2015: ELECCIONES EN RIESGO

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Con todo y que ya hay nuevos consejeros del Instituto Nacional Electoral, son muchas las posibilidades de que no haya tiempo suficiente para organizar la elección federal de 2015, por más que los estados, incluido Puebla, aprueben fast track las nuevas disposiciones en la materia para que haya armonía entre el nuevo INE y los organismos electorales de los estados.

Es alta, de hecho, la posibilidad de que el proceso electoral de 2015 se postergue y, en un caso extremo, que ante la falta de legislación secundaria, tenga que optarse por extender la vigencia del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).

La preparación de la jornada electoral 2015 se complica todavía más porque será el primer domingo de junio, un mes antes que en el calendario anterior.

Así que la nueva ley debe definir urgentemente la fecha del inicio del proceso electoral, ya sea en septiembre o en octubre, es decir, ocho o nueve meses antes de la elección; por cierto, este último lapso era el mínimo que imponía el IFE para organizarlo.

Se esperaba que antes del pasado 30 de abril se aprobaran las leyes secundarias. Ese escenario obligaba al Consejo General del INE a nombrar a los consejeros de al menos 17 órganos electorales en agosto próximo y a que los Congresos estatales adecuaran las leyes, mientras se activaba el servicio profesional electoral nacional.

Pero nada de eso sucedió, lo cual ahora deja al Instituto Nacional Electoral un plazo aún más estrecho para adaptar la nueva normatividad interna, capacitar al personal y designar consejeros locales, enfrentando además la intervención de los gobernadores que, obviamente, buscan imponer a sus incondicionales como integrantes de los órganos electorales locales (un presidente y seis consejeros), como habitualmente lo han hecho para influir en las elecciones en sus estados.

Lo ideal es que el proceso inicie oficialmente en octubre, lo que de todas formas obligaría a expedir la nueva legislación durante el proceso y aplicar las leyes careciendo de toda la normatividad interna, con todos los problemas legales y los contratiempos operativos y técnicos que ello acarreará.

Los diputados locales tienen el tiempo contado para procesar la reforma electoral, teniendo en medio el chantaje panista a la reforma energética, condicionando su voto a que antes de la fecha fatal del 30 de junio todos los Congresos locales “armonicen” la legislación electoral y sus Constituciones y eviten las contradicciones que existen entre las reformas aprobadas por el Congreso de la Unión y las leyes que tienen vigentes.

Porque ese es otro serio problema: El Instituto Nacional Electoral está siendo rehén de los partidos políticos, por lo que seguramente tendrá que organizar las elecciones federales del 2015 con el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales aún vigente en caso de que los legisladores no aprueben las leyes secundarias de la reforma político electoral.

Hasta ahora, en cada distrito hay una Junta Electoral Ejecutiva, un vocal que era un delegado del IFE, un vocal secretario y una pequeña estructura: un vocal de registro, un vocal de capacitación y uno de organización; esa estructura se replicaba en los 300 distritos electorales y en todos los estados.

Con la reforma constitucional, el relevo del IFE es un instituto nacional y sus funciones esenciales se extenderán hacia todos los comicios estatales y municipales, lo que implicará que se cruzarán las dos estructuras y existirá un conflicto en la definición de límites sobre cómo trabajarán la Junta Federal y las juntas locales.

Sí, las elecciones 2015 están en riesgo, por más que partidos, consejeros y legisladores intenten tapar el sol con un dedo.

A ver cómo deshacen el entuerto.

gar_pro@hotmail.com

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