Que se equivoca quien suponga que aún no ha empezado la contienda electoral por el 2016. Y es que fuera del registro mediático, en el día a día, a ras de suelo, las hostilidades entre los distintos bandos ya comenzaron, tan sólo como un adelanto, un pequeño esbozo, de lo que será la guerra de guerras por la minigubernatura de Puebla.
Cuentan que el pasado jueves, al encabezar en Oriental la reunión de la Red Jurisdiccional de Municipios por la Salud –que preside-, Tony Gali Fayad fue objeto de un intento de boicot por parte de operadores de la encargada de la delegación del Programa Prospera, María Guadalupe Graciela Juárez García.
Fuentes dignas de crédito aseguran que los funcionarios de Prospera se enteraron que el presidente municipal de Puebla estaría en dicha reunión –que incluyó una Feria de Salud- y amenazaron a los habitantes con quitarles el apoyo del gobierno federal si asistían al, les dijeron, “evento proselitista”.
No fueron pocas las familias que se regresaron a sus casas sin haber aprovechado los servicios que lleva la Red Jurisdiccional de Municipios por la Salud, como mastografías, orientación nutricional, planificación familiar y prevención de embarazos.
Los enterados afirman que la molestia de la gente de Juárez García fue principalmente por la gran cantidad de alcaldes (12 en total) que, boicots aparte, decidieron acudir para sacarse la foto con Tony Gali, la mayoría priístas, como los de Mazapiltepec de Juárez (Domingo Humberto Galicia), Nopalucan (Rogelio Roque Torres), Ocotepec (Macaria Hernández Rodríguez) y San Juan Atenco (Francisco Mendoza), entre otros.
Aunque el evento fue un éxito pese a la “mano negra” de Prospera, una cosa quedó en evidencia: que se avecinan tormentas pues, sin duda alguna, el choque de la estructura estatal y la estructura federal va a ser una de las tónicas de la cruenta contienda electoral del próximo año en Puebla.
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Que aunque sus simpatizantes lo anden divulgando con singular entusiasmo, la verdad es que el ex diputado federal Enrique Doger Guerrero no se ha reunido con el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, con quien, según las versiones que aquéllos han dejado correr, ya habría “planchado” la candidatura del PRI a la minigubernatura.
La última vez que Doger platicó personalmente con Beltrones fue una semana antes de que este fuera ungido como nuevo mandamás de los priístas.
Desde entonces no ha tenido ningún contacto con él, ni siquiera por BlackBerry o WhatsApp.
Lo más probable es que pueda saludarlo el próximo 28 de septiembre, día en que Beltrones se reunirá por primera vez con todos los delegados del Comité Ejecutivo Nacional.
Tal vez ahí sí Enrique Doger, quien es delegado por Morelos, pueda conversar en corto con el presidente del PRI y recibir la “pinche señal” (Germán Sierra dixit) que tanto están esperando sus seguidores.
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Que tómelo con las reservas del caso, pero el presidente municipal de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, anda muy sonriente últimamente, pues a propios y extraños no deja de presumir que su partido, Movimiento Ciudadano -del que es dueño en Puebla-, ya tiene candidata a la minigubernatura.
Según el célebre “J.J.”, ya amarró a la amiga de Mario Marín, la señora Ana Teresa Aranda, quien ya habría dado el “sí, acepto” al valorar que como “independiente” no dará el ancho, pues qué hueva eso de tener que conseguir las firmas del 3 por ciento del padrón; hasta sus vecinas se negarían a contribuir con sus rúbricas a su causa.
Más cerca de René Bejarano y Gerardo Fernández Noroña que de Gómez Morín, la autodenominada “Doña” iría así por el enésimo intento por ganar una elección en las urnas, dado que nunca lo ha conseguido, ni siquiera con la ayuda de las pesadas maletas de dinero proporcionadas gentilmente por el “góber precioso” en la interna panista de 2010 en la que fue literalmente aplastada por el hoy gobernador de Puebla.
De confirmarse lo que anda contando Espinosa Torres por aquí y acullá, estaríamos ante un acontecimiento espectacular, muy similar al reciente hallazgo del fósil de dos millones de años de antigüedad, que demuestra que hay conexión directa, directísima, entre el Homo erectus y el Homo sapiens, un conjunto de huesos más primitivos, y más inútiles, que un australopiteco.