Para nadie en la clase política -y más allá-es un secreto que los primos-hermanos Alejandro e Ignacio se repelen, se aborrecen, desde los tiempos en que los dos militaban en el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Las diferencias familiares de Armenta Mier y Mier Velazco vienen desde hace décadas y tienen que ver también con las diferencias de edades.
El hoy senador de la República tiene 52.
El ahora coordinador de los diputados federales morenistas tiene 61.
Cuando fueron priístas no se llevaron.
Fueron de tiempos y corrientes distintas.
Cuando llegaron al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) lo hicieron también por vías muy distintas.
Alejandro, tras un rompimiento total con el PRI, cuando era diputado federal, en 2017.
Terminó renunciando formalmente al tricolor, del que, al igual que su primo, fue presidente estatal.
Armenta tuvo olfato y previó lo que venía: el aplastante triunfo del lopezobradorismo en 2018.
Nacho, lo hizo de la mano de su mentor, desde sus tiempos priístas, Manuel Bartlett Díaz.
Su suma al lopezobradorismo se puede rastrear desde 2012.
Ha sido disciplinado.
Mier Velazco hizo amistades poderosas, como la del hoy presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo.
Cuando juntos llegaron a la LXIV Legislatura (2018-2021), el poblano fue de inmediato de su cúpula.
Después, Delgado le heredó el cargo de coordinador parlamentario de la bancada.
Los dos, para nadie tampoco en la clase política y mucho más allá de solamente el círculo rojo es un secreto que aspiran a la candidatura de Morena y sus partidos aliados para 2024.
Alejandro tiene un trabajo que se cuenta desde sus tiempos juveniles, de más de 30 años ininterrumpidos, por todo el estado.
Ignacio tiene disciplina y los amigos adecuados.
Incluso hay quien asegura que tiene la simpatía del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Otros consideran que ésta, en realidad, se trata de una cercanía natural, por su cargo de coordinador del Grupo Parlamentario de Morena.
Los dos coincidieron el pasado jueves en San Lázaro, en el Foro 16 del parlamento abierto sobre la Reforma Energética.
El senador ofreció una exposición sobre el litio, sus bondades y el papel que puede jugar en el desarrollo del país.
Frente a un auditorio en la sede de la Cámara Baja, compartieron el presídium.
Muy a su pesar.
Seguramente de los dos.
Pero Alejandro fue más cortés.
Se dedicó a su tema.
Se concentró.
Ignacio se esforzó por hacer notar su desdén.
Mientras su primo, quien nació en Izúcar, pero vivió en Acatzingo y hasta fue ahí presidente municipal, hacía la exposición, Nacho, el de Tecamachalco, jugaba con el celular.
Revisaba mensajes.
Posiblemente algunos memes.
Su horóscopo.
Sus pendientes.
Fue muy incómodo.
Los dos quieren la misma candidatura.
Será todavía más incómoda su relación.
Esto apenas empieza.