LA MARCHA DEL DOMINGO O LA GENIAL IMPOSTURA

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No, la del domingo no es una marcha por la “paz”, tampoco por la “justicia” y mucho menos por la Puebla “de luto”. Se trata, en realidad, de la marcha del odio y más: de la marcha de los oportunistas: el viejo PRI y sus aliados de ocasión, es decir, la izquierda acomodaticia y chantajista y los resentidoscada vez más resentidos- con el régimen morenovallista, que se disponen a salir a las calles para “pasear” –simbólicamente- el cuerpo sin vida de un menor de edad a cambio de satisfacer sus más profundos, pero obvios, apetitos personales.

De entrada los “fedayines” de la izquierda, los poseedores de la “verdad absoluta”, los guardianes y mártires de la “revolución”, pondrán el grito al cielo por estas “blasfemias”; dirán que atentan en contra de sus “sagradas luchas sociales”, que es “línea” del “maldito gobierno represor” a los no menos “malditos medios de desinformación” y que las tanquetas militares ya recorren las calles del Centro Histórico porque la “dictadura” va ganando la partida y nomás no llega la “caída”, el “derrocamiento”, el principio del fin de @RafaGobernador.

Sin embargo, cabe señalar que esta marcha no es para protestar en contra de las recientes reformas estructurales del gobierno de Enrique Peña Nieto, que, éstas sí, están teniendo efectos demoledores para muchos sectores sociales; tampoco es en defensa de los que menos tienen y en contra de la pobreza; esta marcha solo tiene un objetivo fundamental: enfrentar al actual gobierno para beneficio del PRI y para salvaguardar intereses muy particulares y muy cuantificables en pesos y centavos.

Patéticamente, estos ignorantes de la historia buscan además hacer un símil con la Marcha del Silencio de 1968, pero en todo caso será una copia vil y burda, porque el del domingo no es un movimiento de ciudadanos, porque ni entre ellos hay aun ciudadanía; hay, sí, cooptación y corporativismo; no es de “paz” porque los operadores de la marcha son buenos provocadores, oportunistas y simuladores profesionales. Los mismos que han vendido, cual buenos mercenarios, cualquier movimiento social para obtener toda clases de prebendas políticas y económicas.

La movilización anunciada para este fin de semana no es natural, genuina, honesta y de ideales propios, pero sobre todo no es auténtica; es atípica, manipulada y utilizada por diferentes grupos del viejo PRI, de la vieja “izquierda” y de panistas rancios y endemoniadamente frustrados y fracasados que, en su momento, no se atrevieron a manifestarse contra Mario Marín, involucrado él sí de viva voz en el caso de abuso de poder en agravio de una periodista, donde temas como tráfico de influencias y pederastia fueron la columna vertebral.

Por supuesto que no dudo que el domingo acudan verdaderos ciudadanos legítimamente indignados, enfurecidos incluso, por lo sucedido con el caso Chalchihuapan y la desafortunadísima muerte del menor José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, y también decepcionados ante un gobierno por el que votaron para lograr un cambio y que quizá no ha cumplido sus expectativas. Pero sin duda, y no se necesita ser mago o un gran analista para saberlo, serán los menos, lamentablemente.

Porque la marcha, la marcha del odio, se fue incubando con el paso del tiempo y sus patrocinadores sólo esperaban una coyuntura como la actual para asomar la cabeza, para salir del closet, para agarrar valor. Y por fin el huevo de la serpiente apareció.

Los viejos caudillos del llamado MAS (Movimiento de Alternativa Social), Marco Antonio Mazatle y Ricardo Jiménez Ávila, uno candidato a regidor y el otro operador durante la campaña del ex candidato priista Enrique Agüera Ibáñez, se han dedicado de tiempo completo, por indicaciones propias desde que el PRI fue derrotado en 2013, a golpear, montarse y usar cualquier movimiento social para atacar a sus adversarios electorales.

Son quienes hacen el trabajo sucio al Revolucionario Institucional, utilizando un ropaje y un lenguaje de “izquierda” que de plano nadie les cree. Cooptan cualquier movimiento social, para que desde ese flanco de los llamados movimientos sociales ataquen y cuestionen; actúan como el brazo operador del PRI en momentos como el actual.

En estos últimos días se han reunido por las noches con la rancia Ana Teresa Aranda, el anacrónico Francisco Fraile García y algunos personajes priístas resentidos con el régimen para acordar y organizar la llamada marcha “Por la Paz”.

En los últimos días también estuvieron desesperados, nerviosos e hiperactivos, visitando algunos municipios y comunidades de la Sierra Norte y la Mixteca poblana para reunirse con algunos grupos para convencerlos y entregarles despensas de una importante dependencia federal, para que asistan este domingo a su gran marcha.

Por la noche del pasado martes, a las oficinas de MORENA Puebla, en Reforma 121, llegaron como sombras los dos dueños del MAS, Mazatle y Jiménez, a pactar y acordar con la secretaria estatal del Movimiento de Regeneración Nacional, Ana Laura Martínez Escobar, y con René Sánchez Galindo, la urgencia de sumarlos a su movilización.

Astuto, el Movimiento de Regeneración Nacional busca montarse en la ola de inconformidad para atraer los votos del descontento, consolidar la presencia de López Obrador en el estado, donde ganó en 2012, y perfilarse con más fuerza para la contienda de 2015.

