Nuevas evidencias confirman el enriquecimiento ilícito de Israel Pacheco Velázquez, el dirigente del sindicato del ayuntamiento de Puebla que se ha dado una vida llena de lujos a costa del sudor de los trabajadores municipales. Y es que no son únicamente la adquisición de departamentos, casas y terrenos; la creación de empresas “pantalla”; el derroche en vehículos, y el turismo internacional de su familia. Ahí están, también, los numerosos viajes de placer que él se ha dado recientemente en Cancún, Guadalajara, Monterrey, Mérida y Huatulco, al estilo de los nuevos ricos: en primera clase, hoteles de lujo, opíparas comidas y el mejor shopping en las más exclusivas plazas comerciales.
A Israel Pacheco, Puebla le ha quedado chica, pues en los últimos tiempos no ha dejado de viajar para relajarse –seguramente- de las fuertes presiones que implica dirigir un sindicato que ha exprimido económicamente hasta el cansancio y que, entre otras cosas, le ha servido para acumular una verdadera fortuna que sólo se explica desde la corrupción, la transa y el chantaje a los últimos cinco presidentes municipales: Mario Marín, Luis Paredes, Enrique Doger, Blanca Alcalá y Eduardo Rivera, unos más cómplices que otros de este auténtico “Frankenstein”.
Una simple consulta a los sistemas de dos conocidas aerolíneas nacionales refleja la hiperactividad de este oscuro personaje que, como todo mundo sabe, no resistiría una auditoría.
Veamos algunos de sus periplos:
Puebla-Monterrey, el 30 de octubre de 2013, por Aeroméxico.
Puebla-Monterrey, el 6 de noviembre de 2013, por Aeroméxico.
Puebla-Monterrey, el 11 de noviembre de 2013, por Aeroméxico.
México-Cancún, el 15 de noviembre de 2013, por Aeroméxico.
México-Huatulco, el 28 de diciembre de 2013, por Aeroméxico.
Puebla-Guadalajara, el 6 de enero de 2014, por Volaris.
Puebla-Monterrey, el 13 de enero de 2014, por Aeroméxico.
Puebla-Guadalajara, el 20 de enero de 2014, por Volaris.
México-Monterrey, el 27 de enero de 2014, por Aeroméxico.
Y así por el estilo…
Un estilo que retrata, de cuerpo entero, la Gran Vida que se da a costillas de sus explotados “representados”.
Inquieto, el dirigente sindical no ha dejado de moverse, unas veces acompañado por su esposa, Gloria Guadalupe Mex Canul –a quien también ha mandado a Francia, Italia y España-, y otras por amigos y muchas, muchas amigas.
De acuerdo con los boletos electrónicos de Aeroméxico y Volaris, sus recurrentes viajes de placer duran tres días en promedio, a excepción de fin de año, cuando ocupa hasta una semana para divertirse a costa de las cuotas que obtiene de los agremiados del sindicato “Benito Juárez”, que encabeza desde hace 12 años.
Se calcula que mensualmente recibe cerca de 3.5 millones de pesos por este concepto, dinero del que a nadie rinde cuentas, al más puro estilo del sindicalismo corrupto mexicano.
Poco a poco se empieza a saber con pelos y señales en qué utiliza parte de esos recursos mal habidos.
Y es que es viajero frecuente, un tema que tiene más de fondo y que merecería una investigación seria por parte de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado por enriquecimiento ilícito.
Y luego se duda que Israel Pacheco Velázquez tiene todo para ser candidato…
Pero candidato al Cereso, obviamente.