Atados a San RMV (9 errores de la campaña del PAN)

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1. No hay un líder o gerente de la campaña, el estratega que define el rumbo de aquélla, un top management. Si bien suele ser poco expuesto y de presencia difusa, en los hechos debe resultar omnipresente. Sentirse aunque no se vea. El PAN en Puebla carece de un personaje de estas características. El dirigente estatal, Juan Carlos Mondragón, lo ha intentado pero no le alcanza y el enviado especial, el michoacano Germán Tena, desconoce tanto el contexto como a los personajes locales, no ha logrado identificar aliados y penosamente se ha vuelto dependiente de las instrucciones –y veleidades- de Casa Puebla. La falta de un líder ha provocado que cada quien jale por su lado, sin brújula, sin plan, sin guía de navegación.

2. Los candidatos, tanto al Senado como a las diputaciones, no han logrado controlar la agenda. Es decir, no han podido enfocar –y hacer suyos- los temas que son hoy más importantes para los votantes: inseguridad, empleo y educación. La teoría del mercado político señala que los adversarios cubren el vacío discursivo, arrebatan los temas y por eso ganarán. Eso está pasando en Puebla, donde no hay tema central de campaña y menos, mucho menos por parte del PAN. No es que en el PRI sean brillantes, sólo sucede que están resultando prácticos.

3. Han sobrevalorado la lealtad del voto duro panista. Diversas señales les han indicado el cambio en la naturaleza del voto hacia los partidos. Ahora mismo el voto leal a los partidos –o voto duro- está perdiendo relevancia, a favor de un constante crecimiento del voto volátil, es decir, el de quienes muestran un patrón de votación a favor de dos o más partidos y una baja probabilidad de elegir siempre el mismo partido. Los panistas poblanos siguen pensando que con su sola “clientela” les va a alcanzar para ganar el 1 de julio. Están totalmente equivocados. Los jóvenes parecen estarse inclinado hacia Andrés Manuel López Obrador y las mujeres hacia Enrique Peña Nieto. ¿Y Josefina Vázquez Mota? Bien, gracias.

4. Salvo contadas excepciones –como podría ser Javier Lozano Alarcón-, han menospreciado el enorme potencial de las redes sociales, principalmente Twitter y Facebook. Nadie les ha dicho que más que mítines llenos de acarreados, visitas domiciliarias sin sentido y ruedas de prensa sin tema, las redes sociales son hoy por hoy la mejor vía para conectar a potenciales votantes de manera rápida, mejor y mucho más barata. Candidato que no esté, por ejemplo, en Twitter y en las discusiones que ahí se realizan, y que no maneje su cuenta personalmente, sencillamente no existe. Como dicen los expertos: las redes sociales dan al anónimo popularidad, al discriminado integración, al diferente igualdad y al carente de afecto nuevas relaciones. Habría que agregar: y al candidato votos, muchos votos.

5. No son pocos los candidatos del PAN a diputados federales –he hablado con varios de ellos- que no saben siquiera cuáles son sus objetivos: número de votos a conquistar, nivel actual de posicionamiento, porcentaje de penetración, grado de conocimiento, estructura de movilización, presupuesto disponible, etcétera. En el caso de algunos, la situación adquiere niveles de dramatismo: sencillamente no están haciendo campaña. Durmiendo plácidamente en la hamaca y sin arriesgar absolutamente nada –y dinero menos-, se encuentran a la espera de que San Rafael Moreno Valle les haga el milagro y los haga ganar de una u otra manera. El pésimo candidato Néstor Gordillo es uno de los esperanzados en poder librarla gracias a la fuerza y arrastre mediático del gobernador de Puebla.

