

Es lo complicado que se viene.

De aquí al año 2024.

Con un Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que se ve invencible en el país.

Sólo por hacer una referencia, con las reservas obvias, en la más reciente proyección de la encuestadora Massive Caller, los morenistas y sus aliados de los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM) le ganan dos a uno a la posible coalición PRI, PAN y PRD.

En el análisis que publicó 1 de noviembre, con visión hacia la sucesión presidencial, en la foto del momento Morena-PT-PVEM tienen 53.1 por ciento de las potenciales preferencias.

En tanto, PRI-PAN-PRD solamente alcanzan juntos 25.3 por ciento.

Eso lo deben saber los dos bandos que aspiran a dirigir al PAN en Puebla.

Lo deben tener muy en cuenta.

Porque se inscribieron a la rifa del tigre.

En la difícil tarea de ponerle el cascabel a la Cuarta Transformación (4T).

En el estado las cosas están y se prevén muy complicadas también para la oposición.

Un buen candidato pareciera no ser todo.

Reeditar la alianza AntiMorena se ve sencillo.

Con un PRI poblano que ha perdido toda su identidad y se ha convertido en sirviente del PAN.

Es su rémora.

Los priístas son los chalanes de panismo y del alcalde Eduardo Rivera Pérez, quien se ha convertido en su prócer y su héroe.

Todo por darles chambitas.

En tanto, el PRD ruega que lo llamen de nuevo a una alianza.

Ese no es problema, gane quien gane el domingo.

Lo complicado será sumar a más fuerzas.

Está Movimiento Ciudadano que a ratos es lopezobradorista y a ratos odia al Presidente de la República.

Pero, sobre todo, capitalizar el voto de la sociedad, que no aprueba a la 4T.

La tan aludida “alianza con los ciudadanos”.

Ese y otros escollos son los que siguen tras el domingo.

No importa quién gane.

El horizonte se ve muy nublado para el PAN.

gar_pro@hotmail.com

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