El apretado triunfo de Enrique Doger Guerrero en las pasadas elecciones federales debe obligar al ex rector, ex alcalde y ahora diputado federal electo a reflexionar seriamente sobre sus verdaderas posibilidades para repetir como presidente municipal de Puebla en 2013, su nuevo –y cantado- proyecto político personal.
En ese sentido, antes de echar las campanas al vuelo, sería bueno que objetivamente analizara los elementos positivos y negativos de su campaña.
Doger fue, ciertamente, el único de los priístas que ganó un distrito en la capital del estado, los demás fueron para el Partido Acción Nacional y, en concreto, para los candidatos del gobernador Rafael Moreno Valle: Blanca Jiménez, Marisa Ortiz y Néstor Gordillo.
Doger soportó la fuerza de la Ola Amarilla que generó Andrés Manuel López Obrador como elemento único y central.
Doger arrastró la poca presencia del PRI como marca en su distrito y en la ciudad de Puebla en general.
(Por más que ahora le encuentren virtudes divinas, la verdad es que Enrique Peña Nieto no fue un impulso para los aspirantes priístas en la capital, debido, entre otros factores, a los ataques de los cuales fue víctima para disminuirlo ante sus contrincantes. Más bien fue una especie de lastre, que hundió a Pablo Fernández del Campo y Nancy de la Sierra, y a la candidata al Senado, Blanca Alcalá, que incluso perdió en la ciudad que gobernó).
Doger pudo sortear la gran campaña realizada por su rival del PAN, Enrique Guevara, apoyado con todo por una facción de El Yunque.
Eso como elementos, digamos, positivos.
Pero hubo otros puntos que no le beneficiaron mucho y menos ante los ojos de sus enemigos, que no son pocos.
Veamos:
Durante su lucha muchos lo dieron por muerto durante el proceso electoral, incluso algunos muy cercanos a él como la encuestadora de José Zenteno, Mas Data, que lo ubicó siempre por debajo del ex candidato de las izquierdas, Mario Chapital, hasta por nueve puntos.
Esta misma empresa fue utilizada para impulsar en Puebla la imagen de Andrés Manuel López Obrador y de Manuel Bartlett Díaz, manipulando las cifras o simplemente fallando en los resultados de su investigación metodológica.
Que nadie se extrañe si Doger decide cambiar de compañía para sus futuras mediciones. Cuentan que más que enojado, quedó decepcionado de quien siempre creyó un aliado.
Otro aspecto tiene que ver con la presencia dentro de su grupo político de Alejandro Oaxaca Carreón, actualmente diputado local gracias a Enrique Doger, quien lo apoyó para ser su suplente y, sin embargo, cayó bajó el encanto de la fuerza lopezobradorista y aceptó ser candidato a legislador por las izquierdas en el distrito de Cholula.
A la postre, Oaxaca perdió, a pesar de que la propia encuestadora Mas Data lo colocaba en primer lugar, y ahora ha quedado lejos, muy lejos de los afectos del futuro diputado federal.
Si de verdad quiere regresar a Palacio Municipal, Doger tendrá que hacer varias cosas.
Definir bien sus relaciones peligrosas y fortalecer las que le pueden ayudar a construir una posible candidatura a la presidencia el próximo año.
No debe despreciar a ninguna, mucho menos a las que se enfrentó en el pasado.
Ha empezado a tejer una buena relación con operadores eficientes como el diputado local Gerardo Mejía, quien ha marcado cierta distancia de su anterior jefe político, Javier López Zavala.
Pero sobre todo deberá ganarse la confianza de los seguidores de Blanca Alcalá, de Alejandro Armenta y de los muchos, muchos heridos que ha ido dejando en el camino Rafael Moreno Valle, así como de los grupos emergentes que son chiquitos pero a la hora de la hora ayudan a definir las elecciones.
Mucha, mucha tarea tiene por delante si de verdad va en serio lo de luchar por la Presidencia Municipal. La de 4 años y 8 meses.
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Nuevos nubarrones se ciernen sobre la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope) Puebla.
Y es que un oficio de la Secretaría de Economía (SE) del gobierno federal, avalado por la Concanaco, ha pedido al actual presidente de la Canacope, Bernardo Bojalil Daou, un informe detallado sobre las numerosas anomalías denunciadas por los socios del organismo, algunas de las cuales aquí: http://www.pueblaonline.com.mx/garganta_prof/?p=4325 , y en otros medios se han reportado.
El problema, entre otros, para Bojalil es que la respuesta a la SE debe ser validada por los socios, que francamente apuestan mejor por la disolución del Consejo y la destitución del presidente ante el verdadero cochinero en que ha convertido su “administración”.
Tiene varias semanas, ciertamente, que el mencionado oficio llegó a la Canacope, pero por las elecciones del pasado 1 de julio no se había dado a conocer.
Sin exagerar, la situación es crítica, pues si así lo considera prudente y legal, la SE podría disolver el Consejo, dejando en una posición de completa vulnerabilidad a una cámara que, en su tiempo, fue ejemplo de orden y estabilidad.
Mientras eso sucede, los socios que denuncian a Bojalil, insisten en una parálisis del organismo y en un manejo totalmente discrecional de los recursos económicos, pues sigue sin autorizar la existencia de una cuenta bancaria mancomunada para el control y la salida del dinero que obtiene la Cámara mediante el pago de cuotas y otros conceptos.
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Un presunto desfalco por un millón de pesos y una red de tráfico con vales de gasolina, se suman a la larga lista de irregularidades detectadas por las autoridades en la Universidad del Desarrollo del Estado de Puebla (UNIDES).
¿Quién dijera que uno de los temas favoritos del rector José Ojeda Bustamante fue, y hace no mucho, el de la transparencia?
No cabe duda que en este sexenio, varios, con un poquito de poder, se han vuelto completamente locos, locos, locos.