Otro pez gordo del marinismo

Todo mundo está de acuerdo en que con el encarcelamiento del ex secretario de Salud de Mario Marín, Rafael Moreno Valle le dio a los poblanos lo que pedían a gritos y, de paso, le dio el toque que le faltaba a su primer año en el poder.

Pero si Alfredo Arango está en el Cereso de Puebla por no poder comprobar el origen lícito de su fortuna calculada conservadoramente en 54 millones de pesos y, sobre todo, por la notoriedad de sus acciones –es decir: la ostentación con que hizo que se supiera de sus inmuebles, autos, viajes, etcétera-, ¿en dónde quedan aquellos otros personajes que, a partir del cambio de administración estatal, pensaron equivocadamente sentirse seguros y a la fecha viven como verdaderos magnates?

En los últimos días mucho se ha hablado de la probable aprehensión de Gerardo Pérez Salazar y David Villa Issa, secretario de Finanzas y subsecretario de Egresos de Mario Marín, respectivamente.

Es de reconocer que ambos, por distintas razones, ya contaban con patrimonios personales amplios desde antes de integrarse al equipo del góber precioso, cosa que de ninguna manera los exonera porque también tienen larga cola que pisarles, pero al morenovallismo se le está olvidando el funcionario –sin duda- más corrupto de todos los que formaron parte de la burbuja marinista.

Sí, ¡exacto!, el mejor conocido como “Porky”, de nombre Jorge Mendoza Velarde, ex subsecretario de Administración.

El mismo que se pavonea por la ciudad en camionetas Mercedes Benz y Land Rover.

Y que cuenta con inmuebles en San Diego, Acapulco y Atlixco, así como en Zavaleta, La Concepción y La Vista Country Club.

Sin contar, claro, las residencias de sus hijos en fraccionamientos de lujo y su casa de playa en Martínez de la Torre, Veracruz.

El estacionamiento de la Secretaría de Finanzas, el “precioso” equipo de futbol financiado con recursos públicos y el contrato con conocida compañía telefónica, son apenas tres de los asuntos que Jorge Mendoza usó para enriquecerse a costillas de los poblanos.

¿No sería interesante, y hasta sano, investigar la procedencia de la fortuna de este ex funcionario, uno de los más cercanos a Mario Marín?

Sí, el gobernador debería ir ahora tras este auténtico pez gordo del marinismo y así como se hizo con Alfredo Arango, exhibir y castigar su enriquecimiento ilícito y el de sus familiares más próximos.

Uno de sus hijos acaba de vender una propiedad por el rumbo de Zavaleta en más de 6 millones de pesos y el propio Jorge Mendoza, a finales de 2011, presumía a todo mundo de la compra de un terreno con valor de 10 millones de pesos.

Y testigos y elementos sobran.

¿Puede un servidor público tener todo esto con un salario nominal de alrededor de 80 mil pesos al mes?

Ya lo reiteró Moreno Valle el pasado domingo en su primer informe de gobierno: no habrá cacería, pero tampoco encubrimiento.

Ojalá siga cumpliendo lo que promete.

gar_pro@hotmail.com

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