APUNTES SOBRE EL “TÚNEL-DRENAJE” DE SAN FRANCISCO

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El caso del “túnel histórico” del hotel Rosewood (hoy Azul Talavera), que resultó en realidad un drenaje en la zona de San Francisco, que ofrecieron distintas empresas administradoras como un atractivo y un paseo “extraordinario” y “exquisito” a muy altos precios para fiestas particulares, es la postal clara de los abusos, engaños y fraudes que, a costa del patrimonio colectivo, realizaron manos privadas y privilegiadas. Manos que podían jactarse de no cumplir la ley.

Este caso, en particular, además muestra la falta de escrúpulos.

Porque ese túnel bien podría haber colapsado, por ejemplo, sobre las parejas de recién casados y sus familiares, que imaginaban que andaban por la historia viva de Puebla.

Sobre eso, Crónica Puebla abundó en su edición de este jueves.

Pero el tema de los túneles, que ya ha esclarecido el gobierno del estado, es parte de un rescate que se realizó desde hace varias semanas.

Espacios que son efectivamente parte de la Puebla Fundacional.

Edificaciones o sus ruinas que datan de 1531, cuando en abril 16 de ese año, se registra la celebración de la primera misa para fundar así ciudad de Puebla.

Desde mediados de mayo, están abiertos al público los Lavaderos de Almoloya, en el Barrio de El Alto.

El Jardín de las Trinitarias y los que pueden ser los primeros hornos de talavera, en la misma zona de San Francisco.

También se rescató para el público El Parque de la Madre y otras construcciones, que estaban en manos de particulares, que les daban un uso incluso comercial.

Se realizaron las acciones jurídicas correspondientes.

Todas esas áreas fueron expropiadas desde el gobierno de Manuel Bartlett, en 1997.

Sin embargo, con paso del tiempo, el descuido de las autoridades o, incluso, su complacencia o abierta colusión, se las volvieron a apropiar particulares.

Ahora el gobierno de Miguel Barbosa Huerta ha tomado nuevamente cartas en el asunto, para recuperar el patrimonio de los poblanos.

Resulta demencial saber que, por ejemplo, el Jardín de la Trinitarias, con todo y su capilla, que perteneció al convento de esa congregación de monjas, haya sido rentado por más de una década a particulares, para fiestas.

Muchos poderosos de hoy y de ayer, se casaron ahí.

Incluso hace apenas unos cuantos meses.

En esta zona histórica, hoy recuperada y protegida por el Gobierno de Puebla y por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), había una suite nupcial a todo lujo.

En algunas bodas, que algunos llamarían fifís, ahí terminaban la noche las parejas.

En estos espacios recuperados está uno que pudo haber sido de los primeros murales de la ciudad.

Es la Puebla original y originaria.

La ancestral.

La de todos.

No de unos cuantos privilegiados.

gar_pro@hotmail.com

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