REDISTRITACIÓN EN PUEBLA Y EL CAMBIO DE LAS COORDENADAS DE PODER

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La Distritación que el Instituto Nacional Electoral (INE) comenzó en 2021 y que deberá concluir, en tiempos óptimos, en el primer semestre de 2023, ha determinado que Puebla es una de las seis entidades que ganará un Distrito Electoral Federal, para quedar con 16. Eso ya se sabía, pero ¿cuántas de las demarcaciones federales poblanas se modificarán? y ¿cuál será la nueva cabecera? Ese es un problema, porque moverá el eje del poder incluso dentro de los partidos, para disputarse la candidatura por esa representación.

En una larga charla que ofreció este martes en Nuevo León el consejero electoral Ciro Murayama, en la que explicó a detalle el mecanismo de definición para los nuevos distritos, dejó muy claro que el crecimiento poblacional es criterio que se privilegia.

Se trata de que los distritos que tendrán un representante en la Cámara de Diputados se acerquen a los 420 mil 046 habitantes, de la manera más equitativa posible.

Esa cifra resulta de dividir el número total de habitantes del país, que arrojó el Censo 2020, entre los 300 distritos uninominales del territorio nacional.

Es decir, 126 millones 014 mil 024 personas, entre 300, que además es una regla constitucional, establecida en el Artículo 53.

De ahí que, de acuerdo con el incremento de la población de cada estado, se determina si pierde o gana demarcaciones, para el próximo proceso electoral federal.

Con Puebla, que gana uno, crecen en su representación uninominal Nuevo León (2 distritos más) y con uno también Baja California, Coahuila, Querétaro y Yucatán.

Los que pierden son Ciudad de México (2) y uno Guerrero, Estado de México, Michoacán, Tamaulipas y Veracruz.

Sobre Puebla hagamos una hipótesis de proyección, con base en la explicación que ofreció Murayama.

Nuestro estado creció 13.9 por ciento en su población, entre 2010, que se realizó el Censo pasado, y este 2020.

Tenía hace una década 5.8 millones y hoy tiene 6.5 millones de habitantes.

Puebla ha oscilado, entre las elecciones de 2006 y la anterior de 2018, de 15 a 16 distritos electorales federales.

La migración, principalmente en los alrededor de 40 municipios de la Región Mixteca, han afectado la representación legislativa.

En este tiempo, para resumir, Izúcar de Matamoros dejó de ser cabecera distrital y se subordinó a Atlixco.

Mientras que Acatlán de Osorio volvió a ser cabecera, pero ahora la demarcación comprende las Mixtecas Alta y Baja y llega hasta Tecamachalco.

Es en esa zona del estado, junto con la región de Ajalpan, en la Sierra Negra, en donde se han dado principalmente los cambios distritales federales.

Sería lógico suponer que en esa misma región se realizará la modificación político-territorial y ahí se asentará la nueva cabecera distrital.

Es natural, también, que los líderes políticos regionales, de todos los partidos, se estén frotando las manos.

Pero no es tan sencillo.

El criterio demográfico es el más importante.

Luego entonces, debiéramos advertir qué zonas del estado son las que tuvieron el mayor crecimiento poblacional.

Una de ellas es la zona conurbada con la capital, pero no realmente la capital, que se mantiene proporcionalmente igual.

Tiene 1.69 millones de habitantes y ese número justifica las cuatro demarcaciones federales, pero no le da para más.

Las otras regiones con más crecimiento fueron Tehuacán y San Martín Texmelucan.

Saquen cuentas.

Falta tiempo.

Se realizan foros, para el tema.

Pero son datos a considerar.

gar_pro@hotmail.com

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