EL FISCAL, SERENIDAD EN MAR PICADO

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Lacónico, como debe ser un fiscal que toma con seriedad su trabajo, Gilberto Higuera Bernal responde a las preguntas ansiosas de los reporteros; mantiene la institucionalidad, a pesar de los embates políticos, como en el caso de Ignacio Mier Velazco; y también, con prudencia, ha escuchado las genuinas reclamaciones de justicia de muchos grupos y colectivos. No es en balde el apoyo que ha recibido de Casa Aguayo. Por cierto, esta misma semana, posiblemente en cuestión de horas, sabremos quiénes son los asesinos materiales y quién puede estar detrás del crimen contra Cecilia Monzón.

Al fiscal General del Estado (FGE) no le ha tocado el más cómodo de los papeles, desde que debió sortear la transición hacia en nuevo régimen.

Lo hizo con mucha prudencia.

Aparentemente destinado a la destitución, sin embargo, con su trabajo se ganó la confianza de los Poderes Legislativo y del titular del Ejecutivo en la nueva Puebla en la que le tocó estar.

Nunca nadie podrá estar completamente conforme con el trabajo de procuración de justicia.

Lograrla será una tarea siempre inacabada.

Pero ha conseguido la FGE, incluso en tiempo récord, en algunos casos, resolver varios crímenes.

Muchos con un impacto social enorme.

Con una demanda impostergable de que no prevalezca la impunidad.

Este mediodía de domingo, al terminar la presentación de la marca Puebla, Gilberto Higuera Bernal ofreció una entrevista colectiva a los reporteros.

Nunca las rehúye, por cierto.

Claro que los reporteros no obtienen siempre las respuestas que esperan.

Quienes sabemos de las coberturas y de las investigaciones periodísticas de lo que se ha llamado “nota roja”, sabemos que por ley y por prudencia, especialmente el fiscal -antes procurador- está impedido de abundar en los datos.

Pero mucho dice, con lo poco que enuncia.

El caso de la penalista Cecilia Monzón tendrá “muy pronto” datos sobre las investigaciones.

Hay identificación de los perpetradores.

Sabremos pronto mucho de los ejecutores y de los presuntos autores intelectuales.

La información será de alto impacto, por sorpresiva y por dolorosa.

Lo sabremos en unos días o posiblemente en unas horas.

El fiscal también respondió preguntas sobre el caso de Sandra Pérez Portillo.

Ya hay nueve detenidos, luego de una aprehensión más.

Todavía falta una persona de esa banda de secuestradores.

Es sobre el doloroso caso de Amozoc.

Cayó ya un colombiano que, presuntamente, era el líder.

En medio de las investigaciones y del trabajo diario de la FGE, también su titular ha sabido navegar con temple.

El conflicto político al que intentaron llevarlo en días pasados por el caso del presunto lavado de dinero en que se involucra a Ignacio Mier y la investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) es prueba de su actuación con temple.

Sin estridencias.

Respondió a Pablo Gómez Álvarez, titular de esa unidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al día siguiente de la publicación del supuesto “extrañamiento”.

No debió forcejear en medios.

No debió ser protagonista.

Nos dicen, quienes conoce la misiva, que es contundente.

No hay campos minados.

Aunque el camino a la justicia es difícil.

gar_pro@hotmail.com

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