El Misterioso Caso de Leydi Madalyn

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Qué cosas tan extrañas suceden en el mundo del sistema judicial de Puebla.

Y es que una investigación oficial en curso empieza a develar peligrosas e importantes relaciones de poder que las prisas, o las inercias, han dejado un tanto ocultas.

Burdos conflictos de interés que ponen en evidencia -una y otra y otra vez- qué tan podrido está el poder encargado de administrar la ley en el estado.

Resulta que en el transcurso de los ya innumerables litigios que sostiene el empresario Ricardo Henaine Mezher contra el gobierno de Puebla ha salido a la luz un extraño personaje con extrañas habilidades, entre ellas la de la omnipresencia.

Se trata de Leydi Madalyn Vargas Escalona.

¿Quién es esta mujer?

Oficialmente, según documentos a la vista, se ha ostentado como una de las abogadas de Grupo Rihemez S.A. de C.V., Inmobiliaria Hena S.A. de C.V. y Futbol Soccer S.A. de C.V., las empresas del citado Ricardo Henaine Mezher.

Como tal, Leydi Madalyn ha promovido una serie de amparos ante diversos Juzgados de Distrito buscando, como es natural, la protección de la justicia federal.

En todos ellos, invariablemente se ha acreditado bajo la cédula profesional 5713068 y un solo domicilio convencional: el ubicado en Avenida Reforma Sur 160-B, colonia La Paz, de la ciudad de Puebla.

Hasta ahí no hay ningún problema. La abogada es libre de representar, o dejar de representar, a quien guste y mande, en el ejercicio de su profesión.

El conflicto surge cuando la misma Leydi Madalyn Vargas Escalona aparece involucrada, también como representante legal, en los litigios de otro personaje más que singular: el ex juez Enrique Romero Razo.

Uno de los documentos en específico –que hoy se publican- no deja lugar a dudas. En él se señala, textual:

“CIUDADANO JUEZ DE DISTRITO EN TURNO.

LICENCIADO ENRIQUE ROMERO RAZO, por mi propio derecho y señalando como domicilio para recibir todo tipo de notificaciones, el ubicado en AVENIDA REFORMA SUR NÚMERO 160-B, colonia La Paz, de esta ciudad, autorizando para que en mi nombre y representación las reciban; así como en términos amplios del artículo 27 de la Ley de Amparo a los Licenciados en Derecho LEYDI MADALYN VARGAS ESCALONA, con número de cédula profesional 5713068 registrada ante los tribunales de circuito y juzgados de distrito con el número de registro único 111509…”

La pregunta es obligada:

¿Qué hace esta mujer como abogada, al mismo tiempo, de Ricardo Henaine Mezher y de Enrique Romero Razo?

Del mismo Enrique Romero Razo que en hace unos meses saltó a la fama porque, entre otras cosas, se aventó la aberración jurídica de dictar una “medida cautelar” para otorgarle al mismísimo Henaine la administración del equipo Puebla.

Un espinoso asunto que, por cierto, terminaría por revocar otro juez, Ruperto Leonardo Treviño Musalem, al que misteriosamente le depositaron un cheque por 1.2 millones de pesos de Paco Bernat y luego lo publicaron como si éste hubiera sobornado al citado Treviño Musalem.

El escándalo, como se recordará, le costó a Romero Razo dejar de ser juez, pero eso es lo menos importante.

Lo verdaderamente trascendente es la clara, obvia, hasta burda simbiosis entre Henaine y Romero Razo, unidos en secreto (bueno, ya no) por una misma abogada que, en el colmo del cinismo, señala el mismo domicilio para oír y recibir notificaciones en ¡documentos oficiales!

Mucha hebra va a salir de este círculo perverso. Temas como tráfico de influencias, corrupción, chantajes y falsificación, estarán sobre la mesa.

No se pierda el próximo capítulo de esta bonita telenovela: El Misterioso Caso de Leydi Madalyn.

Pronto, en cartelera.

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***

El líder charrito del sindicato de trabajadores del ayuntamiento de Puebla, Israel Pacheco Velázquez, volvió a las andadas.

No sólo ha sido capaz en los últimos días de instigar a sus huestes para golpear a reporteros que osan exhibirlo como lo que es: un chantajista profesional.

También arremete nuevamente contra el gobierno municipal, al que quiere doblegar mediante manifestaciones y paros que sólo obedecen a su agenda político electoral: es porrista de los priístas Enrique Doger y Manuel Bartlett.

Israel Pacheco es el único dirigente sindical que en estos tiempos se atreve a exigir un aumento salarial de ¡dos dígitos! (de 15%, para más señas), más toda clase de prestaciones y beneficios (nada más pretende 450 nuevas plazas y modificaciones a 170 cláusulas del contrato colectivo de trabajo).

No por nada ya le declararon ilegal el emplazamiento a huelga que, en su terquedad, presentó quien insiste en mezclar la coyuntura electoral con los asuntos de su sindicato.

Quizá por eso este jueves andaba lloriqueando por los pasillos del ayuntamiento y jurando que se las van a pagar.

El gobierno ha garantizado la prestación de los servicios públicos a los ciudadanos, se le pase o no el berrinche a Israel Pacheco, quien ciertamente tuvo comiendo de su mano a Luis Paredes, Enrique Doger y sobre todo Blanca Alcalá, pero esta vez, con Eduardo Rivera, se ha topado –y se seguirá topando- con pared.

gar_pro@hotmail.com

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