Que el lunes de hace una semana, durante una comida en un conocido restaurante del Distrito Federal, Rafael Moreno Valle y Gustavo Madero habrían llegado a un acuerdo: Juan Carlos Mondragón permanecerá como dirigente del PAN en Puebla hasta el fin del periodo para el cual fue electo, es decir, hasta octubre de 2012. Pase lo que pase el próximo domingo durante la elección de los consejeros estatales del partido. Así que de confirmarse –y mantenerse sobre todo- el arreglo entre el gobernador y el presidente nacional de Acción Nacional, la famosa beca al extranjero va a tener que esperar un rato más.
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Que Ana Teresa Aranda probó otra vez que tiene uno de los colmillos más largos y retorcidos de la comarca, y que más vale maña que fuerza. Cuentan que al ser convocada a Los Pinos por el Felipe Calderón, donde le pidió que apoye el proyecto presidencial de Ernesto Cordero, sólo puso una condición para dar el “sí, acepto”: que le toque presídium siempre que el futuro candidato Cordero encabece reuniones o mítines en Puebla, de tal forma que los morenovallistas que también respaldan al secretario de Hacienda tengan que compartir con ella escenario y reflectores al lado del delfín calderonista.
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Que la molestia que causó en Casa Puebla la inclusión de Ana Tere como consejera a propuesta del Comité Directivo Estatal del PAN, fue desactivada de inmediato por Juan Carlos Mondragón con un argumento simple: es costumbre, vamos, regla no escrita, que el CDE enliste como consejeros a los ex dirigentes estatales del partido, y Aranda lo es, al igual que el alcalde Eduardo Rivera y el delegado federal del Trabajo, Rafael Micalco, dos de los otros elegidos para entrar de esa forma. No fue el caso de Francisco Fraile y Juan Carlos Espina, pues ambos ya son consejeros vitalicios.
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Que Jaime Aurioles es uno de los panistas que perdieron su chamba tras la asamblea municipal del PAN del pasado 22 de mayo, aquella en la que El Yunque enseñó los dientes. De un día para el otro le dieron las gracias en la Secretaría de Desarrollo Social. Y no es el único. Cuentan que la lista es larga. Y todo por remar en una dirección contraria a la del grupo del gobernador.
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Que por irse a España a la beatificación de Juan de Palafox y Mendoza, la diputada Ana María Jiménez quedó fuera del grupo de ocho panistas que serán consejeros a propuesta del Comité Directivo Estatal, es decir, que entraran directo. La legisladora estaba considerada, aunque -eso sí- nadie le avisó, y ella se fue a misa más que confiada. Cuando regresó del Viejo Continente, el plazo para la integración de la lista del CDE ya se había cerrado, y ni cómo hacerle. Ahora sí que ya será para la otra.