Peña Nieto: Reprobado en Puebla

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En Puebla, la mayoría -seis de cada 10- reprueba al presidente de la República.

Así lo revela una encuesta realizada por el Centro de Estudios Consultivos, una de las empresas más acreditadas en el mercado local, encabezada por Manuel Martínez.

Las cifras del CEC reflejan un abandono absoluto por parte de Enrique Peña Nieto hacia los asuntos del estado y peor: hacia los temas que incumben a los poblanos.

Como diría el clásico: ni se le ve, ni le escucha, ni se le siente.

Aquí su gobierno ha pasado “de noche”.

Como en el resto del país, el mandatario federal alcanza malas, muy malas notas entre los ciudadanos.

En enero de este año era desaprobado por el 38.2 por ciento.

Pero a septiembre pasado, esa cifra ya había pasado a 55.7 por ciento.

El salto coincide con los extravíos de Peña Nieto, más preocupado por negociar con las cúpulas sus reformas estructurales –la educativa, la energética y la fiscal, principalmente-, que por empezar a cumplir sus promesas de campaña.

3-garganta

Peña Nieto ganó las elecciones en 2012 y asumió el poder en medio de grandes expectativas ante el regreso del PRI a la Presidencia.

A la fecha, ese optimismo se ha convertido en decepción, al menos en este estado.

Son pocos los poblanos que siguen creyendo que el ex gobernador mexiquense representa un cambio, es decir, algo mejor a lo visto durante los 12 años que el PAN (des) gobernó con Vicente Fox y Felipe Calderón.

Y es que no hay un solo programa federal que esté funcionando o beneficiando realmente a los ciudadanos y el “estrella” del sexenio, la Cruzada Nacional contra el Hambre, sencillamente no camina, o sí: sólo en el discurso, la burocracia y la corrupción.

Lo peor es que no se ve cómo Peña Nieto cambiará el estado de las cosas.

Subir impuestos y divorciarse de la clase media y de la clase empresarial, no parece que sea el mejor plan.

Hoy, en Puebla, 14.8 por ciento cree que el presidente no trabaja, 12.6 por ciento que es deshonesto, 11.8 por ciento que es inculto, y 8.5 por ciento no lo aprueba porque le atribuye el aumento en los precios.

El agonizante 2013 ha sido un año perdido y mientras el presidente siga en su burbuja, distante y ajeno –física, política y económicamente- a la realidad de los estados y de sus ciudadanos, el proyecto corre el riesgo de fracasar.

Al paso que va, Peña Nieto puede pasar a la historia como quien consiguió regresar al PRI al poder tras dos sexenios de ostracismo, pero también como el priísta que se lo regresó a la oposición seis años después.

gar_pro@hotmail.com

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