Nueva era

Arturo Luna Silva

 

Este martes 1 de febrero Puebla le dijo adiós al PRI.

Así, se inauguró una nueva era en la vida democrática del estado.

Y es que después de poco más de ocho décadas, por primera vez un político que no es el del PRI asumió la gubernatura: Rafael Moreno Valle Rosas.

Aunque nació, creció y se formó en el tricolor, el nuevo mandatario llegó a Casa Puebla como orgulloso militante del PAN y representando los intereses de una exitosa coalición opositora a la que a tiempo se sumaron PRD, Convergencia y Nueva Alianza.

Se acabó la larga noche del marinismo y empezó el morenovallismo, que trae en la maleta la promesa de un nuevo estilo de gobierno, una nueva forma de entender y ejercer el poder, la esperanza del cambio y la oferta de que cumplirá lo que se ofreció durante la campaña.

“Cumplo o me voy”, estableció Moreno Valle, el mismo político hábil y pragmático que supo sortear todas las dificultades y pavimentar su camino hacia el poder, tarea en la que contó con la invaluable ayuda de la líder moral del SNTE, Elba Esther Gordillo, su gran fortaleza al mismo tiempo que su gran sombra.

El nuevo mandatario también se comprometió a castigar los excesos de su antecesor.

“Yo no lo tengo miedo a Marín”, repitió de mitin en mitin, de pueblo en pueblo, y la fórmula funcionó.

Pero la campaña terminó y llegó la hora de la verdad.

Los iniciados, empero, saben que es muy seguro que el esperado ajuste de cuentas con el pasado nunca llegará y que la impunidad triunfará.

Y es que hay pacto y aunque se desconoce si tiene fecha de caducidad, Marín puede dormir en paz.

Al menos en el círculo rojo, todo el mundo entiende el verdadero alcance de la frase que ayer pronunció el nuevo gobernador: “No habrá persecución pero tampoco encubrimiento”.

Pero el pueblo pide pan y circo. Y por eso, la guillotina ya tiene dueño. La cacería de brujas será selectiva, unitaria. Ricardo Henaine, que no es precisamente un santo, habrá de pagar los platos rotos del marinismo. El conocido empresario canalizará el desprecio que buena parte de la sociedad siente hacia el corrupto régimen que ya se fue y del que él fue uno de los grandes beneficiarios.

Moreno Valle llega al poder con un alto nivel de aprobación y esperanza ciudadana. Siete de cada 10 poblanos creen que lo hará mejor, mucho mejor, que Marín. Y la verdad pocas dudas ya hay de eso: basta releer con cuidado el discurso con que Moreno Valle inauguró ayer su mandato. Sobrio, concreto y poderoso. Un discurso que se recordará por mucho tiempo y que si duda fijó el rumbo de los nuevos tiempos que corren.

A diferencia de sus antecesores, Moreno Valle comienza su gestión 2011-2017 con un bono democrático verdaderamente enorme, producto del contundente resultado electoral del pasado 4 de julio.

Y es que fue el hombre que desde el PRI logró derrotar al PRI, y sobre todo a Marín, algo que parecía imposible. Casi un héroe. Héroe que, sin embargo, ahora deberá tocar el suelo y empezar a satisfacer las enormes expectativas que hay sobre su figura.

Moreno Valle ya empezó a gobernar y aunque el camino no estará exento de piedras, hay carta de navegación y firmeza en el timón. Culmina la transición y se consuma la alternancia. Inicia una nueva era. Que sea por el bien de Puebla.

gar_pro@hotmail.com

 

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