Del PRD, su dirigencia de transición y otras cosas

Arturo Luna Silva

Que si bien se replegó luego que los reflectores mediáticos cayeron abruptamente sobre su persona, Luis Carlos Ugalde en ningún momento se ha desentendido de su labor como asesor del equipo de transición de Rafael Moreno Valle.

Que el ex presidente consejero del IFE sigue estando al tanto de las mesas de trabajo que realizan regularmente los diputados electos de la coalición “Compromiso por Puebla”, sólo que ahora lo hace a través de un emisario suyo de nombre Fernando Agiss Bitar, quien fungiera como director de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Federal Electoral precisamente bajo el mando de Ugalde.

Que quienes lo han visto en tales mesas de trabajo, que por cierto se realizan en las oficinas del Partido Nueva Alianza en la colonia La Paz, cuentan que Agiss Bitar no interviene, llega, escucha, toma nota y se va a reportar a Ugalde, el mismo que, como ya se sabe, está a cargo de algunas de las más importantes iniciativas legislativas que el gobernador electo presentará en febrero próximo una vez que asuma el poder que ganó en las urnas el pasado 4 de julio.

Que quien no sólo se asume sino actúa ya como virtual coordinador de los diputados morenovallistas en la próxima Legislatura, es el profesor Guillermo Aréchiga Santamaría, quien desde hace varias semanas viene fungiendo en los hechos como la única voz autorizada al interior de lo que será la bancada y como el verdadero enlace e interlocutor con Moreno Valle, con quien habla al menos una vez cada día

Que Guillermo Aréchiga, a quien –como diría el clásico- las grillas le hacen cosquillas, tiene su lugar más que ganado, pues fue el operador electoral magisterial de mayor confianza -y más eficiente- de la profesora Elba Esther Gordillo durante los pasados comicios estatales; las cuentas que el ex líder del SNTE entregó tanto a su mentora como al propio Moreno Valle fueron muy pero muy buenas.

Que entre sus encomiendas prioritarias, Guillermo Aréchiga tiene la de trabajar a marchas forzadas sobre un proyecto de Reforma Electoral, que entre otras cosas implicaría desaparecer el actual Código en la materia -para sustituirlo por una Ley de vanguardia que modernice nuestro arcaico y primitivo marco normativo- y también, en ese sentido, el relevo de los actuales consejeros electorales, incluido el todavía presidente del IEE, Jorge Sánchez Morales, cuya actuación a favor del PRI y sus candidatos en el pasado proceso no se ha olvidado ni se olvidará tan fácil dentro del equipo morenovallista.

Que como en diciembre termina el periodo para el cual fue electo Miguel Ángel de la Rosa como líder estatal del PRD y como la afiliación y reafiliación no ha rebasado el 50% de su padrón, lo más seguro es que no habrá proceso interno para renovar su dirigencia.

Que, en ese sentido, Nueva Izquierda –la corriente interna dominante y a la cual pertenece De la Rosa- no dejará el poder a “Los Bejaranos” encabezados en Puebla por Jorge Méndez Espínola, por lo que ya se trabaja a nivel nacional para imponer a una dirigencia de transición, misma que estaría encabezada por el académico Gerardo Aguirre.

Que, por cierto, en público y en privado René Bejarano se ha dicho cercano a algún importante miembro del equipo de transición de Moreno Valle, tanto que el célebre “Señor de las Ligas” ha jurado y perjurado que al menos dos de sus pupilos, Rosa María Avilés y el citado Jorge Méndez, alcanzarán hueso (a nivel de dirección) dentro del próximo gobierno del estado.

Que sin hacer mucho ruido el pasado sábado, en el salón de los telefonistas, se reunieron los grupúsculos identificados con el “Pueblo Bueno” que apoyan a Andrés Manuel López Obrador.

Que en dicha reunión destacaron la presencia del investigador Arnaldo Córdova (autor de la famosa obra “La ideología de la Revolución Mexicana) y del polémico activista y belicoso diputado federal Gerardo Fernández Noroña, y la ausencia de “Los Bejaranos”: Jorge y David Méndez (éste regidor electo del Cabildo de Puebla) y la Avilés.

Que aunque se haya montado al carro de la victoria el pasado 4 de julio, el PRD en Puebla sigue siendo un partido marginal, esquelético y atorado en su desgaste ideológico y en sus disputas internas, esta vez por la repartición de puestos dentro del gabinete de Moreno Valle, tema que dejaré pendiente para una nueva entrega.

gar_pro@hotmail.com

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