Arturo Luna Silva
Es licenciado en economía, maestro en Administración Pública y profesor de ciencia política en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), donde imparte las materias de “Elecciones y democracia en América Latina” y “Política mexicana contemporánea”.
Ha sido catedrático e investigador en varias universidades de México y los Estados Unidos, entre ellas el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el Tecnológico de Monterrey y el ITAM, así como las universidades de Georgetown y Americana, en Washington, D.C.
En 2008 fue profesor visitante de estudios latinoamericanos en el Centro Rockfeller de la Universidad de Harvard.
En una época fungió como coordinador de asesores de la Secretaría de Energía y de la Embajada de México en Estados Unidos.
Tiene 44 años.
Aparece en el selecto catálogo de Speakers, el primer bureau de conferencistas de México.
Y algo más: en octubre de 2003, la Cámara de Diputados lo eligió presidente del Consejo General del Instituto Federal Electoral.
Destacada y codiciada posición que, hay que recordar, alcanzó gracias a la decidida intervención de la dueña del SNTE, Elba Esther Gordillo, en aquel entonces secretaria general del CEN del PRI y todopoderosa coordinadora parlamentaria del Revolucionario Institucional en la Cámara Baja.
¿Su nombre?
Luis Carlos Ugalde Ramírez.
Sí, el polémico Luis Carlos Ugalde Ramírez (¿quién puede olvidar su actuación en los comicios federales de 2006?) tendrá un papel discreto pero no por eso menos relevante durante el gobierno de Rafael Moreno Valle, o al menos durante su arranque.
Y es que es uno de los asesores importantes –si no es que el más importante- que estará trabajando para la nueva clase política poblana.
¿El tema?
Lo legal.
De hecho, en estos momentos ya elabora manuales, esboza proyectos y encuadra el marco constitucional para las adecuaciones que el hoy gobernador electo propondrá a la Ley Orgánica de la Administración Pública una vez que tome posesión del cargo.
A Ugalde Ramírez y Moreno Valle los une algo más que la amistad, la trayectoria académica, la eficiencia administrativa y la juventud: ambos comparten y defienden intereses de la mujer más poderosa del país, con clara, fuerte, conocida ascendencia política en los dos.
Aunque Luis Carlos siempre lo ha negado, su cercana relación con Elba Esther Gordillo marcó su paso en el IFE y fue motivo, desde el principio, de serios cuestionamientos sobre su independencia como gran árbitro electoral, factor que en 2006 influiría para terminar de manchar la impugnada elección del hoy presidente de México, Felipe Calderón.
Y si no, que le pregunten a Andrés Manuel López Obrador.
Pero más allá de eso, el autor de “Así lo viví”, libro testimonial donde relata precisamente su versión del complejo proceso que le tocó encabezar, está listo para ser consultor y más que eso: súper asesor del grupo que en breve tomará el poder en Puebla.
Un grupo formado en el estudio, la lectura, los idiomas, el conocimiento del mundo globalizado.
Por cierto: Ugalde Ramírez es, además, Doctor en Administración Pública y en Ciencia Política por la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Justamente una de las instituciones de educación superior preferidas por Moreno Valle en el extranjero y en la que, para más señas, hace unos días él mismo estuvo tomando un curso en alta dirección de empresas y planeación estratégica.
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Lo dicho: el “alfil” de Eduardo Rivera Pérez y de “El Yunque” para la dirigencia municipal del PAN, Gerardo Maldonado Balvanera (no Balvarena, como ayer mal escribí) empezó a cabildear entre los grupos y líderes del partido.
El pasado martes fue visto desayunando muy amenamente con Ana Teresa Aranda en el “Kamafruta” de Zavaleta.
En los próximos días, el activismo de Maldonado Balvanera se incrementará al interior de su partido, pero… ¿ya habrá logrado la bendición de “La Doña”?
¿Y si resulta que dicha bendición termina por convertirse en “beso del diablo”?
¡Qué José Antonio Quintana Fernández los redima!