6. Los candidatos panistas no han logrado superar la división interna y la doble campaña: la de aquéllos vinculados con Casa Puebla (Lozano Alarcón, Néstor Gordillo, Blanca Jiménez, etcétera) y la de quienes no pertenecen al grupo (Augusta Díaz de Rivera, Enrique Guevara, etcétera). El derroche de recursos y el acceso a medios no ha sido parejo, y se ha notado. Fue hasta finales de la pasada semana que empezó a uniformarse el mensaje (“Para seguir transformando Puebla”) y a instalarse espectaculares con la imagen, por ejemplo, de Lozano Alarcón y Díaz de Rivera, los aspirantes al Senado que –como todo mundo sabe- no se soportan. Pero las diferencias entre la dirigencia del PAN y los operadores morenovallistas continúan. Y especialmente por una razón: los primeros aún creen en la victoria de Josefina Vázquez Mota; los segundos, dan prácticamente por “muerta” a la candidata a la Presidencia, y lo peor: lo dicen abiertamente, sin asomo de pena. Mientras los panistas de Puebla no logren conciliar sus enormes diferencias, o al menos posponerlas para cuando termine el actual proceso, el triunfo del PRI será no sólo una opción, sino una realidad.

7. No hay campaña de Vázquez Mota en Puebla –ni siquiera lo que se conoce como “campaña sin candidata”- y eso empieza a jalar hacia abajo en las preferencias a los candidatos al Senado y a las diputaciones, quienes ya lo resienten –y ven- en las últimas encuestas. Los poblanos no saben aún por qué les conviene votar por ella y por qué desechar las opciones de Enrique Peña Nieto o Andrés Manuel López Obrador. “Soy diferente”, afirma. Pero ¿diferente en qué? Esa es la pregunta que no han logrado responder ella ni sus voceros –si es que éstos existen-, a pesar de que Puebla es uno de los cinco estados que, por el tamaño de su padrón, resultan decisivos para inclinar la balanza en la carrera a Los Pinos. La ausencia –física y propagandística- de la abanderada en el estado ha dejado vacíos que, con un poco de más olfato, han logrado llenar los priístas a favor de sus candidatos.

8. La presencia en medios de comunicación de la candidata presidencial es también prácticamente nula, debido a la falta de oficio y operación política de los encargados de la campaña, y los pocos impactos son casi siempre negativos, y sin réplica. La falta de reflejos también ha sido significativa. Ocurrió hace poco: mientras Juan Carlos Mondragón daba una rueda de prensa para decir que las descalificaciones de Elba Esther Gordillo contra Josefina son una muestra de su temor a que ésta sea presidenta, en redes sociales ya circulaba, y se reproducía por miles, un video donde la propia Vázquez Mota aparecía llamando “Mi querida amiga” a la lideresa del SNTE. Nadie fue capaz de advertirle a Mondragón y menos de sugerirle que sólo estaba haciendo el ridículo y que el tema, su “gran tema”, ya se lo habían matado en You Tube, e incluso antes de que terminara su famosa rueda de prensa. Lo dicho: no traen reflejos.

9. “Quienes han participado alguna vez en una campaña exitosa tienden a reproducirla en otras circunstancias, lo que es una equivocación radical. Ninguna campaña se parece a otra. La gente cambia permanentemente, las circunstancias también. Lo que en una ocasión fue bueno, en otra produce desastres”, dicen Jaime Durán Barba y Santiago Nieto, dos de los consultores políticos y electorales más importantes de América Latina. La cita viene al caso porque hay algunos candidatos del PAN que quisieran reproducir, y fielmente, la campaña de Rafael Moreno Valle a la gubernatura en 2010, ciertamente exitosa. El problema es que olvidan eso: ninguna campaña es igual a otra. Los actuales candidatos del PAN creen que la sola inercia de 2010 los hará triunfadores este 2012. El mismísimo Juan Carlos Mondragón es uno de los que piensa así. “Lo mismo decían las encuestas en la elección de 2010 en Puebla, unas llegaron a darle hasta 30 puntos de ventaja al PRI, sin embargo, los candidatos del PAN ganaron la elección por un amplio margen de ventaja”, dijo, por ejemplo, este fin de semana. Craso error. Y en el pecado llevarán la penitencia.

gar_pro@hotmail.com

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