6 de Mayo: inicia la Gran Batalla por el poder

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¿Y después del 5 de mayo, qué?

¿Qué sigue después de la gran celebración por el siglo y medio de la Batalla de Puebla?

¿Qué, luego del reposicionamiento de la marca Puebla, en lo general, y de la altísima, rentable exposición mediática nacional e internacional de Rafael Moreno Valle, en lo particular?

¿Qué, tras el frenético, obsesivo trabajo, y la enorme –verdaderamente enorme- inversión para conseguir que los ojos de miles volvieran  posarse en un estado como este, totalmente desprestigiado, rezagado, ubicado por años en el Top Ten de la Decadencia?

Bueno, casi nada:

Tras la tormenta no vendrá la calma

No esta vez.

Y es que el 6 de mayo, apenas termine la pachanga, arrancará, con todo, la otra Batalla, la Batalla por el poder: en especial, por la presidencia municipal de 4 años y 8 meses.

Un trampolín al cielo.

Un platillo demasiado jugoso como para dejar que se lo coma solo, y a escondidas, cualquier hijo de vecino.

El juego correrá por varias pistas; la principal, claro, la de Casa Puebla.

Las últimas declaraciones y los últimos movimientos de personajes como el secretario de Salud, Jorge Aguilar Chedraui, o el secretario de Infraestructura, Antonio Gali, sólo vienen a confirmar una cosa:

Que si bien hoy se percibe a un claro favorito, un –digamos- adelantado, un puntero que no es sino el secretario General de Gobierno, Fernando Manzanilla, la puja está –y estará- abierta, y todo, cualquier cosa, puede pasar.

Aguilar Chedraui ya ha expresado en voz alta que la idea no le desagrada y que en su momento la buscaría.

Por su parte, so pretexto la inauguración de las obras emblemáticas del 5 de mayo, Gali empezó de pronto a dar discursos donde el acento –y el epicentro- ha sido la ciudad de Puebla, ciudad a la que incluso, montado seguramente en el carrusel de la emoción, llegó a comparar con París.

Un poco más tímido, o más cuidadoso que el secretario de Salud, ha evitado abrirse por completo. No obstante, pronto lo hará. Tras el 5 de mayo, en su momento, dirá en público el “sí, también quiero”.

Nada es producto de la casualidad. Todo forma parte de un plan trazado, diseñado, fríamente calculado por el dueño del poder en Puebla.

Fuentes informadas cuentan que fue el propio Rafael Moreno Valle quien, con todo el colmillo del mundo, por estrategia, por el bien incluso de la supervivencia del grupo, dio el banderazo de salida.

Durante una reciente reunión de gabinete, sin dar rodeos, encaró el tema –que honestamente ya estaba en la boca de todos- y palabras más, palabras menos dijo: ya demostramos que somos un gobierno eficaz; ahora nos toca demostrar que podemos seguir ganando elecciones sin dividirnos, algo de lo que aún dudan algunos.

Y preguntó, seco, directo:

¿Cuáles son las aspiraciones de cada uno de ustedes?

Todos enmudecieron.

El gobernador repitió la pregunta, y entonces por fin hablaron los interesados.

Uno a uno, no sin titubeos y desconfianza, expresaron sus verdaderas intenciones.

Fue ahí, justo ahí, que a la lista que ya integraban Fernando Manzanilla, Enrique Agüera, Pablo Rodríguez, Mario Riestra, Franco Rodríguez y tal vez Enrique Doger, se sumaron: Chedraui, Gali y Amy Camacho, la única mujer –hasta el momento-; la discreta –pero potencialmente competitiva- secretaria de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial.

(En una entrevista radiofónica con Ricardo Morales Sánchez, el informado columnista que más ha escrito sobre este tema, el propio Manzanilla agregaría a: Antonio Gali López, Juan Carlos Natale, Armando Etcheverry y, en el colmo del exceso, hasta a José Juan Espinosa Torres. Hay quien ha querido sumar a la ex contralora Patricia Leal, pero hasta el momento no se le encuentran espolones).

No fue, pues, un descuido el destape de Jorge Aguilar Chedraui, ni un yerro su repentino interés por figurar en medios –a través, por ejemplo, de la inauguración del Hospital de Tecamachalco-.

Como tampoco serán una equivocación las expresiones, directísimas, que vendrán a partir de ahora de estos y otros aspirantes que se irán sumando.

Porque queda claro que más de uno ya tiene boleto.

Y es que la verdad falta mucho, y falta poco, para el 2013.

El año que servirá para empezar a saber qué va a pasar con el morenovallismo: si fue flor de un sexenio o si, por el contrario, consigue comenzar a armar el Gran Proyecto Transexenal que otros gobernadores buscaron y no lograron, y que fue la razón de su fracaso total.

Durante lo que va del gobierno de Rafael Moreno Valle, un estratega y visionario por más que busquen (busquemos) restarle mérito, ha habido tres momentos clave: los primeros 100 días, el I informe y el 5 de mayo.

Todos ellos han marcado, por distintas y diversas razones, un antes y un después. Un parteaguas, para bien o para mal. Ahí está la hemeroteca para comprobarlo.

Y hoy, esta vez, no será la excepción.

Fecha mítica, casi fundacional –por el entramado político que conllevará desde entonces-, el 6 de mayo iniciará, sí, la Batalla, la otra Batalla.

E ineludible, inevitable, precisamente, ocurrirá en medio de la resaca por la fiesta.

gar_pro@hotmail.com

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