El Lado Oscuro del “Dinamita” Jared

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Sin el menor ánimo de defender a los magistrados cuya jubilación ya ha sido autorizada y que durante años medraron mal administrando la justicia en Puebla, sus sustitutos no pueden animar en lo más mínimo sobre nuevos y mejores tiempos en el poder Judicial del estado.

Tal es el caso del abogado Jared Albino Soriano Hernández, de sobra conocido en el medio de la judicatura por su fama de irascible y violento, que le ha traído, irónicamente, líos con la justicia.

El nuevo magistrado del TSJ no sólo ha sido demandado en un par de ocasiones por el pago de pensiones alimenticias, también mucho ha dado de qué hablar respecto a su vida personal, de la cual aquí, sin embargo, no se abundará.

Pero más allá de esto, no son pocas las historias donde los puños del personaje han sido protagonistas de escandalosos episodios en el ámbito judicial.

Ahí están, por ejemplo, abogados como Gabriel Atalo Maldonado Fernández de Lara, quien fue víctima de una golpiza el 21 de agosto del 2002, en el interior de las oficinas del Juzgado Quinto de lo Civil de la ciudad de Puebla, en donde era titular en ese entonces Jared Albino Soriano y quien se molestó por el reproche que le hizo el litigante por el retraso en el avance de su expediente, el 237/2001, radicado en dicho juzgado.

El agraviado, que en ese entonces tenía 55 años, fue sacado a empellones por el juez y como se resistió, con toda la alevosía y ventaja  fue molidos a golpes y patadas por el ahora magistrado, quien en ese entonces tenía sólo 35 años de edad, por lo que además de abusar de su cargo, también echó mano de su ventaja física para moler a golpes al leguleyo, quien sufrió múltiples fracturas y tuvo que ser hospitalizado.

Este caso, en su oportunidad, originó que el abogado agredido acudiera a la Dirección de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia, a formular denuncia en contra del entonces juez quinto de lo civil; empero, el entonces encargado de esa oficina, Juan Felipe Reyes Matamoros, ni siquiera se molestó en radicar ni asignarle número de averiguación previa; por el contrario, sólo le dio largas hasta que aburrió a la víctima y el asunto terminó por irse al archivo.

A fin de apaciguar protestas del foro poblano de abogados hace diez años, el presidente del TSJ, Guillermo Pacheco Pulido, a fin de protegerlo, determinó mandarlo como juez a Xicotepec de Juárez a manera de “castigo” en lo que pasaba un poco el escándalo.

Hace poco fue perdonado y nombrado juez civil en San Pedro Cholula, donde tuvo la oportunidad de ganarse los favores de la actual clase política en el poder, con el controvertido litigio sobre Valle Fantástico, y ahora por dedo divino ha sido elevado a rango de magistrado.

Qué nadie se extrañe si ahora, con tanto poder, a Soriano Hernández le da por regresar a sus tiempos de pugilista para resolver lo que la inteligencia no puede.

Sí, de mal en peor va la justicia en Puebla. Ya nada más falta que el gobernador Rafael Moreno Valle imponga a su amigo Roberto Grajales Espina como nuevo magistrado y presidente del TSJ, cosa que sucederá a más tardar a inicios del próximo año.

gar_pro@hotmail.com

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