INÉS PARRA, LA DIPUTADA APRENDIZ DE SECUESTRADORA QUE ARMA MÁS PROTESTAS QUE INICIATIVAS

foto-ines

El caso de la morenista Inés Parra Juárez debe ser único en el mundo: cumplirá su cuarto año como diputada federal, pues fue reelecta, pero no ha presentado ninguna iniciativa como promovente, no registró asistencias a las sesiones ordinarias por dos meses consecutivos y no ha llevado gestiones, obras o acciones, a los habitantes de su distrito. En cambio, es especialista en armar protestas que acaban a golpes o en las que azuza al secuestro. ¡Sí, al plagio de personas!

Inés obtuvo, sin méritos reales, su curul.

Es la realidad.

Lo más que se puede averiguar de ella es que es líder de un grupúsculo en la región de Ajalpan, cabecera de su distrito, el 4 Federal, que se escuda en la identidad indígena, para reclamar y exigir que se les concedan prebendas.

Es, en términos muy concretos, una cacique muy local.

Sus cartas de presentación han sido, en estos años, algunas fotos en las que aparece al lado del hoy Presidente de la República.

Por supuesto, la candidatura a la reelección en el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) la consiguió, pero no por sus méritos como legisladora.

No ha presentado, como promovente, una sola iniciativa, desde el 1 de septiembre de 2018 a la fecha.

Suele solamente sumarse en la lista de “todos y todas”, en las iniciativas de su grupo parlamentario.

Tiene apenas presentados tres puntos de acuerdo.

Los tres realmente insustanciales.

De acuerdo también con el Sistema de Información Legislativa, no tiene ninguna asistencia durante todo el mes de noviembre y hasta el 15 de diciembre, cuando se clausuró el Primer Periodo Ordinario de Sesiones del Primer Año de Ejercicio de la LXV Legislatura.

Pues es que se dedica a montar manifestaciones, no a trabajar.

imagen-diputada

Su candidatura y su reelección solamente se explican por su sumisión al coordinador de los diputados federales de Morena, el también poblano Ignacio Mier Velazco.

También por su cercanía al hoy tan vapuleado y sin importancia Carlos Alberto Evangelista, ex delegado del CEN de ese partido.

Estos dos personajes, subordinados del presidente de Morena, Mario Delgado Carrillo.

Bueno, y por sus fotos con Andrés Manuel.

O ni por eso.

Aquí hay que mencionar que también, en sus redes sociales, en su momento, presumía una especial cercanía con el ex presidente municipal de Quecholac, José Alejandro Martínez Fuentes, hoy preso.

Efectivamente, el hermano del presunto criminal huachicolero conocido como El Toñín, Martínez Fuentes.

Inés lleva años generando conflictos en la zona de la Sierra Negra.

Cualquier pretexto es bueno para sus “cruzadas”.

Había venido enfocando sus conflictivas pilas al caso de Coyomeapan.

Por encima de la ley y con sus intereses personales y de su pequeño grupo caciquil por delante, exigía la destitución del alcalde, David Celestino Rosas.

Para ello, no dudó en denostar públicamente a su compañera lopezobradorista, Araceli Celestino Rosas, diputada federal del Partido del Trabajo (PT), representante del Distrito 15, con cabecera en Tehuacán.

Efectivamente, en ese municipio ha gobernado varios trienios la familia Celestino Rosas.

Pero Inés Parra no quiere ni justicia, ni democracia.

Quiere que los quiten, para que ponga a su grupo.

Una guerra mafiosa y caciquil de un puñado que, sin representación real, es estridente.

Ahora, ha tomado la falsa bandera del Derecho de Alumbrado Público (DAP), que aprobó a finales de 2021 el Congreso del estado de Puebla.

Que es legal.

Que se ha cobrado desde hace décadas.

Ya se olvidó de Coyomeapan y sus otras “luchas”.

Ahora es el DAP.

Por supuesto, de nuevo con protestas sin sustento.

Sin legitimidad.

Con intereses políticos que no confiesa, aunque son muy evidentes.

La novedad en sus protestas, que siempre realiza con algún grado de violencia, es que ahora pide que secuestren a los hijos de los funcionarios.

Ocurrió el pasado 12 de enero, en Ajalpan, durante una manifestación, que ella encabezó.

Que por cierto, fue de una decena de personas.

“Que se tome la presidencia, agarren a uno de sus hijos y así va a ser más”, se escucha gritar a Inés, en un video que circula en redes sociales.

Secuestrar es un delito.

Grave.

Incitar al secuestro, posiblemente ella lo considere “no tan grave”.

Aunque igual amerita cárcel.

Que quede constancia.

gar_pro@hotmail.com

Leave a Reply

You must be logged in to post a comment.