En tres meses, el presidente Andrés Manuel López Obrador completará tres visitas al estado de Puebla, en donde especialmente este 2022 parece sentir muy a gusto. Parafraseando aquella proclama de las visitas papales, bien podríamos decirle “AMLO, hermano, ya eres poblano”.
El Primer Mandatario estuvo el pasado 26 de marzo, luego el 5 de mayo y ahora lo hará este 14 de mayo.
Eso sin contar que quiso, pero debió cancelar por lo complicado de la logística, su presencia en Ayoxuxtla de Zapata, municipio de Huehuetlán el Chico, para la conmemoración luctuosa del General Emiliano Zapata, el 10 de abril.
Ello, a pesar de que ya lo había anunciado.
No dejan de llamar la atención las recurrentes visitas del tabasqueño a Puebla, desde que el pasado 26 de marzo acudió a Casa Aguayo, para presidir la evaluación de Programas de Bienestar, con el gobernador Miguel Barbosa y funcionarios federales.
Si nos ponemos estrictos, no tenía necesariamente que realizarse esa reunión en la sede del Gobierno de Puebla.
No acudieron los delegados de las dependencias en Puebla.
No.
Vinieron desde la Ciudad de México los titulares de todos los programas.
En ese encuentro hubo mucha calidez con el mandatario poblano.
Intercambiaron halagos y hasta un documento histórico, del General Ignacio Zaragoza, que entregó el gobernador al Presidente.
Luego, Andrés Manuel se quedó con ganas de venir a Ayoxuxtla, tierra en donde se firmó el Plan de Ayala.
Lo había anunciado para el 10 de abril, el mismo día de la Consulta Popular de Revocación de Mandato.
No se pudo realizar pues era de una gran complejidad, sobre todo porque se traslada por tierra.
Luego, el 5 de mayo, a pesar de las complicaciones de horarios y traslados, por la gira que comenzó ese mismo día por Centroamérica, pero AMLO no se perdió el desfile.
Desde días antes se manifestó emocionado por venir a la conmemoración de la Batalla de Puebla de 1862.
Fue memorable e inédita la celebración 160 de la gesta, porque por primera vez fue presidida esa parada cívico-militar por un presidente de izquierda.
Durmió en la XXV Zona Militar y realizó todas sus actividades cotidianas matutinas en Puebla, desde su conferencia mañanera, la toma de protesta a los conscriptos y, finalmente, encabezó el desfile completo.
Salió de Puebla, literalmente, corriendo a Guatemala en la gira que concluyó, días después, en La Habana.
Este 14 de mayo, regresa a Puebla.
Un estado que en todas sus anteriores campañas presidenciales le dio muchos votos.
Una entidad que, con todo y sus opositores, tiene matiz lopezobradorista desde hace por lo menos 15 años.
Por cierto, no siempre con reciprocidad en el cariño que le prodigan a López Obrador poblanas y poblanos.
Se reunirá con agrónomos y técnicos del campo, llamados también extensionistas, para impulsar la producción para el autoconsumo de granos básicos.
Otra vez su llegada será generará expectación.
Por más que se disienta de él y de sus ideas, debemos ver con buenos ojos la atención presidencial a Puebla.
No faltará quien diga que es una estrategia, porque el estado tiene la quinta Lista Nominal más grande del país.
Pero, en cualquier caso, que sea bienvenido.