PRD: corrupción, impunidad e imposición

Hoy en este espacio publicamos –completo- el resolutivo CU-CNE-12/308/2011 de la Comisión Nacional Electoral del PRD, que preside Iván Textla Solís, emitido el pasado 2 de diciembre y mediante el cual dicho órgano avala a los nuevos integrantes del Consejo Estatal del sol azteca en Puebla para este electorero 2012.

Lo curioso es que a pesar de la impugnación que la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) hizo ante el Tribunal Federal Electoral, por todas las anomalías registradas en las pasadas elecciones internas y que aún no se resuelven, el grupo dominante en el PRD, Nueva Izquierda (NI) –a cuyos integrantes mejor se les conoce como “Los Chuchos”, por Jesús Ortega y Jesús Zambrano-, quiere adelantar para esta misma semana la instalación del Consejo Estatal, dando un albazo al resto de las tribus.

Detrás de la nueva maniobra de imposición está, como siempre, el cacique del perredismo poblano, Luis Miguel Barbosa Huerta, quien nuevamente tiene la encomienda por parte de NI de asegurar el control total del partido en el estado gobernado por Rafael Moreno Valle, pues eso asegura el control total de las candidaturas y de las jugosas prerrogativas, de las cuales nada o muy poco se rinden cuentas.

La prisa es porque ya tienen los tiempos encima y este fin de semana hubo Consejo Nacional; además, la designación de los candidatos a diputados federales y senadores va muy retrasada, en parte por los pleitos entre los líderes y principales miembros de todas las corrientes que, enfrentadas a NI, pelean con uñas y dientes por un espacio.

La gran novedad de este proceso interno 2012 es que “Los Chuchos” se han partido en dos en Puebla, por las ambiciones políticas y económicas desatadas; la unidad entre la Gran Tribu es cosa del pasado.

Barbosa y su fiel escudero, el diputado Erik Cotoñeto, encabezan un bando; el otro lo lidera –aunque con apuros y muchas, muchas limitaciones- Miguel Ángel de la Rosa, a quien Barbosa manejó como títere hasta encumbrarlo como dirigente estatal del PRD y que ahora ya presume sus caballos y ya camina solo gracias a sus buenas relaciones con Casa Aguayo, especialmente con el subsecretario Mario Rincón.

Desde hace varias semanas, además, Barbosa Huerta tiene pleito con uno de los líderes nacionales de Nueva Izquierda: Jesús Zambrano. ¿La razón? No lo quiere para senador plurinominal por Puebla. Pero encuentra protección e impulso en Jesús Ortega, de quien es abogado y a quien le gestiona los apoyos mensuales –de varios ceros- que varios gobernadores del país “donan” a “Los Chuchos”.

Por eso, y antes que otra cosa suceda, su decisión está tomada: Barbosa quiere que la señora Socorro Quezada González sea la próxima dirigente estatal del PRD. De ahí el pretendido madruguete en la instalación del Consejo Estatal, donde según el resolutivo mencionado tiene mayoría.

Desde el pasado viernes, el diputado Cotoñeto está convocando a los consejeros estatales con la complicidad de Roxana Luna –a quien a cambio le prometen apoyo para la diputación plurinominal- para ungir esta misma semana a Quezada y seguir manteniendo el control del partido.

Grupos como “Los Bejarano” comentan que Barbosa Huerta anda “enojado” con el gobierno de Moreno Valle, pues no le han dado todo lo que ha pedido y que según él se merece por haber traicionado a Mario Marín y a Javier López Zavala, con quienes traía acuerdo, para empujar en 2010 la coalición “Compromiso por Puebla”.

Por eso quiere garantizar nuevamente la dirección del sol azteca para supuestamente alejarse del –ahora- “mal gobierno”. De esta forma empezará a simular que critica a Moreno Valle, pero sólo para negociar más dinero, dizque para la campaña electoral 2012.

De lograr su cometido, Barbosa Huerta, Erik Cotoñeto y Socorro Quezada tendrían el control del sol azteca hasta el 2015.

Se apoderarías, entre otras cosas, de las finanzas y todas las prerrogativas que están por llegar al partido: las del IFE y las de la estructura electoral del candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, que ya manejan en todos los distritos electorales de Puebla.

Para dar una idea del tamaño del tamal, en la última gestión –la de Miguel Ángel de la Rosa- se manejaron más de 12 millones de pesos por concepto de prerrogativas propias y apoyos electorales extras.

En la mira de Barbosa Huerta está también, por supuesto, el 2013: y es que de él, y de Nueva Izquierda, dependerá la elección de los candidatos para las próximas elecciones locales, con el atractivo detalle de la ampliación del periodo de tres a cuatro años y medio en el caso de los nuevos presidentes municipales, que pueden otorgar obra pública y contratos de todo tipo.

El profesor Jorge Méndez Spínola, dirigente en Puebla de la corriente Izquierda Democrática Nacional, tiene denunciados a Barbosa y Cotoñete por girar y endosar cheques del propio PRD, que pusieron a su nombre y luego fueron cobrados cínicamente por los asistentes del segundo, es decir, del diputado Cotoñete.

Nada raro en el PRD poblano, donde la corrupción, la impunidad y la imposición ya han echado raíces.

¿Podrán el resto de las tribus del sol azteca poblano impedir la enésima imposición de Barbosa Huerta?

¿Se rebelarán o nuevamente van a aceptar el secuestro del partido?

Por lo pronto, Dolores Padierna, Martha García Rocha, Izquierda Social y otros grupos y líderes del perredismo van a presentar en las siguientes horas una serie de impugnaciones ante la dirigencia nacional para que intervenga y maneje el ya de por sí amañado proceso de relevo en la dirección estatal.

Ojalá se apuren, porque la maquinaria de “Los Chuchos” ya se puso a andar y ya está lista para volver a aplastar y apoderarse de un partido sin remedio, eterna fuente de negocios personales y plataforma política para un grupúsculo obsesionado hasta la médula por el poder y el dinero.

gar_pro@hotmail.com

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