Arturo Luna Silva
El pasado fin de semana tuve acceso a un interesante estudio de opinión sobre las expectativas ciudadanas en torno al próximo gobierno del estado de Puebla.
Fue realizado el pasado 27 de septiembre por la empresa Indicadores S.C., del investigador Elías Aguilar García.
Dicho estudio no sólo confirma la vigencia de la luna de miel existente entre Rafael Moreno Valle y los poblanos que gobernará (hayan votado o no por él) a partir de febrero de 2011, sino algo igual de importante:
Que los primeros 100 días de su administración serán fundamentales para evitar que el optimismo del presente termine por convertirse en un sentimiento general de frustración y desencanto.
O como diría David Remnick, brillante director de “The New Yorker”: para impedir que la poesía de la campaña dé paso a la prosa de la gubernatura.
Y es que empieza a suceder algo similar a lo ocurrido con Vicente Fox tras lograr sacar al PRI del poder en el año 2000: la sociedad en general cree que Moreno Valle va a solucionar todo, absolutamente todo lo malo que hay hoy en Puebla, y más: rápido; no, por supuesto, en 15 minutos, pero sí en un año, dos o tres, no más.
De ese tamaño es la expectativa hacia Moreno Valle, que no es mago, claro, pero que debe ponerse a la altura de la esperanza ciudadana, surgida, claro, de tres fuentes: la idea consolidada de un “cambio” en un estado casi en ruinas, la contundencia del triunfo del pasado 4 de julio y la atractiva oferta lanzada durante su campaña como candidato de la coalición “Compromiso por Puebla”.
Un dato lo dice todo: 75% de los encuestados por Indicadores piensa que Moreno Valle sí va a cumplir sus promesas de campaña; sólo un raquítico 25% piensa lo contrario.
De ese 75% que confía en que el futuro gobernador constitucional honrará su palabra, 20.4% dice que ello sucederá en tres años, 19.8% en dos años, 19.4% en más de tres años y 15.2% en un año.
Es decir: 55.4% confía en que Moreno Valle cumplirá sus compromisos en tres o menos años.
Lo cual parece indicar que la oferta “Cumplo o me voy”, que fijó una serie de promesas a cumplir precisamente en un plazo fatal de tres años, sigue presente, al menos en el ánimo social de los poblanos.
Del estudio de Elías Aguilar –más amplio, por supuesto, de lo aquí comentado- destaca otra gráfica: la correspondiente a explorar sobre la pregunta: “¿Cuál es el primer problema que debe atender Rafael Moreno Valle cuando entre a gobernar?”.
No debe pasar desapercibido que los encuestados eligieron, a respuesta espontánea, el de la inseguridad (43.5%) como el primer gran reto de la nueva administración, seguido del desempleo (20.7%), la pavimentación (7.5%), la corrupción (7.4) y la pobreza (3.9%). Sólo 1.1% (cuatro entrevistados) consideraron que la primera tarea debe ser “mejorar la imagen de Puebla”.
La cosa cambió, un poco, cuando Indicadores S.C. pidió a los consultados que calificaran del 0 al 10 (tomando en cuenta que 0 es “nada importante” y 10 “muy importante”) la importancia de las promesas específicas de campaña de Moreno Valle:
“Generar empleos” promedió 9.8; “Mejorar la seguridad pública”, 9.7, y “Luchar contra la corrupción”, 9.5.
Hete aquí la gráfica completa:
La encuesta citada se efectuó mediante entrevistas telefónicas, con base a 420 cuestionarios a personas con 18 o más años residentes en la ciudad de Puebla, con un margen de error de +/- 4.3% y un nivel de confianza de 95%. Un 48% de los participantes son mujeres, mientras que un 48% son hombres.
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Si usted es panista o simpatiza con el PAN apunte el nombre de Gerardo Maldonado Balvarena.
Aunque prácticamente desconocido en el “círculo rojo” (y el blanco y el verde), es la propuesta de la “línea” (vamos: “El Yunque”) para pelear por la dirigencia municipal de ese partido en esta capital, en sustitución de Miguel “Mike” Méndez.
Tiene la bendición de los Santos Patrones de la organización de ultraderecha y no sólo eso: la simpatía y el tácito apoyo del próximo alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
No hay mucha información de Maldonado Balvarena: sólo que tiene 42 años de edad, que es licenciado en derecho y que estudió en el Instituto México y en la UPAEP.
Curiosamente en los últimos días, en su facebook empezaron a registrarse como sus “amigos” varios panistas cercanos a Lalo Rivera, como Adán Domínguez, Ignacio Dávila, Fernando López, Lupita Arrubarrena, Adán Larracilla, Alfonso Bello, Guillermo Velázquez, Eduardo Louvier, Manolo Janeiro, Pablo Montiel Solana y Miguel Ángel Dessavre, entre otros.
Y es que todo parece indicar que se cayeron las propuestas iniciales: Enrique “El Huevo” Guevara y Adán Domínguez, así como las alternas, es decir: Luis Enrique Palacios, Jesús Saldívar y Eduardo Alcántara.
¿Les alcanzará con Maldonado Balvarena, panista, sí, pero ilustre entre los ilustres desconocidos?
Ya se verá.