Empezando por su jefe máximo y líder único, Andrés Manuel López Obrador; siguiendo con sus dirigentes estatales y terminando con sus militantes destacados, el Movimiento de Regeneración Nacional presume a la honestidad –la “honestidad valiente”- como uno de sus principales atributos de cara al electorado; el concepto forma parte de su discurso, de su propaganda y de su declaración de “principios”, para diferenciarse del PRI, PAN y PRD, pero en los hechos, al menos aquí en Puebla, MORENA incurre en iguales o peores prácticas que aquellos partidos políticos que acusa forman parte de “la mafia del poder”.
¿O cómo puede uno explicarse que “el partido bueno” –que lucha contra “el gobierno malo”- se niegue a regresar el millón 112 mil 318.62 pesos que el año pasado recibió como excedente por concepto de financiamiento público, a pesar de existir un mandato de la máxima autoridad jurisdiccional en materia electoral?
La historia, que confirma el doble discurso –y hasta la doble moral- de MORENA, es la siguiente:
El 4 de mayo de 2017, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó al Consejo General del Instituto Electoral del Estado (IEE) realizar una nueva distribución de financiamiento con base en los resultados del proceso 2012-2013.
Parte de los lineamientos dictados en la referida sentencia fueron:
1) Considerar como partidos de nueva creación a los partidos políticos Encuentro Social y MORENA.
2) Distribuir la totalidad del monto de financiamiento público presupuestado para el ejercicio 2017
3) En virtud de que el Consejo General del IEE ya había hecho la entrega de algunas ministraciones mensuales del ejercicio 2017, la Sala Superior le ordenó hacer los ajustes necesarios para todo elejercicio.
El 15 de mayo, el Consejo General del IEE, en cumplimiento a la citada sentencia, emitió el Acuerdo CG/AC-10/2017, dentro del cual se destacó el requerimiento que realizó a MORENA para la devolución de una parte de los recursos que ya le habían sido entregados en los primeros meses del año 2017, toda vez que, de acuerdo a la multicitada sentencia, no era el monto que le correspondía para dicho ejercicio fiscal.
Con fecha de 22 de mayo, el IEE le solicitó al presidente del Comité Directivo Estatal de MORENA, Gabriel Biestro Medinilla, la devolución del importe excedente de recursos dentro de los quince días posteriores a dicha comunicación, cantidad que asciende al monto de $1,112,318.62.
El monto original asignado a MORENA por el IEE, fue de $5, 018, 232. 76, y de acuerdo al nuevo cálculo derivado de la resolución de Sala Superior, el importe debía reducirse a la cantidad de $3, 905, 914.13.
El 19 de mayo, como era lógico, Andrés Manuel López Obrador, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Político MORENA, presentó una impugnación al Acuerdo CG/AC-10/2017 del Consejo General del IEE, el cual, como ya se mencionó, obligó a MORENA a proceder a la devolución del recurso señalado.
AMLO, en dicha impugnación, manifestó negarse a la devolución del recurso dado a que “violenta las garantías de legalidad y seguridad jurídica de su partido político.”.
Pero el 13 de septiembre el Tribunal Electoral Local desechó por “notoriamente improcedente” la impugnación interpuesta por López Obrador y es la fecha en que MORENA se niega a devolver el dinero.
¿Por qué?
¿Ya se lo gastaron Biestro y su camarilla?
¿A qué cuenta bancaria de quién fue a parar?
Es difícil saberlo, pero el tema está vivo, tan vivo que en las sesiones del Consejo General del IEE del 29 de agosto y del 20 de septiembre de este año, los representantes del PRD, PRI, PAN y Movimiento Ciudadano exhibieron al representante de MORENA, Jesús Israel León Navarro, a quien reprocharon con todas sus letras el no acatar a la fecha lo mandatado por la máxima autoridad jurisdiccional en materia electoral.
Contra las cuerdas, León Navarro no supo decir por qué su partido no ha regresado el dinero y fingió demencia cuando alguien le recordó que tarde o temprano tendrán que devolverlo, lo que significa en términos reales que MORENA empezará el proceso electoral 2018 con 1 millón 112 mil 318.62 pesos menos, un déficit a la cuenta de sus gastos de campaña y de organización electoral.
Sí, todos los partidos son iguales.
MORENA no es ninguna excepción; de hecho, ni siquiera alcanza a parecerse a esa ave que cruza el pantano y no se mancha.
¡Qué Bejarano, Gustavo Ponce, Ahumada y Eva Cadena los rediman!