EL PRI Y LA GUERRA POR LOS COMITÉS MUNICIPALES

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Nuevas tormentas se avecinan en el alicaído y fracturado priísmo poblano con la anunciada renovación de sus Comités Municipales, un proceso que, todo parece indicar, va a terminar en una verdadera carnicería entre los distintos liderazgos del partido que buscan apoderarse del mayor número de estos espacios de cara a la lucha por las candidaturas que estarán en juego en 2018, en especial la candidatura a la gubernatura.

Tras la severa derrota del pasado 5 de junio, los grupos del PRI quedaron debilitados, divididos y enfrentados entre sí, pero el fuego se avivará en cuestión de semanas cuando empiecen a trascender los detalles de las maniobras llevadas a cabo por el dirigente estatal, Jorge Estefan Chidiac, y la senadora y ex candidata Blanca Alcalá para quedarse con las rebanadas más grandes del pastel.

Hasta donde se sabe, ya están prendidas todas las alertas e incluso jefes de tribu como el subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri; el ex diputado federal Javier López Zavala; el delegado del IMSS, Enrique Doger Guerrero; el diputado federal Alejandro Armenta; el ex gobernador Mario Marín, y hasta el presidente del ICADEP, Guillermo Deloya, han hecho sonar los tambores de guerra, pues tienen elementos para pensar que la dupla Estefan-Alcalá busca imponer desde ahora a sus incondicionales en dichos comités, dejándolos fuera de la jugada.

Jorge Estefan ha dejado correr la versión de que no habrá “mano negra” ni “cartas marcadas”, pues en los 86 municipios donde hoy gobierna el PRI, el alcalde será el encargado de designar al nuevo dirigente local del partido y, obvio, de garantizar el sostenimiento económico del Comité.

Ello, tras un previo análisis del resultado obtenido el pasado 5 de junio para revisar quién verdaderamente se la jugó con el PRI, quién traicionó y quién tuvo dos velas encendidas, la de Blanca Alcalá y la del hoy gobernador electo, Tony Gali Fayad.

Otra cosa pretenden que sea en aquellos municipios –la mayoría- donde el PRI no es dueño del ayuntamiento.

Ahí lo que se buscará es llegar a un consenso entre los “próceres” del partido con el fin de encontrar candidatos de unidad, lo que se antoja imposible (o al menos muy difícil) debido a las profundas diferencias que prácticamente todos ellos tienen con el dúo Estefan-Alcalá, al que responsabilizan de llevar este 2016 al partido a la peor derrota electoral de toda su historia, tanto que el Revolucionario Institucional pudo haber terminado como tercera fuerza en el estado si MORENA hubiese tenido a un candidato más popular, más carismático y sobre todo más competitivo que Abraham Quiroz.

Uno de los más molestos con el madruguete que se intenta desde el Comité Directivo Estatal es Juan Carlos Lastiri, quien en repetidas veces ha hecho llegar mensajes a Jorge Estefan en el sentido de que no se pase de listo, pues en la renovación de los comités municipales debe haber absoluta transparencia e inclusión de todos los grupos con aspiraciones en 2018.

El multimillonario Lastiri viene maniobrando, bajando recursos federales y cerrando compromisos con alcaldes priístas para que, a la hora de las definiciones, tenga fichas para presionar y/o negociar no sólo ante la dupla Estefan-Alcalá, sino frente a las propias ambiciones de López Zavala, Doger, Armenta, Marín y Deloya, quienes igualmente ya operan desde las sombras para apropiarse del mayor número de comités municipales.

Hay también gran inconformidad porque del proceso se busca salvaguardar al Comité Municipal de la ciudad de Puebla, donde vegeta el empresario-aprendiz de político José Chedraui Budib, un auténtico cero a la izquierda, causante en buena parte del desplome del partido en la capital el pasado 5 de junio, cuando apenas obtuvo 134 mil votos, la cifra más baja en los últimos 18 años.

Bajo el argumento de que su periodo de gestión termina hasta el próximo año, ya se colgó la etiqueta de “intocable” a José Chedraui; de hecho, no es casual que este haya expresado su total apoyo a Jorge Estefan para su permanencia en la presidencia estatal del PRI tras la abrupta salida de Manlio Fabio Beltrones del Comité Ejecutivo Nacional; en otras palabras: uno protege al otro, pese a su deficitario desempeño como “dirigentes” del partido.

Fuentes del PRI aseguran que la convocatoria para iniciar el proceso de renovación en los comités municipales debió publicarse en julio pasado; sin embargo, la falta de acuerdos incluso en los términos de la misma, es una expresión de la tormenta -cargada de tensión y confrontación- que se avecina en un partido fracturado, deprimido y enconado, que no acaba de superar la derrota de 2010 y tampoco, por consecuencia, las de 2013 y 2016.

Como diría el clásico: no hay peor enemigo de un priísta poblano que otro priísta poblano.

Y así quieren ganar en 2018.

gar_pro@hotmail.com

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