Los “mazatles”, junto con varios priístas, tienen comprometidos camiones para acarrear a vecinos de varias colonias de la ciudad hacia El Triángulo y hacer en lo posible más grande el contingente.

Bien patrocinados, no se han cansado de enviar a varios de sus ayudantes a convencer a grupos y colectivos de la llamada “izquierda” para que lleguen a la marcha.

Cargan buenos portafolios con dinero para la movilización: a MIOCUP, la Central Cardenista Campesina y El Barzón también los apoyan para que asistan con sus contingentes campesinos.

Y algo sumamente importante: los marinistas, agüeristas, giorganistas y lastiristas también se van a dejar sentir; no físicamente, pero estarán presentes; ya tiraron línea y también operarán para hacer el peor daño posible.

A los miembros del Sindicato Telefonista los están citados desde temprana hora; al llegar les pasarán lista y al terminar también.

Entre sus planes, tenían contemplado que hasta el Sindicato de la VW marchara desde la autopista, creando caos y causando diversos actos de provocación.

La 28 de Octubre, por su parte, se ha comprometido a brindar su apoyo a los “indignados” a nombre del pueblo “bueno”, pero la dirección maoísta, que ahora encabeza el hijo de Simitrio, aún no decide si movilizará a toda su agrupación.

Los maestros que siguen al profesor Miguel Guerra Castillo llegarán, lo mismo que Alberto Hernández, expulsado de la 28 de Octubre, con sus colonos de la ampliación Xiltzoni.

Los zapatistas de derecha de la Iberoamericana también marcharán, porque, de alguna manera que nadie entiende, sienten que fueron dañados sus derechos humanos y su vanidad de zapatistas de escuelita. Los mismos que, envueltos en sus huipiles, escriben grandes y sesudas reflexiones desde la comodidad del aula, miedosos de enfrentarse al menos un día con el poder, el de a de veras, no el de los libros de texto.

Es el caso de los viejos izquierdistas, que firman cualquier desplegado y a todas van, aunque tengan representantes y empleos en el gobierno municipal de la derecha.

Ya han acordado en petit comité quiénes encabezarán la denominada marcha “por la Paz” y la “dignidad de los poblanos”: “Mazatles”, Simitrio, Ana Teresa, Fraile, Hilario Alonso, José Guadalupe Sánchez, Jorge Méndez, dirigentes sindicales, campesinos, “intelectuales”, periodistas difamados por periodistas unidos hoy en la misma causa y MORENA. Si llega la diputada perredista Roxana Luna, Pop Star de la historia, por supuesto que encabezará también, lo mismo que el senador Luis Sánchez.

Y saldrá precisamente saldrá del llamado Triángulo de Las Ánimas, porque es una zona panista y buscan que se integren muchas de las familias azules a la marcha.

También, claro, esperan que lleguen los habitantes de Chalchihuapan, del movimiento de los De Abajo y los presidentes de varias juntas auxiliares.

Mientras, Marín, Enrique, Víctor Manuel, Carlos y Pablo, Pablito, entre otros priístas connotados, estarán desde un café de la zona de Angelópolis y el zócalo recibiendo los reportes de la marcha.

Cuán difícil es desenmascarar a estos personajes de tan grotesca y trágica novela de terror político. Le han hecho tanto daño a los genuinos movimientos sociales que hoy, en Puebla, la mayoría de los movimientos genuinamente sociales son una impostura, una genial impostura, pues están infiltrados y son utilizados por el PRI, y están más cerca de la farsa que de la comedia.

La mayoría dice ser de “izquierda”, “revolucionario” o verdaderos “luchadores sociales”, pero esto sólo se ha convertido en un cliché para ellos. La identidad con estos signos los debería obligar a ser honestos y congruentes con sus ideas, con el diálogo, la solidaridad y la democracia.

Su participación y sobre todo su indignada indignación debiera ser desinteresada, con el compromiso a favor de los otros, con los de la igualdad, con el decir y actuar crítico y consecuente y, ante todo, con el respeto a los iguales como a los contrarios.

Pero esto no sucede y es así con estos personajes que sólo usan y utilizan a los ciudadanos y a los movimientos sociales para sus propios intereses.

Podrían tener una causa justa, como lo es la crítica y censura a un gobierno que consideran represor y autócrata, y más de uno se sumaría a la gesta, pero todo lo echan a perder porque sabemos de qué pie cojean y a cuáles amos e intereses obedecen.

Al final, los más contentos con estas acciones “revolucionarias” para derrotar el autoritarismo serán los priístas, ávidos de oxígeno para resucitar electoral y políticamente.

Los “mazatles”, como siempre, al término de la movilización correrán a algún restaurante alejado y cobrarán su parte; la izquierda desgastada y ortodoxa seguirá en el viaje y sentirá que pronto tomarán el cielo por asalto; los panistas añejos otra vez serán nota y motivo de sesudas columnas, pues eso es lo que realmente añoran, y los ciudadanos honestos y verdaderos y comprometidos, realmente inconformes, otra vez serán usados. Como ayer, como hoy, como mañana. Meros espectadores, muñecos de trapo, instrumentos, sin saberlo, de esta marcha de odio que todavía no ocurre y ya da más pena que risa. De ese tamaño es la impostura.

gar_pro@hotmail.com

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