Minicumbre Tricolor en Atlixco

Este jueves, al terminar el acto encabezado en Atlixco por el gobernador Rafael Moreno Valle con los presidentes municipales del estado, a quienes repartió cheques por 886 millones de pesos por concepto de participaciones federales, 90 de los 104 alcaldes priístas sostuvieron su propia minicumbre con la dirigencia estatal de su partido en el restaurante Palmira del empresario Alfredo Rivera, presidente del Instituto Político Empresarial del tricolor.

Estuvieron presentes Juan Carlos Lastiri, Antonio Haces y Héctor Sulaimán, líder estatal, secretario de finanzas del CDE y titular de la Fundación Colosio, respectivamente, así como ocho diputados locales y Juan Manuel Vega Rayet, secretario técnico del Consejo Político Estatal del PRI.

Durante el encuentro –convocado por Lastiri-, éste anunció la integración formal de un frente común contra el gobierno federal por la falta de equidad en la distribución de los recursos públicos a los ayuntamientos de Puebla. Y es que de cada peso que ingresa por concepto del pago de impuestos el gobierno federal, 18 centavos son para el estado, y el municipio poblano “mejor” tratado recibe sólo 4 centavos.

Asimismo, los ediles del Revolucionario Institucional recibieron dos noticias, una buena –muy buena- y una mala –muy pero muy mala-.

La primera fue el anuncio realizado por el propio Lastiri en el sentido de que por vez primera, todos, absolutamente todos los alcaldes en funciones y emanados de las filas del tricolor serán designados consejeros estatales del partido. Mientras el PRI gobernó Puebla, los presidentes municipales sólo tuvieron una representación del 30% en el Consejo Político Estatal; la discriminación terminó; el lunes próximo, en La Pastora, pasarán a formar parte del máximo órgano de gobierno del partido.

La segunda noticia no causó tanta gracia como ésta, pues el secretario de Finanzas del CDE les avisó que “en breve” pasará a visitarlos a sus municipios para que se pongan al corriente en el pago de sus cuotas al PRI, obligación que el 99% de ellos ha omitido, lo que en buena parte explica la severa crisis económica por la que atraviesa el partido desde que fue arrojado a patadas de Casa Puebla.

Así que, se dijo, van a tener que romper sus cochinitos y contribuir a las arcas del tricolor, que antes vivía del subsidio del gobierno del estado y ahora se sostiene casi, casi gracias a la caridad de otros gobiernos encabezados por priístas –el de Veracruz, por ejemplo- y de las migajas que le arroja el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que no es precisamente muy generoso.

Hay que decir que, como es natural, varios de los ediles presentes se atragantaron y otros de plano se hicieron los sorditos.

***

Por la mañana del jueves, en una mesa del restaurante del hotel Camino Real de La Vista, Juan Carlos Lastiri terminó de “planchar” al abogado y notario Carlos Meza Viveros para evitar que, de última hora, reventara el ya conocido acuerdo alcanzado entre Mario Marín y Enrique Doger para imponer a Claudia Hernández e Iván Galindo como presidenta y secretario general del Comité Municipal del PRI en la ciudad de Puebla, respectivamente.

Por eso, extrañamente, Meza no emitió ningún pronunciamiento crítico en contra de Hernández –a quien detesta tanto en lo personal como en lo político- ni reclamó su derecho a permanecer en la dirigencia ante un proceso de elección desaseado y que poco ha tenido de legal.

Testigos de esa operación cicatriz fueron la inteligente Enoé González Cabrera, secretaria general durante la dirigencia encabezada por Meza, quien suele no tener pelos en la lengua, y el profesor Miguel Ángel Ceballos.

La noche previa el propio Mario Marín (quien no se ve pero sí se siente) se tomó un café con su nuevo amigo: Enrique Doger; de esa reunión privadísima surgió el humo blanco que impidió que el delegado del CEN, Ranulfo Márquez, designara a su amiga, la poblana Adela Cerezo, como delegada especial del Comité Municipal.

Por cierto que durante el transcurso del día, Lastiri recibió una llamada de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Operación Política y Delegaciones del CEN del PRI, quien lo felicitó por el acuerdo que encumbró a Claudia Hernández, pero también le confesó que los priístas poblanos se quedaron a sólo dos horas de que el Comité Ejecutivo Nacional interviniera el proceso imponiéndoles a un delegado (en este caso, como se ha dicho, delegada).

“Jugaron con fuego”, le dijo el informado –e influyente- ex gobernador de Hidalgo.

gar_pro@hotmail.com

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