La Mugre del CESPEP

Cuentan que desde la llegada de Mario Alberto Rincón González como encargado de despacho de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Estatal de Seguridad Pública del Estado de Puebla (CESPEP) en diciembre de 2012, las cosas en el organismo, al menos desde el punto de vista laboral, han ido de mal en peor, pues los despidos injustificados, las reducciones de sueldos, el acoso por parte de los mandos y los contratos con caducidad de un mes, son el pan de cada día entre el personal.

Trabajadores del CESPEP aseguran que incluso ya no disponen del servicio médico proporcionado por el ISSSTEP; de hecho, hasta el momento existen varias demandas por despido injustificado.

Por ejemplo, al personal de intendencia con antigüedad de diez años se le obligó a firmar su renuncia, cuando en realidad se les corrió. Lo anterior, por órdenes de Guadalupe Álvarez Aguilar, secretaria particular del encargado de despacho de la Secretaría Ejecutiva, para contratar a una empresa de limpieza, propiedad de un familiar suyo.

Antes se compraban garrafones de agua de marca, hoy se presume el consumo de agua de vulgares ‘llenaderos’, toda vez que los garrafones están etiquetados con logotipos del CESPEP.

fgarrafon

En los baños, el papel sanitario es un papel de estraza usado comúnmente en taquerías.

En diciembre pasado, por supuesto, no hubo cena de Navidad. Los acostumbrados obsequios de fin de año que dan los proveedores quedaron en manos de los directores de diferentes áreas.

Y qué decir del mobiliario, que no cumple con los mínimos de seguridad y/o confort necesarios para un personal con actividades mayormente sedentarias.

En el área de Telmujer, una empleada presentó una amenaza de aborto, tras caer de una silla a la que se le desprendieron los tornillos.

Pero eso no es todo: enfermarse o solicitar una incapacidad es un lujo a disposición de los mandos, ya que ambas están prohibidas para el personal.

-¡Para eso están las vacaciones!, replican los jefes.

Otra empleada, esta del área de Denuncia Anónima (089), fue obligada a presentarse a trabajar luego de una operación en la matriz, por órdenes del director administrativo, Rafael Pérez Mendoza, quien la amenazó con causar baja automática si no regresaba a laborar.

Entre otras conquistas laborales perdidas en el CESPEP están las plazas, que han reemplazadas por contratos mensuales, así como los estímulos por puntualidad, capacitación y trabajos valiosos, pagaderos habitualmente en los meses de julio y agosto. Todo eso se terminó, y los empleados ya lo resienten pues ahora trabajan más pero ganan menos.

A pesar de los recursos millonarios de que dispone el organismo, el equipo con que opera el área del 066 y 089 es obsoleto.

Y más aún cuando en estos momentos el personal de ‘calidad’ a cargo de Gabriel Moreno, Luis Guillermo Molina Mata y Francisca Cuautle, con tal evitar perder la ‘certificación’ ISO9000, pretende ‘borrar’ y hacer públicos –a la empresa que certifica- los errores cometidos a la hora de atender y despachar emergencias. Cosa que sabe cualquier reportero de la fuente policiaca con un poco de olfato periodístico.

De más está decir que éstas y más situaciones han provocado un ambiente ríspido y tenso entre el personal, donde todos se cuidan de todos y donde todos son sospechosos de alguna falla, sea de palabra, obra u omisión.

Tener un acercamiento con Mario Rincón es una misión imposible, ya que el feroz “guardián” a la entrada de su oficina, Guadalupe Álvarez Aguilar, precisa de una cita para hablar con él y de no contar con ella, simplemente solicita la presencia de los escoltas del secretario para retirar a los ‘intrusos’ del lugar.

Pero eso sí: la precampaña del funcionario para ser candidato del PAN a diputado va viento en popa. No importa que el CESPEP se esté desmoronando internamente y que tenga un rumbo errático.

Hace no mucho el organismo vivió una enorme crisis, debido al escándalo en que los guaruras del ex titular, Mauricio Tornero, se vieron inmiscuidos tras ser videograbados robando una moto en el fraccionamiento La Vista Country Club.

Desde entonces se pensó que las cosas habían cambiado en el Consejo Estatal. Pero no. De ninguna forma.

Ojalá que ahora que se vaya Rincón para cumplir con su aspiración política personal, llegue un verdadero servidor público, que ayude a limpiar la mugre y a sacarlo del hoyo en el que se encuentra para desgracia de propios y ajenos.

gar_pro@hotmail.com

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