El Cerco a Henaine

Arturo Luna Silva

Por si Ricardo Henaine no se ha dado cuenta todavía, su caso es, en los hechos, un Asunto de Estado.

Es decir: de Alta Prioridad para el Nuevo Régimen.

Un tema de Primer Orden que mucho tiene que ver con palabras como legalidad, legitimidad, orden, contundencia, eficacia, ajuste de cuentas y poder.

Mucho poder.

Todo el poder.

Por eso, precisamente por eso, crece -y crecerá aún más- El Cerco (así, con mayúsculas) en torno al empresario.

Cerco político, legal, mediático y hasta psicológico, que en la guerra –y en el amor- todo se vale.

¿O acaso alguien piensa que fue casual, o producto de un simple arrebato, la aparición de “La Chiquillada”, es decir, de los ex directivos del Puebla F.C. que salieron a exigir el pago de 32 millones de pesos a Henaine, socio mayoritario del equipo?

No, si el empresario sigue creyendo que todo es a raíz de la mala suerte, o resultado de una serie desafortunadas coincidencias, se está equivocando.

Y rotundamente.

Van por él, la cacería –que eso es- no tendrá tregua, y ni Manlio Fabio Beltrones, “Don Beltrone”, por muy poderoso e influyente que sea, podrá evitar que su amigo pague la factura que demanda el resentimiento social, y el obligado e inevitable ajuste de cuentas, hacia el marinismo.

Si en algo Moreno Valle no puede darse el lujo de fallar, es en el Caso Henaine.

Parte aguas.

Símbolo.

Parámetro…

Y es que de su desenlace depende el valor real y el peso específico que la sociedad poblana le dará a la palabra del gobernador de Puebla.

(Y ya se sabe que un gobernador sin palabra vale nada, o muy poco).

Si por alguna razón fracasa en devolver a los poblanos el predio que actualmente ocupa Valle Fantástico, como lo prometió durante su toma de protesta, Moreno Valle no sólo quedará en ridículo: también su credibilidad quedará reducida a cero.

Y no habrá resuelto el eterno dilema maquiavélico que agobia a los hombres de poder:

¿Qué es mejor?

¿Qué ofrece mayores rendimientos?

¿Ser amado o temido?

Personalmente, creo que el estilo personal de gobernar (Cosío Villegas dixit) del huésped de Casa Puebla indica que prefiere lo segundo a lo primero, y que el Caso Henaine servirá para probar tal hipótesis de trabajo.

Fuentes enteradas señalan que en las próximas semanas se intensificarán las acciones que buscarán terminar de acorralar al también propietario de El Heraldo de Puebla y presidente del consejo de administración del Aeropuerto de Huejotzingo.

El mismo que, pese a las evidencias y las señales, continúa sin entender el tamaño del enemigo que enfrenta y las razones de fondo que lo motivan.

Para el caso concreto de Henaine, capitular antes de ser derrotado pinta como la opción más viable.

Porque a final de cuentas, siendo pragmático y analizando costo-beneficio, qué es, qué puede ser peor.

¿Perder un brazo?

¿O perder todo el cuerpo?

***

Por cierto: sorprende que hasta hoy, el empresario no haya caminado por la ruta del martirologio.

Ése tirarse al suelo, desgarrarse las vestiduras y declararse un “perseguido político”, fórmula singular pero eficaz que tantos frutos ha dejado en otros casos similares del pasado reciente mexicano.

¿Será que victimizarse no es lo suyo?

¿O tan, tan seguro está de ganarle al gobernador de Puebla?

***

“Yo hablo con el dueño del circo, no con los enanos”.

Más, mucho más subidas de tono, pero en esencia esas fueron las palabras de Ricardo Henaine a Juan Pablo Piña cuando éste, semanas antes del 15 de febrero de 2011, lo buscó por encargo de ya saben quién para ofrecerle dos cosas: negociación y salida digna, respecto al futuro del predio de Valle Fantástico.

La reunión en el hotel Presidente terminaría en malos, pésimos términos.

Y es la hora que “el dueño del circo”, como Salinas, ni lo ve ni lo escucha, mientras los “enanos” afilan la guillotina.

gar_pro@hotmail.com

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