LÓPEZ ZAVALA, ESQUIROL DE MORENO VALLE

PRI . JAVIER LÓPEZ ZAVALA

Durante más de cuatro años calló. Ni una sola palabra, menos una crítica –ni siquiera velada-, pronunció Javier López Zavala sobre los presos políticos, las foto multas, los PPS, la privatización del agua, el desastre de los verificentros, las obras faraónicas, las expropiaciones, el desmantelamiento del Registro Civil y sobre todo la #LeyBala y la desafortunada muerte del niño José Luis Tehuatlie

Y calló por una sola razón: abdicó de su obligado papel de opositor (¿o no acaso él fue el candidato que enfrentó en 2010 a Rafael Moreno Valle?) porque desde su estrepitosa derrota tomó la decisión de convertirse en operador del gobernador de Puebla en el PRI, un instrumento que, desde la traición y la simulación, se prestó para que el grupo en el poder pudiera infiltrar al partido, someterlo y usarlo para sus fines políticos y electorales.

Hay toda una documentada relación de los servicios prestados por López Zavala al morenovallismo a cambio de jugosos beneficios personales. En las elecciones locales de 2013, por ejemplo, personalmente en Casa Puebla negoció candidaturas contrarias a los intereses del priísmo e impulsó a perfiles ganadores dentro del Partido Social de Integración –del que es cercano por la vía de su líder, Carlos Navarro Corro-, así como avaló que esta fuerza política fuera en candidatura común con Puebla Unida, la megacoalición morenovallista, en no pocos distritos y municipios.

La fina (y ni tan discreta) operación zavalista resultó catastrófica para su propio partido, el Revolucionario Institucional, pues le causó la pérdida de al menos cinco diputaciones y de unos 22 municipios donde la diferencia entre el PRI y Puebla Unida fueron los votos, precisamente, que sacó el PSI.

De hecho, el entonces presidente estatal del partido, Pablito Fernández del Campo, dio cuenta con pelos y señales al CEN del PRI de la traición –alta traición- de López Zavala, a quien desde entonces se le ubicó como uno más de los destacados priístas poblanos a las órdenes de Moreno Valle.

Pero eso no es todo: fueron los diputados locales ligados a López Zavala los que, siguiendo su “línea”, en su momento le aprobaron a Moreno Valle las reformas electorales que cavaron la tumba del PRI, permitiendo, primero, la siembra de consejeros “ciudadanos” afines al mandatario en el Instituto Electoral del Estado; después, la redistritación favorable a los intereses del gobernador y de su megacoalición, y por último, pero no menos importante, los partidos políticos estatales (como el citado PSI) y las candidaturas comunes, mortales para el tricolor.

Por eso hoy, entre otras cosas, nadie –ni siquiera los más ilusos- se cree su pretendida reconversión en “crítico” de la administración estatal, a la que de repente le descubrió todos sus defectos.

De repente ha roto su mutismo, ha hablado de represión y de autoritarismo, y ha llegado a decir, incluso, que el gobierno de Moreno Valle ha causado que los poblanos ya extrañen al gobierno encabezado por su padre político, el “góber precioso”, también conocido como Mario Marín.

Pero para algunos de sus rivales en la contienda interna por la candidatura del PRI a la minigubernatura de 2016, el nuevo papel de López Zavala les resulta poco más que sospechoso.

Hasta obvio, dicen.

Porque pareciera, dicen, que hay un pacto y que se le impulsa precisamente desde Casa Puebla para, primero, atajar las aspiraciones de gente como Blanca Alcalá o Enrique Doger, los aspirantes priístas más fuertes y con más posibilidades, y, después, para convertirse en un candidato del PRI a modo de los fines morenovallistas, una especie de esquirol o “quintacolumna” que, desde la “oposición”, contribuya al triunfo de Tony Gali Fayad, el candidato de la continuidad del grupo en el poder.

Vamos: un Emilio Maurer de inicios del siglo 21.

Y es que López Zavala no tiene credibilidad, no termina de convencer, y grande le está quedando el disfraz de “antimorenovallista”.

Por lo demás, cualquier análisis serio, despojado de fobias, concluiría que el ex diputado federal plurinominal –uno de los peores, por cierto, según la consultora Integralia- resultaría el mejor candidato que podría enfrentar Tony Gali, tanto en términos de imagen como de competitividad electoral.

Por más que se diga renovado y se esfuerce en articular dos frases seguidas, la sombra del marinismo –al que ahora desconoce- continúa pesando sobre sus hombros.

Las encuestas refieren que su nombre permanece asociado al de Marín y a los negativos de éste, aunque el parricida se haya cortado el cordón umbilical y hoy pretenda fingir amnesia.

López Zavala no acaba de entender que sigue siendo inviable como proyecto político. Y más que eso: impresentable.

Nunca ha explicado a la opinión pública, por ejemplo, cómo le hizo para hacerse de 26 bienes inmuebles, valuados en más de 37.5 millones de pesos, a su paso por el servicio público (¿por cierto: qué fue de la denuncia penal que en 2010 se presentó en su contra? ¿Otro acuerdo con @RafaGobernador?).

De ahí que se multiplican las sospechas sobre el verdadero rol que quiere jugar el priísta en 2016.

Y es que López Zavala podrá engañar a unos cuantos.

Pero no a los aspirantes del PRI a la minigubernatura.

Y menos a un Manlio Fabio Beltrones que conoce perfectamente a todos los priístas poblanos que estaban (¿o siguen estando?) en la nómina morenovallista.

Todavía se recuerda aquel día que, previo a ser derrotado en las urnas, López Zavala fue obligado a ofrecerle una disculpa pública a Moreno Valle por haber difamado al padre del actual gobernador de Puebla.

Lo hizo con la cola entre las patas, humillado y moral, física y políticamente destruido.

Es el López Zavala que todo mundo conoce.

No ha cambiado ni va a cambiar de amo a mitad del camino.

Es plomero y operador (desde las sombras) de Moreno Valle.

En una frase: el candidato del PRI preferido por Casa Puebla.

El más fácil para ganarle.

El más sobornable.

El más a modo.

El más obediente a los intereses del grupo en el poder local.

Ni su nuevo look le va a servir para dejarse mostrarse como lo que realmente es: un esquirol.

Un esquirol en construcción.

gar_pro@hotmail.com

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