ESPINOSA TORRES, EL CAMALEÓN

JOSÉ JUAN ESPINOSA TORRES

Trapecista experimentado de la administración pública, camaleónico en sus lealtades y elástico en su ideología política –ha transitado de la ultraderecha a la izquierda recalcitrante–, el alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, ha oficializado lo que ya había comunicado, en privado, a personajes como el gobernador electo de Puebla, Tony Gali Fayad, con quien se reunió hace un par de semanas.

Abandona Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), franquicia que utilizó para llegar al poder municipal, y se suma a MORENA, el negocio político personal de Andrés Manuel López Obrador, con quien habría negociado ya ir como candidato a la gubernatura en 2018 llevando al sobrino del senador Manuel Bartlett, Rodrigo Abdala, como candidato por Puebla capital, en un acuerdo impulsado y soportado por el principal padrino de Espinosa Torres, el jefe delegacional Ricardo Monreal.

Ex diputado local y ex dirigente estatal del partido de Dante Delgado, a quien le debe buena parte de su carrera y a quien ahora traiciona, Espinosa Torres ha seguido al pie de la letra la filosofía del viejo priato: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en un error”.

Conocido como el niño naranja poblano, ha transitado sin escrúpulo alguno de apoyar a Mario Marín, quien incluso es su padrino de boda, a respaldar en 2010 la candidatura opositora de Rafael Moreno Valle, para luego romper con el actual gobernador, para ahora saltar de la nave de Movimiento Ciudadano y dar un giro de 360 grados y terminar en los brazos de López Obrador, cuya influencia en el ayuntamiento de San Pedro Cholula no tardará en hacerse presente.

Al parecer López Obrador no conoce –o sí conoce y no le importa- la corrupción de alta escuela que ha institucionalizado Espinosa Torres en el gobierno cholulteca y de la que hay numerosas evidencias.

Parece que los puros –y puristas- de MORENA no saben que en septiembre de 2011 (ya hace cinco años) se dio a conocer un audio –que devino en escándalo- en el que el entonces diputado por Convergencia negocia con la alcaldesa de San Pedro Cholula, Dolores Parra, una serie de dádivas, canonjías y prestaciones económicas fuera de toda ética para él y su grupo político.

En su pragmatismo –porque no puede llamarse ceguera-, AMLO prefiere ver hacia otro lado con tal de poder meterle mano al millonario presupuesto de San Pedro y convertir a esta localidad en su plataforma política para afianzar en Puebla su tercera candidatura presidencial, ahora para 2018.

No es de extrañar que hasta los propios dirigentes y militantes de MORENA expresen su extrañeza por la adquisición de un político de las características de Espinosa Torres, capaz de traicionar hasta a su familia más cercana con tal de seguir en el poder.

El dirigente estatal del Movimiento de Regeneración Nacional, Gabriel Biestro, ha expresado que no simpatiza con su incorporación a las filas del partido y que en todo caso debe ser la Comisión de Honor y Justicia del mismo quien lo rechace o acepte.

Como Biestro, el resto de seguidores de AMLO en Puebla lucen desinformados, sorprendidos y rebasados por las circunstancias, pues el oportunistas de Espinosa Torres ni siquiera les corrió la cortesía –acordó directamente en la Ciudad de México con Monreal- y ya hasta cuenta con credencial de afiliación fechada el pasado 8 de septiembre, con el aval de su nuevo “Tatiaska”, el político tabasqueño que ni Obama tiene.

Casi nadie duda que ante la debacle del PRI, MORENA se perfila para ser el verdadero competidor del PAN en el estado de Puebla en 2018 para la gubernatura, la alcaldía capitalina y el Congreso local, y él, José Juan, ya tiene amarrada –o cabría decir: comprada- la candidatura a Casa Puebla.

Así se lo expresó Espinosa Torres al propio Tony Gali en un reciente encuentro privado, en el que sin embargo, fiel a su naturaleza, trató de condicionar su incorporación al partido de AMLO a cambio de que el gobernador electo se comprometiera con él a ejercer su influencia en el Legislativo estatal para destrabarle varios asuntos económicos y administrativos que considera el morenovallismo le ha bloqueado en el Congreso, dañando su plan personal de negocios con el erario.

La respuesta fue un contundente no, y entonces el alcalde apresuró sus negociaciones con López Obrador –mediante la intervención de Ricardo Monreal- para concretar su salida de Movimiento Ciudadano, lo que este lunes anunció a través de sus redes sociales argumentando que “desde 2006” ha “caminado” con AMLO, lo cual es tan cínico como inexacto.

En todo caso, el camaleónico edil cholulteca ha dado un paso sin retorno y los seguidores de López Obrador deberán someterse a las órdenes de su caudillo, quien, en su muy particular concepto de la “democracia”, ya determinó que MORENA irá con Espinosa Torres a la gubernatura, con Rodrigo Abdala a la presidencia municipal de Puebla y con Abraham Quiroz encabezando la fórmula al Senado –y sólo para calmar a sus huestes, las mismas que siguen creyendo que el ex jefe de gobierno del extinto DF es el único y auténtico Salvatore de la Patria-.

¿Por qué?

Hay un asunto de muchos, muchos millones de pesos en juego. Y es que, a final de cuentas, el ayuntamiento de San Pedro Cholula de un día para el otro ha pasado a ser el primero de MORENA en el estado, condición que logra sin necesidad de someterse a la prueba de las urnas y que AMLO y sus secuaces sabrán capitalizar a cambio de hacer candidato a quien es capaz de todo, y todo es todo, con el fin de cumplir su irrefrenable ambición de poder y riqueza.

gar_pro@hotmail.com

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