Morena: Muerte y Resurreción del Caudillo

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Un partido llamado Morena, así podría ser el inicio de esta historia política emprendida por uno de los pocos caudillos en el país: Andrés Manuel López Obrador.

Más allá del registro que obtenga Morena -posiblemente en marzo delo 2014 por parte del Consejo General del IFE- como partido político nacional, hay que verlo desde varios ángulos políticos.

Para los teóricos de las ciencias políticas, el nacimiento de Morena deberá ser un estudio de caso interesante, pues vendrá a recomponer el viejo sistema de partidos en México y las vertientes de izquierda sufrirán un reacomodo.

Sin restarle méritos propios a todos los seguidores del lópezobradorismo, dicho partido es el resultado de toda una gestación emprendida por el “mesías tropical” AMLO, misma que empezó desde el 2006 con sus movilizaciones de resistencia pacífica, después con el “gobierno legítimo”, más adelante con su oposición al calderonismo y su reforma energética, hasta arribar a las elecciones presidenciales del 2012 y desconocer al gobierno de Enrique Peña Nieto.

Ningún otro movimiento social y de masas ha sido tan importante como las concentraciones convocadas por el llamado “Peje”, actos que le siguen causando repulsión al poder mismo, a la derecha y a la propia izquierda legal como el mismo PRD.

Aunque los “Chuchos” y demás tribus perredistas lo nieguen, es la mayor escisión política que ha tenido el PRD en su historia de más de 25 años de vida.

Con la imagen propia de un líder carismático y como símbolo de una bandera partidaria, AMLO recorrió el país por más de un año y formalizo orgánicamente su partido político, en donde muchos son y provienen del sol azteca, o de movimientos sociales; otros son votantes históricos de la izquierda y con una presencia interesante entre los jóvenes.

Desde septiembre del 2012 empezó la aventura de Morena y acaba de terminar en la primera quincena de noviembre con sus 20 asambleas estatales, mismas que se requieren para cumplir con el IFE y así lograr su registro legal como partido.

A diferencia de otros esfuerzos políticos, como Concertación Mexicana de Manuel Espino, Morena logró reunir a más de 95 mil asistentes en diferentes estados: Oaxaca con 6, 691 afiliados; Puebla, 4,090; Tlaxcala, 3,312; Veracruz, 5,225; Baja California, 3,177; Chiapas, 3,458; Hidalgo, 6,114; Tabasco, 5,802; Guerrero, 3,119; Morelos, 4,020; Zacatecas, 4,816; Chihuahua, 3,176; Jalisco, 4,202; Michoacán, 3,552; Estado de México, 7,979; Tamaulipas más de 3,500; Quintana Roo, 3,098; Guanajuato 4,211, y Distrito Federal con 11,169 afiliados.

Es decir, cubrieron de norte a sur y de los 32 estados solo les faltaron 12; se posicionaron en estados y regiones en donde no había presencia de la izquierda; en varios estados su padrón es más grande que el del PRD y lograron afianzarse en donde los padrones nacionales son los más grandes: DF, Estado de México, Veracruz, Puebla y Oaxaca, entre otro.

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Así, nadie duda de la irrupción electoral del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para las elecciones intermedias del 2015, con candidaturas propias en los 300 distritos electorales federales. Si hará alianzas electorales con el PRD u otros partidos nadie lo sabe, pero una cosa es segura: no caminará en este tramo con el perredismo.

Por supuesto que su presencia vendrá a modificar el mosaico político nacional, habrá una correlación de fuerzas tanto en el espectro de la izquierda partidaria como en el ámbito cameral.

Es claro que de los tres partidos que siempre se han beneficiado del capital político de López Obrador (PRD, PT y MC), el principal de ellos sufrirá una gran merma en sus votos y tal vez el más proclive a perder su registro en un mediano plazo será Movimiento Ciudadano.

Solo como ejemplo: en Puebla, durante la campaña presidencial del 2000, el PRD junto con el PT y Convergencia obtuvieron 208 mil 688 votos y fueron la tercera fuerza. En 2006 con la candidatura de AMLO, la coalición “Por el Bien de Todos” logró 638 mil 718 votos por encima del PRI y pasó a ser la segunda opción electoral. En los comicios del 2012 la candidatura de López Obrador alcanzó 853 mil 320 votos, convirtiéndose en la primera fuerza electoral en el estado.

Todo apunta, y por varios factores políticos, a que en Puebla, Morena desplazará en un corto tiempo al torpe perredismo local.

Su candidatura en la última elección federal llevó a una buena cantidad de diputados y legisladores a ambas Cámaras, entre ellos al senador Luis Miguel Barbosa Huerta y a la legisladora federal Roxana
Luna.

Este nuevo partido no es resultado de procesos de unidad de la propia izquierda, tampoco proviene de movimientos de resistencia social, menos aún es una expresión que recoge ideológicamente los valores de la izquierda, más bien será un partido sistémico, electorero, popular, nacionalista y progresista, hasta ahí.

Por otro lado, el gobierno de Peña Nieto y el PRI tendrán que apresurar sus llamadas reformas estructurales en el país, antes de la presión que ejerza AMLO, sus movilizaciones, sus legisladores federales y el nacimiento de Morena.

“Haiga sido como haiga sido”, pero el Movimiento Regeneración Nacional está en la escena nacional: Vicente Fox no pudo desaparecerlo, tampoco Felipe Calderón Hinojosa, menos “Los Chuchos”, y ahora este régimen tendrá que lidiar y enfrentar al caudillo López Obrador.

gar_pro@hotmail.com

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